Cuatro álbumes
fundamentales del rock nacional acaban de tener su edición en LP.
Casi en silencio, sin anuncios ni la cobertura mediática que
mereció el lanzamiento
en vinilo de la discografía de Gustavo Cerati, cuatro álbumes esenciales de
la historia del rock nacional también tuvieron esta semana su respectiva
edición en LP, en este caso por parte de DBN Discos.
Quizás la joya de esta primera selección sea Ruedas de metal. El debut de Riff, lanzado
en 1981, significó una bisagra en la escena local y en la carrera de Norberto
Napolitano, con el final de Pappo’s Blues y su introducción al hard rock
(acompañado por Vitico, Boff y Michel Peyronel) influenciado por el sonido pesado
y la imagen de cuero y tachas de bandas inglesas como Judas Priest y Saxon.
Grabado en apenas cuatro días, incluye algunas de las
canciones que moldearon el metal criollo, como “No detenga su motor” y
“Necesitamos más acción”, de los que se filmaron videoclips pioneros (¡vean los
viejos y abandonados diques de Puerto Madero en “Necesitamos…”!). La banda lo
presentó en vivo el 9 de julio de 1981 ante 3.500 personas en Obras, donde se habían
colocado sillas en el campo, que terminaron en su mayoría rotas o bajo las
suelas de un público que celebró el nacimiento del heavy argento como se debe:
de pie y con los puños en alto en señal de cuernos.
El otro tesoro para los metaleros es Ácido argentino, de Hermética, que también tiene su versión en
pasta negra: un formato y color que le sienta con justicia al segundo y más
exitoso trabajo de la banda fundada por Ricardo Iorio; un álbum espeso, urgente,
cargado de conciencia sociopolítica latinoamericana en pleno albor del
menemismo. La visceral portada, con el Tío Sam ahorcando a la representación de
la República Argentina, recobra vida y valor en tamaño 12 pulgadas.
Las otras reediciones son, también, dos rescates emotivos de
aquellos primeros años 90: Corderos en la
noche, el debut de Las Pelotas, y El
cielo puede esperar, el salto a la masividad de Attaque 77. Arriba de
éxitos como “Donde las águilas se
atreven” y “Hacelo por mí” (que bautizó el popular programa conducido por Mario
Pergolini en Canal 9), los punks pasaron del under bonaerense a estrellas de la TV. Los viejos fans no se lo perdonaron
(Ciro Pertusi llegó a ver pintada la puerta de su casa con la leyenda “Jugate
con Ciro”), pero el grupo terminó ampliando su público con un disco que vendió 400.000
ejemplares y consiguió un lugar especial en el rock nacional.
Los cuatro vinilos ya están disponibles en disquerías a un
valor promedio (por ahora y hasta que llegue la especulación con la reventa) de 500 pesos.
Por quinto año consecutivo, acá estamos con otra selección de 101 álbumes. Al igual que el período anterior, creo que 2015 nos deja sin grandes discos, ni futuros "clásicos", pero con una abundante variedad de excelentes obras. Lo positivo sigue siendo la emergencia de artistas que continúan desafiando límites, géneros y clasificaciones, más la alegría de (re)encontrar a viejas glorias en excelente estado. Son para destacar los muy buenos regresos de Keith Richards, Jean-Michel Jarre, Leftfield, The Sonics, Marc Almond, The Libertines y New Order.
Lo negativo pasó por el lado de la música nacional. A pesar de la fértil escena independiente local, este año no encontré obras que me resultarán suficientemente satisfactorias. Más allá de los buenos trabajos de Poseidótica, Fantasmagoria, Valle de Muñecas y Surfistas del Sistema, más un gran EP de El Mató a un Policía Motorizado y los destacados debuts de Los Acetones, Blazer, Ibiza Pareo y Coral Casino, entre otros, solo Gratitud, de Los Espíritus, se hizo de un lugar en mi extracto general del año. Será una cuenta pendiente para 2016. O no.
Como siempre, el resumen se divide en un Top 10 personal y, luego, una selección ordenada alfabéticamente. En esta oportunidad, sumé algunos comentarios y entrevistas que me tocaron hacer a muchos de los artistas listados. Descubran, disfruten, comenten, compartan y, sobre todo, si pueden, compren los álbumes que más les gustaron. Es la mejor forma para que este resumen crezca a mil y un discos pronto.
Mi Top 10
1. Father John Misty - I Love You, Honeybear
2. Hugo Race & True Spirit - The Spirit
3. John Grant - Grey Tickles, Black Pressure (Entrevista)
4. Steven Wilson – Hand. Cannot. Erase
No disponible en Spotify
Mi comentario en Rolling Stone: "El último genio del prog ya había mostrado su recurrente obsesión por la alienación y su mirada crítica hacia los nuevos medios sociales en Fear of a Blank Planet, al frente de Porcupine Tree. Pero, en su cuarto trabajo solista, lleva sus temores más allá con un álbum conceptual inspirado en la historia de Joyce Vincent, una joven que fue alejándose de todos sus vínculos y falleció en completa soledad en pleno Londres, donde su cuerpo fue descubierto recién dos años más tarde. Wilson escribe desde una perspectiva femenina sobre la vida “interconectada” de hoy, conjuga el poder de King Crimson y Rush con el trip-hop y el Manic Street Preachers más popero, suma a la ecuación a una ex-Pop Idol (Ninet Tayeb) y pone a una mezzo soprano como Katherine Jenkins a, sencillamente, hablar. Los que se quedan aislados son los que dicen que el rock “progresivo” está muerto".
5. Man Without Country - Maximum Entropy
6. Sufjan Stevens - Carrie & Lowell
Mi comentario en Rolling Stone: "Otro ejemplo de una crisis personal sublimada en fino arte. En 2012, el músico de Detroit perdió a su madre (con trastorno bipolar y esquizofrenia) y eso lo llevó a un viaje interior para repasar su infancia y sus sentimientos. De ahí, surgieron angustiosos y frágiles temas acústicos, lejos de los arreglos sinfónicos del celebradísimo Illinois (2010) y la electrónica de The Age of Adz (2010), que podrían revivir a Nick Drake. Ubíquese en la batea Música para la resiliencia".
7. Public Image Ltd. - What the World Needs Now...
8. Miguel – Wildheart
9. Deafheaven - New Bermuda
10. Kendrick Lamar - To Pimp a Butterfly
Mi comentario en Rolling Stone: "El nuevo rey de la costa Oeste, como alguna vez su padrino Dr. Dre lo coronó, se consolida como uno de los artistas más sólidos y originales de la música negra contemporánea, en un álbum brillante y provocador de historias confesionales, autoconscientes, cargadas de críticas sociales y políticas sobre un fluir ecléctico e indescifrable de neo-soul y deep-jazz."
---- SELECCIÓN A-Z ----
11. Alabama Shakes - Sound & Color
12. Alela Diane & Ryan Francesconi - Cold Moon
13. Archy Marshall - A New Place 2 Drown
14. Aucan - Stelle Fisse
15. Baroness - Purple
16. Beach House – Depression Cherry
No disponible en Spotify
17. Belle & Sebastian - Girls in Peacetime Want to Dance (Entrevista)
18. Bill Fay - Who Is the Sender
19. Bjork - Vulnicura
Mi comentario en Rolling Stone: "A base de cuerdas y beats, la islandesa teje una obra que sirve de hiperlink a los mejores momentos de su discografía: la ternura boreal de Vespertine, el volcán vocal de Medúlla, el art-pop abstracto de Homogenic y el sentimiento posthumano de Biophilia. Todas las Björk sonando al unísono".
20. Blur - The Magic Whip Mi comentario en Rolling Stone: "Pasaron 16 años desde que Damon Albarn, Graham Coxon, Alex James y Dave Rowntree hicieron música juntos, y su octavo álbum, lejos de un tentador “regreso a las fuentes”, es el sonido de cuatro tipos confortablemente confundidos en la tarea de redescubrirse. Unas fechas canceladas en Japón y Oriente los llevaron a Hong Kong para unas primeras sesiones, y la extrañeza de neón de la ciudad parece haberle otorgado la atmósfera ideal al disco: íntimo, melancólico sin nostalgia y exploratorio hacia el futuro. Como si fuera necesario irse muy lejos para encontrarse, The Magic Whip parece (salvando las distancias geográficas) la versión Perdidos en Tokio de Blur"..
33. Ezra Furman - Perpetual Motion People (Entrevista)
34. Faith No More - Sol Invictus Mi comentario en Rolling Stone "La voz de Mike Patton luce elástica como siempre, el groove y el músculo de Bill Gould y Mike Bordin no perdieron tonicidad, y los muchachos de San Francisco derrochan vitalidad con weird-metal de épica progresiva y guitarras tarantinescas. 18 años después de Album of the Year, ¡’tas igual, Faith!".
35. Farao - Till It's All Forgotten
36. FFS - FFS
37. Flo Morrissey – Tomorrow Will Be Beautiful
38. Floating Points - Elaenia
39. Florence and The Machine – How Big, How Blue, How Beautiful
40. Gang of Four – What Happen Next
No disponible en Spotify
41. Gary Clark, Jr. - The Story of Sonny Boy Slim
42. Georgia – Georgia
43. Ghost – Meliora
44. Grimes – Art Angels
45. HEALTH - Death Magic
46. High On Fire – Luminiferous
No disponible en Spotify
Mi comentario en Rolling Stone: "Hace 15 años que la banda de Oakland liderada por Matt Pike (exviolero de los fundamentales Sleep) viene puliendo su sonido sludge-stoner con un desquiciado imaginario de misticismo fumón (escuchen De Vermis Mysteriis, un álbum conceptual sobre un Jesús viajero del tiempo). Pero su séptimo trabajo es una obra maestra cargada de esoterismo y conspiraciones alienígenas que flotan en un averno de riffs espesos y crepitantes como la lava. Si solo tenés presupuesto para un disco de metal en estos meses, esta es tu elección".
47. Hot Chip - Why Make Sense
48. Hudson Mohawke – Lantern
49. Ibeyi – Ibeyi
50. Iron Maiden – The Book of Souls
51. Jamie Woon - Making Time
52. Jamie XX- In Colour
53. Jean-Michel Jarre - Electronica 1: The Time Machine
54. Jim O'Rourke - Simple Songs
No disponible en Spotify
Mi comentario en Rolling Stone: "Este ex-Sonic Youth, productor héroe del indie (Stereolab, Wilco, Beth Orton, Joanna Newsom y más), compositor para películas y abanderado del sonido “artesanal” antidigital tiene varios trabajos solistas, pero este es su primer disco de “simples canciones”: un viaje a algún pub imaginario de los 70 donde bien podrían juntarse David Bowie, Randy Newman y Cat Stevens a hacer chamber-pop y jazzy-rock".
55. Joanna Newsom – Divers
No disponible en Spotify
56. John Carpenter - Lost Themes
57. John Metcalfe - The Appearance of Colour (Entrevista)
63. Leftfield - Alternative Light Source
Mi comentario en Rolling Stone: "A dos décadas de haber creado uno de los álbumes fundamentales de la electrónica (Leftism) y tras 16 años de silencio, Neil Barnes and Paul Daley volvieron para recuperar lo que es suyo: un house oscuro y seductor, con la gravedad del dub y festividad narcótica del dance. Tras el decepcionante retorno de Giorgio Moroder, el dúo de Londres primerea en el género como el regreso del año".
73. Muse - Drones
Mi comentario en Rolling Stone: "'¿Sos un dron humano? ¡Sí, señor!.. Tu culo ahora me pertenece”, grita Matthew Bellamy en “Psycho”, título más que descriptivo del ánimo psicopatoide de este Muse más pesado y perverso, obsesionado con la deshumanización, las guerras víajoystick, el control y la manipulación de masas. Como diría Philip K. Dick, “es extraño cómo la paranoia y la realidad pueden coincidir de vez en cuando”, en este caso, en un disco fenomenal".
74. Natalia Lafourcade - Hasta La Raíz (Entrevista)
75. New Order – Music Complete
76. Nicole Dollanganger - Natural Born Losers
77. Noel Gallagher's High Flying Birds - Chasing Yesterday
Mi comentario en Rolling Stone: "Un álbum para responderse cada vez que surja la pregunta por la vuelta de Oasis: '¿Para qué?'”.
78. Oberhofer – Chronovision
79. Paul Weller - Saturns Pattern
80. Pearls - Pretend You're Mine
81. Protomartyr – The Agent Intellect
82. Pyramids - A Northern Meadow
83. Richard Hawley - Hollow Meadows
84. Roisin Murphy - Hairless Toys
85. Sleater-Kinney - No Cities To Love
86. Susanne Sundfør - Ten Love Songs
87. Swim Deep - Mothers
88. Tame Impala - Currents
89. The April Maze - Sleeping Storm
90. The Arcs - Yours, Dreamily
91. The Chemical Brothers - Born in the Echoes
92. The Libertines - Anthems for Doomed Youth
93. The Orb - Moonbuilding 2703 AD
94. The Sonics - This Is the Sonics
Mi comentario en Rolling Stone: "Si la reunión de las riot grrrls Sleater-Kinney tras 12 años y su excelente No Cities to Love paró las crestas, la reaparición luego de casi ¡cinco décadas! de estas glorias detuvo los latidos. The Sonics fueron los antepasados de Mudhoney, The Cramps, Nirvana, Eagles of Death Metal, The White Stripes y gran parte de todas las bandas punk, garage y grunge antes de que esos géneros existieran. Como todos los animales prehistóricos, eran toscos, crudos, feroces y, 50 años más tarde, no han evolucionado. Un álbum para escuchar cuando los dinosaurios dominaban la Tierra".
95. The Weeknd - Beauty Behind The Madness
96. Tim Bowness - Stupid Things That Mean the World
97. Tobias Jesso Jr. - Goon
Mi comentario en Rolling Stone: "Una de las revelaciones del semestre la dieron las baladas a piano y alma desnuda de este tímido canadiense con el sentido melódico del primer Paul McCartney y la hipersensibilidad de Harry Nilsson. Certero ataque al corazón".
La banda
angloargentina se separa y dará su último show
en Buenos Aires. Gabriel Boccazzi, su vocalista, repasa éxitos y dificultades tras
diez años buscando lugar en un negocio musical cada vez más reducido.
La separación de un grupo siempre es una triste noticia, en
especial para sus fans, pero la de The
Draytones deja, además, una pequeña muesca en el orgullo argentino. Es el
final para la aventura de un guitarrista criollo que viajó a Inglaterra sin
nada y formó una banda que sería un parche musical en la historia de dos países
cruzados por conflictos políticos y rivalidades futbolísticas.
Gabriel Boccazzi
llegó a Londres “para estudiar composición en la Royal Academy of Music. Fui
sin pensarlo dos veces y me quedé allá trece años. Sin querer queriendo, porque
tenía expectativas”. A fines de 2005, conoció al baterista Luke Richardson y al bajista Chris
Le Good y juntos dieron forma a un trío de frescura Beatle y espíritu mod garajero. Luego de apenas tres
conciertos, ficharon para el incipiente sello 1965 Records, fundado por James Endeacott (ex Rough Trade y
“descubridor” de The Libertines y The Strokes). Allí lanzaron su primer
EP, Forever On, en 2007 y, un año
después, el álbum debut Up In My Head,
con la producción de Stan Kybert (Oasis, Björk, Massive Attack) y
hasta con ediciones en vinilo, mucho antes de la actual fiebre por la pasta negra.
Por entonces, eran revelación para las revistas Mojo y NME y sonaban en programas de BBC
Radio. Tocaron con The Hoosiers,
The View, participaron de
Glastonbury 2007, y Paul Weller los
invitó a ser soportes durante su gira de 2008 por el Reino Unido, con la que
llegaron a escenarios legendarios como el Hammersmith Apollo de Londres.
“Sabíamos que estábamos por buen camino y que las cosas se
iban a dar —cuenta Boccazzi—. Pero en 2008 llegó una crisis que afectó a todo
el mundo y después se hizo muy difícil. Aunque, de todas maneras, tocamos en
las Islas Malvinas, hicimos giras en Francia, en España. No era que se había
terminado todo. Pero es verdad que fue costando cada vez más”.
El grupo, con el agregado de Andy Pickering en teclados, fue noticia
en nuestro país al realizar una serie de conciertos en el archipiélago en 2009,
a partir de un excombatiente que impulsó la visita para colaborar en el proceso
de integración entre los pueblos. “Cuando fuimos a tocar allá, hubo gente que
pensó que lo hacíamos con intenciones políticas. Pero después te conocen y te
calan: saben que lo hacés de todo corazón y se integran. Allá hay soldados que
hacen el servicio, y en uno de los shows uno se puso a tocar la batería con
nosotros. Es un lugar virgen, muy bonito, pero también muy desolador”, recuerda
el cantante, para quien “el conflicto es heredado y afecta más que nada al
argentino, no al inglés. Es un cambio que tiene que hacer el argentino, desde adentro.
Antes de la guerra, nadie se enteró de que existían esas islas. Se tendrá que
resolver diplomáticamente, como corresponde, pero la gente debería mantenerse
al margen”.
Sin embargo, el panorama en la industria musical estaba
cambiando. El momento de los grupos de guitarras retro se esfumaba y, así como
muchas otras discográficas independientes, 1965 Records desapareció. El cuartero
pasó, primero, a la plataforma de crowdfunding
MyMajorCompany y, luego, fundó su propio sello, con el que lanzaron el EP Today’s Memories (2012). Poco después,
los otros dos miembros fundadores abandonaron el grupo y fueron reemplazados por
Pablo Scopinaro (bajo) y Steve Dawson (en batería).
Tras recientes años de difícil autogestión, la banda decidió
darle un doble final a una historia de una década: primero, con un nuevo y último
álbum (See What You Hear) y con un show despedida, que se realizará el próximo martes 22 en
The Roxy Live (Niceto Vega 5542).
- ¿A qué se debe la
separación?
- Es una mezcla de muchos factores. Todo se dio como para
que le demos fin al proyecto. Lanzamos el último disco, no conseguimos entrar
en la industria de la música y editamos todo de forma independiente, lo cual
está muy bueno, pero empieza a ser muy agobiante. Hace diez años que estoy en
la banda, y ya era hora de nuevos proyectos, nueva gente y empezar otra cosa. Decidí
tocar el último concierto en la Argentina y no volver a Londres, sino quedarme
un tiempo acá con familia y amigos. Creo que todo marcaba su final.
- De lo que decís se
desprenden muchas preguntas, en especial en relación a la actualidad de la
industria musical. ¿Cómo vivieron esa crisis? ¿Tuvo algo que ver, sumó su
granito de arena, a la decisión?
- Cuando nos formamos, allá en 2006, ya teníamos un contrato
discográfico. Ocurrió muy rápidamente en una época en que todavía la industria
invertía en bandas que hacían rock y en la cual la gente iba a ver grupos en
vivo. A partir de 2008, todo se fue muriendo. Un montón de sellos, inclusive en
el que estábamos, 1965 Records, quebraron, y así se fue aniquilando la
industria. Ahora está levantando un poco, pero no la entiendo; no sé qué es lo que
quiere. Tuvimos muchas ofertas de discográficas, pero ¿sabés qué pasa? Nosotros
producimos el disco, hacemos la tapa, todo: lo único que necesitamos es un
sello que lo ponga afuera y lo promocione fuertemente. Y las ofertas que
tenemos ni siquiera invierten en eso, entonces básicamente el artista está haciendo
absolutamente todo. Después es muy fácil: lo lanzan como lo hacemos nosotros,
pero todo el mundo saca un disco online.
Si no viene alguien y me dice “OK, vamos a editar 3.000 vinilos”, no se
justifica porque el resto lo hago yo. ¿Para qué querés un sello ahora? Quedó
obsoleto. Entonces todo se hace cuesta arriba, todo es una gran inversión, y
nosotros también vivimos en una ciudad como Londres, que es muy cara. Cada vez
se hace más difícil mantenerse, pagar todo y lanzar un álbum. Nosotros no
grabamos en una computadora en la casa. Vamos a un estudio, con cinta abierta,
lo hacemos en análogo. Todo eso tiene un costo, y llega un momento en que te
preguntás cómo sigue esta historia, porque, si la gente no compra discos, si no
hay un sistema de prensa, nadie se entera. Pero, bueno, eso es solo una parte,
no es el principal motivo por el cual la banda se disuelve. Desde luego, si
hubiéramos tenido todo el rédito comercial, habría sido mucho más improbable
que nos separáramos. Igual, como que después de diez años, yo necesitaba un
cambio grande. Por eso decidí volver a Buenos Aires, estar un tiempo acá y no
sé…
- Te noto
desilusionado. ¿Vas a seguir vinculado a la música?
- La desilusión pasa por el lado comercial. Por el artístico,
creo que Draytones es la mejor banda del planeta. Estoy supersatisfecho, y con
el último disco también. Voy a formar otro grupo, aquí en Buenos Aires, y a
seguir porque tengo un montón de canciones compuestas. Pensaba sacarlas con
Draytones, pero, bueno, será con otra banda. La música sigue, eso no lo puedo
evitar.
- ¿Y esas canciones
continúan con el estilo de Draytones?
- Siguen el mismo estilo, pero tengo la intención de
producirlas más, porque The Draytones tiene un sonido en vivo, más crudo; no
tenemos arreglos orquestales y despliegue en las grabaciones. Pero la canción
seguirá siendo la misma, y, alguna vez en los shows, tocaré temas de The Draytones que son míos.
- ¿La relación con el
resto de los integrantes es buena?
- Sí, es la mejor. Cuando vamos de gira nos matamos de risa,
y me atrevo a decir que la relación era mucho mejor que cuando éramos un trío.
La verdad, en ese sentido, creo que [la separación] es una pena.
- ¿Pudieron en algún
momento vivir de la música?
- Sí, llegamos a eso. Cuando firmamos el contrato con 1965
Records, la industria en ese momento te daba un avance para que vos dejaras tu
trabajo. Yo dejé mi laburo diario, en un café. Y eso era genial. Te decían que
tenías que ir de gira a Escocia, te pagaban e ibas. Los sellos antes hacían eso:
desarrollaban a las bandas artísticamente, y así es como uno progresaba y se
hacía fuerte. Ahora eso ya no existe: ni a palos te dan plata para que dejes tu
trabajo.
- ¿Y pensás que acá,
en Buenos Aires, la situación va a ser diferente?
- La industria es igual en todos lados, y por eso digo que
no es la principal razón por la que The Draytones se separa. Pero lo tengo que
hacer igual, porque no voy a dejar mis canciones guardadas en un cuadernito. No
se lo merecen, porque son buenas y tienen que ver la luz, así tenga que
lanzarlas yo solo. Igual, acá en Buenos Aires todavía hay público de rock; la
gente sigue yendo a ver bandas. En Londres ya no es tan así; lamentablemente
cambió muchísimo la escena under. La
gente está más en la electrónica, no hay tanta música en vivo como antes, que
ibas a cualquier pub y veías a alguien tocando. No sé qué busca la gente, no sé
en qué están invirtiendo, no me lo puedo explicar. Acá ves bandas chicas
tocando en diferentes lados. Debe ser duro, como en cualquier lugar, pero
bueno: hay que hacerlo igual.
- ¿Cómo será el show despedida?
El final será con temas del nuevo disco y con los clásicos. Ja,
ja: decir “clásicos” es gracioso. Digamos los temas de siempre, y un setlist movido para que la gente baile y
se acerque a nosotros. Vamos a ver si, después del concierto, nos ponemos a
hacer una fiesta.
- Tengo el primer
disco de The Draytones, que ahora va a valer mucho más…
- ¿En vinilo o en CD?
- En CD…
- Ni yo lo tengo en vinilo. Si lo tuvieras, tendrías una
fortuna.
Nos ponemos a tono
para el estreno de Episodio VII con la desquiciada selección musical de una
galaxia muy muy lejana.
The Aquabats – “Playdough”
Era imposible que los
más nerds del ska no tuvieran una canción dedicada a la saga de George Lucas y
acá está, con menciones a Greedo, Chewbacca, Luke, R2-D2,
Han, C-3PO,
Yoda, Boba Fett
y Obi-Wan.
Blink-182 – “A New Hope”
Los punks californianos compusieron este tema para la Princesa Leia en su
álbum Dude Ranch, de 1997. También tiene
referencias a Tatooine, Alderaan, Endor, Han y Lando.
The Bloodhound Gang –
“Fire Water Burn”
La monada de Pennsylvaniaincluyó
menciones en varias de sus canciones: a Chewbacca
en "Why's Everybody Always Pickin' On Me", a Obi-Wan en
"Jackass" y a Luke Skywalker en "No Rest for the Wicked".
Pero la mejor línea está en este hit de 1997: "Cause I'm kind of like Han
Solo, always stroking my own Wookiee".
Eminem - "Stay Wide
Awake"
El ex Slim Shady es otro
fan que metió referencias en diversos de sus trabajos, como “Rain Man”, "Old
Time's Sake" o "Rhyme or Reason", pero nos quedamos con esta
canción de su disco Relapse (2009).
MC chris – "Fett's Vette"
Comediante, actor de
doblaje, guionista (trabajó varios años para ciclos como Aqua Teen Hunger Force, Sealab 2021 y Space Ghost) y estrella del nerdcore que compuso esta oda al cazarrecompensas
Boba Fett.
Queen – "Bicycle Race”
Freddie no creía en
Peter Pan, Frankenstein o Superman ni le gustaba Star Wars. Solo quería andar en bicicleta.
Supernova-
“Chewbacca”
La banda de sonido de la comedia Clerks
tenía una selección del “rock alternativo” norteamericano de principios de los
90, como Alice in Chains, Soul Asylum, Bad Religion y el homenaje de estos
punks al wookiee más pulenta del
universo.
Robbie Williams – “Viva Life on Mars”
El ex Take That se
transforma en un cowboy galáctico y se sube al Halcón Milenario en este track de su álbum Rudebox (2006): “Take a ride on your high horse / If the
horse is blind, use the force / The falcon flies in two straight lines / Red
five standing by / It's not a moon it's a space station”.
"Weird Al" Yankovic – “Yoda” y “The Saga Begins”
Quizás las dos más grandes cargadas a La guerra de las galaxias: una dedicada al pequeño maestro verde,
con música de los Kinks, y otra que le pega a Episodio I con "American Pie",
de Don McLean, como base. Que la fuerza te acompañe siempre, gran Weird Al, Jedi
de la parodia, Lord del spoof hit.
Felix Buxton, del dúo electrónico
de Londres, habla de paz, amor, baile y objetos voladores no identificados.
Si
hay que definir a Basement Jaxx con
un eslogan, debería ser el de united
colors by dance. Desde Remedy,
aquel explosivo debut de 1999, con su pantone de pieles en la portada, sus hits
universales como “Red Alert” y “Bingo Bango” y sus clips multiculturales, Felix Buxton y Simon Ratcliffe integran bebop, soul, disco, reggae, salsa, ska,
hip hop, funk, alma Motown y cuanto ritmo encuentren caminando al house de
raíces neoyorkinas. Y lo hacen con más habilidad y espíritu que sus contemporáneos
surgidos de la ola big beat, ya sean The
Chemical Brothers, Fatboy Slim, Groove Armada o The Crystal Method.
“Este
tipo de música tiene que ver con la unidad, con romper las barreras entre
distintos lugares, con la expresión y la libertad, con la positividad, la paz y
el amor. Eso siempre me atrajo y fue parte de la razón por la cual me metí en
el house”, dice Buxton a Generación B.
Quince
años y seis discos después, el ánimo integrador no ha cambiado. Tal es así que
su último álbum de estudio se llama Junto
(y no Together) y trata sobre las
conexiones entre la humanidad. “Todos compartimos el deseo de ser felices, y
para eso necesitamos tener una mente en paz y ser responsables de nuestras
palabras y nuestros actos”, le dijo a la prensa durante su lanzamiento. El
mensaje de unidad global los llevó hasta Paraguay, donde trabajaron con la
Orquesta de Reciclados de Cateura, conformada por niños y adolecentes que
escasos recursos que tocan con instrumentos fabricados con los desperdicios
arrojados en ese vertedero de Asunción. Con ellos, grabaron parte del single “Power to the People”, que luego
se transformó en un proyecto de colaboración mundial a través de un sitio web
que permite que cualquier persona haga su propia versión del tema y la comparta
online.
Lamentablemente,
esa visita cercana no los trajo a nuestro país, donde grabaron el video del single “Good Luck” (2004) y donde pasaron
por última vez ya hace seis años. “Me encanta Buenos Aires y quiero volver
pronto — dice—. Recuerdo que había una tienda de ropa llamada Félix, y era muy
gracioso porque tenía un montón de prendas con mi nombre grabado en la espalda.
Me compré una campera de cuero, que todavía tengo”.
El
dúo acaba de lanzar Junto Remixed, su
primer álbum de remezclas, a cargo de Alex Metric, The Martinez Brothers,
Luciano y otros artistas “que nos gustan y que es genial que les pidas participar
y se involucren”, según Buxton. Y viene de realizar un concierto vinculado a la
organización Peace One Day, “que trata de difundir la idea de detener la
violencia para que, por lo menos por un día, todos piensen en la paz”.
Cuando empezaron, el house todavía era parte
de una subcultura que se rebelaba a las normas. Hoy es un género establecido,
con megafestivales auspiciados por multinacionales. ¿Fue un cambio para mejor o
peor?
Es
lo que es, así funciona. El underground
siempre fue absorbido por el mainstream. Pasó
con el disco, con el jazz, con el rock… Y lo que sucede es que la música suele
terminar siendo un poco insulsa, y probablemente ahora nos encontramos en este
punto.
¿Puede recuperar ese
elemento de rebeldía y vanguardia?
Creo que
el house es lo que es, no es nuevo como era antes; evoluciona, cambia, y
también hay nuevas generaciones que encuentran su lugar. En el Reino Unido,
surgió la escena grime, por ejemplo. Yo no puedo distinguir entre los distintos
tipos de house; es música, es 4x4, algunas cosas tienen bajos, otras no, y ciertas
cosas me gustan y otras no. Pero todavía hay gente que cree y que transmite su
mensaje a través de la música. Las cosas son lo que son, y no podés desaprender
lo que ya sabés. Así es la cultura. Por eso hay gente que escucha todo tipo de estilos,
los chicos jóvenes tienen la mente muy abierta. Y es algo que siempre trato
celebrar con Basement Jaxx. Te puede gustar el hip hop o cualquier otra cosa.
No importa: es música y te va hablar de alguna manera.
Realizaron decenas de
colaboraciones con grandes estrellas. ¿Hay algún artista al que hayan invitado
a trabajar y les dijo que no?
Grace
Jones es alguien con la que siempre quisimos colaborar, pero nunca logramos
hacer algo. Le hicimos saber en muchas ocasiones que queríamos trabajar con
ella, pero nunca se dio y siempre estuvo en la lista de deseos. Está bien: no
tenía que ser.
¿Y al revés: gente a la que ustedes se
hayan negado?
También
sucedió alguna vez. Generalmente, porque no parecía factible, ya que era muy
pop o algo así. Tiene que ver con el artista: si está demasiado orientado a lo
comercial, entonces la música no sirve para el scratch, y no me interesa para nada.
Queremos nombres…
No,
no. Je, je.
Junto fue descripto por muchos como un álbum de “regreso”, no solo
a la escena después de cinco años, sino al house de sus comienzos. ¿Coincidís?
Sí,
tomamos la decisión de volver al sonido del primer álbum, porque nos dimos
cuenta de que el público lo quería y sentimos cierta responsabilidad de hacer
lo que la gente le estaba pidiendo a Basement Jaxx.
Leí que el álbum
está, en parte, inspirado luego de que viste un ovni. ¿Cómo fue esa experiencia?
Estaba
en la misma habitación en la que estoy ahora, mirando por la ventana mientras
hablamos. Tal vez vea otro, ahora, ja, ja. Fue por la tarde, y charlaba con una
cantante. De repente, vi algo brillante que parecía metálico, en el medio del
cielo de Londres. Lo miré por unos cinco minutos, más o menos. Tratamos de
filmarlo con los teléfonos, pero no se ve. Y cuando miramos de nuevo, ya había
desaparecido. Ahora sé que puede haber sido algún tipo de aparato militar, pero
definitivamente parecía un plato volador. Y eso me fascinó y me llevó a buscar
en Internet y a leer un montón de libros sobre los distintos aspectos de la
conciencia. Justo en 2012 había mucha hablando de que era el fin de una era, el
fin del calendario maya y el inicio de un nuevo mundo. Y eso me parecía
apasionante, pensaba que era genial porque era lo que los seres humanos
necesitaban.
Te escucho y no sé si sos un tipo
espiritual o un hippie loco…
Ja,
ja. Sí, soy bastante espiritual y también un poco hippie, no en el sentido de
no trabajar y vivir arriba de una camioneta, sino por el pensamiento positivo.
Uso la agresión, que es parte de todos nosotros, positivamente. Y, sí, soy muy
espiritual e investigué mucho diferentes religiones. Por eso los mensajes y las
canciones de Basement Jaxx son tan positivos. Claro que podés ser positivo y,
también, estúpido. Eso hay que tratar de evitarlo.
“La voz” cumpliría un
siglo y lo celebramos con una selección de los temas que definieron su
discografía y sus vínculos con el rock.
“Night and Day” (1942)
Escrito por Cole Porter para el musical de 1937 Gay Divorce, llegó al número uno en los Estados
Unidos en la voz de Fred Astaire. Fue el primer single de Sinatra como solista, y luego lo regrabó en otras cuatro
oportunidades (una de ellas fue afectada por la fiebre disco
de finales de los años 70). Ringo Starr, Everything But The Girl y U2 son
algunos de los artistas del pop y el rock que la versionaron.
"I've Got You Under My Skin" (1956)
Otra de Cole Porter que “la voz” registró en varias
oportunidades. La primera en 1956, en una versión big band, luego en 1963 (para el disco Sinatra’s Sinatra), una en vivo con la orquesta de Count Basie en
1966 (Sinatra at the Sands) y otra junto
a Bono, incluida en Duets, de 1993. “Los
rockeros aman a Frank Sinatra porque tiene lo que queremos: onda y actitud”,
dijo el líder de U2 antes de entregarle el Grammy Legend Award en 1994 al
hombre que, unas décadas antes, había calificado al rock and roll como “la
forma de expresión más brutal, fea, degenerada y viciosa que he tenido el
displacer de escuchar”.
“Witchcraft” (1957)
Escrita por Cy Coleman y Carolyn Leigh, pero considerada casi
un original de Sinatra, ya que fue el primero en grabarla y la tenía siempre entre
las favoritas de su repertorio. Se han hecho más de 60 covers, entre ellos a cargo de Marvin Gaye, Robert Palmer y una
rara versión de Robert Smith, de The Cure, incluida en la banda de sonido de la
película de Tim Burton Frankenweenie
(2012).
“The Lady Is a Tramp” (1957)
Sinatra la interpretó en la película Sus dos cariños (Pal Joey),
que lo tenía como protagonista junto a las bellezas de Rita Hayworth y Kim
Novak. En 1993, la regrabó para Duets,
con la intención original de que lo acompañase Ella Fitzgerald (quien también
hizo una versión muy exitosa en los 50), pero estaba muy enferma y, en su
lugar, se eligió a Luther Vandross. Cuando Sinatra escuchó la mezcla (la
primera que se hizo para aquel disco), estuvo serio y callado hasta que terminó
el tema y, entre lágrimas, soltó: “Eso fue maravilloso, absolutamente
maravilloso”.
En 1968, Sinatra hizo una versión especial como un favor para
Ringo Starr, que quería sorprender a su esposa Maureen Starkey (fanática del
artista) en su cumpleaños. La canción, sin título oficial, es conocida como
“Maureen is a Champ” y tiene letra personalizada (“She married Ringo, and she
could have had Paul / That's why the lady is a champ… Though we've not met I'm convinced she's a gem
/ I'm just F.S. but to me she's Big M.”). Cuenta la leyenda que el
cantante la grabó en Los Ángeles y que el disco se imprimió con el número de
serie Apple 1, lo que técnicamente lo transforma en el primer single editado por el sello de los
Beatles (incluso antes de “Hey Jude”) y en un objeto de valor incalculable. Se
dice que el master fue destruido y que
solo existen poquísimas copias, entre ellas la que el baterista le regaló a su
mujer el 4 de agosto de aquel año. Sin embargo, un audio de mala calidad se puede escuchar hoy en
YouTube.
La canción volvió a ganar popularidad en 2011, cuando Tony
Bennett la interpretó con Lady Gaga para su álbum Duets II.
“Luck Be a Lady”
(1963)
Frank Loesser la compuso en 1950 para el musical Guys and Dolls, y Marlon Brando la cantó
en la versión fílmica de la obra. Pero, otra vez, el ex Rat Pack se la apoderó
y la transformó en un clásico personal. En 1994, volvió a grabarla para el
segundo volumen de Duets, con la
Pretenders Chrissie Hynde.
“Fly Me to the Moon”
(1964)
Sinatra hizo este clásico del jazz de Bart Howard cuando ya
se habían grabado más de cien covers.
Sin embargo, el suyo es el que quedó registrado en todo el universo y por
siempre asociado con las misiones Apolo de la NASA, en años de plena carrera
espacial, ya que fue la primera canción que se escuchó en la Luna, cuando el
astronauta Buzz Aldrin la reprodujo al pisar el satélite en 1969. Tom Jones,
Rod Stewart, Willie Nelson y la boy band
Westlife son algunos artistas que la han versionado.
“Strangers in the
Night” (1966)
Es la canción que le dio título a uno de los discos más
vendidos de su carrera y la que lo devolvió al número uno del ranking tras más de un década, pero
Sinatra la despreciaba: se rehusaba a cantarla en vivo y, alguna vez, dijo que
era “un pedazo de mierda”. Sin embargo,
su voz y ese “doo-be-doo-be-doo” del final ya es patrimonio humanidad. Marc
Almond, Aerosmith y Cake la han hecho, sin olvidar una espantosa versión disco
de 1976 a cargo de Bette Midler.
“My Way” (1969)
El tema que quizás más lo identifica fue compuesto por Paul
Anka, basado en “Comme d'habitude”, de Claude François. El músico la escuchó en
la televisión durante una vacaciones en Francia y compró los derechos de
adaptación y publicación por apenas un dólar. De vuelta en Nueva York, durante
una madrugada, escribió una nueva letra en inglés específicamente pensada para
Sinatra. Según Anka, su sello discográfico se quejó porque no se la quedó para
él, pero les dijo a los directivos: “Puedo escribirla, pero no soy el indicado
para cantarla. Era para Frank, para nadie más”. De todas formas, el cantante
canadiense la grabó más tarde en varias oportunidades, en duetos con Julio
Iglesias y Jon Bon Jovi, y hasta en español (“A mi manera”).
Elvis Presley hizo un cover
en 1977, luego de años de incluirla en sus recitales. Pero quizás una de las
versiones más extrañas y recordadas sea la de Sid Vicious, presente en la
película de los Sex Pistols The Great
Rock 'n' Roll Swindle.
“Theme from New York, New York”(1980)
El himno a la “ciudad que nunca duerme” se compuso para Liza
Minelli y el film de Martin Scorsese de 1977 que la tiene como protagonista,
junto a Robert de Niro, pero se hizo realmente famosa cuando los viejos ojos
azules la eligieron para su álbum Trilogy,
de 1980. La regrabó 13 años más tarde para Duets,
con Tony Bennett.
El tema tuvo algunas versiones muy particulares. Queen la hizo
durante las sesiones de A Kind of Magic
(1986), aunque solo se conocen los apenas 30 segundos que se pueden escuchar en
el film Highlander. Cat Power la
cantó en su disco Jukebox (2008) y
Lady Gaga la interpretó con traje y sombrero el pasado domingo, durante el
concierto de los Grammy en celebración a los 100 años de la leyenda.
“Mack The Knife” (1984)
En su último disco como solista (L.A. Is My Lady), Sinatra incluyó esta
eterna murder ballad con un golpe de
humor autorreferencial: “Louis Armstrong, Bob Darin / hicieron buena esta
canción, Lady Ella también / Todos la cantaron con tanto sentimiento / Que estos
viejos ojos azules no le van a agregar nada nuevo”. Nick Cave, Marianne
Faithfull, Brian Setzer, Michael Bublé, Mark Lanegan y Robbie Williams son
algunos de los que, para bien o mal, le dieron su impronta en los últimos años.
Repasamos las grandes
escenas de la saga, preparándonos para el estreno de Episodio VII
10. El campo de asteroides (Episodio V - El
imperio contraataca)
Han Solo demuestra
que puede ser el Michael Schumacher de la galaxia al meterse en un granizado
estelar para escapar de unas naves imperiales, en una persecución para
ajustarse los cinturones de la butaca. ¡Roca n’ roll!
9. El nacimiento de Darth Vader (Episodio
III - La venganza de los Sith)
Aunque no esté a la
altura de la saga original, la trilogía precuela ofrece excelentes momentos. Y
si hay uno que merece estar en el top ten general es este, equiparable a
cualquier clásico del terror. De los despojos quemados de Anakin Skywalker, los
restos de apenas un hombre, el Emperador crea un monstruo tan poderoso como
atormentado. Otra que Frankenstein, George Lucas.
8. La fosa de Carkoon
(Episodio VI - El regreso del jedi)
Han, Luke y Chewbacca están a punto de transformarse en
comida del temible Sarlacc. “En su estómago, encontrarán una nueva definición
de dolor y sufrimiento al ser digeridos durante mil años”, cancherea Jabba the
Hutt, antes de que R2-D2 y compañía le pinchen la ejecución. Una escena que
tiene todo lo que más nos gusta de Star
Wars: criaturas exóticas y horripilantes, peleas con sables láser y la
princesa Leia en bikini.
7. Yoda entrena a
Luke(Episodio V - El imperio contraataca)
El joven héroe
termina en los pantanos de Dagobah, donde un sabio viejito verde lo adiestrará
en las artes Jedi. Ejercita el poder del cuerpo y la mente, pero no consigue
emplear la fuerza que lo rodea para rescatar a su X-Wing sumergido. El anciano
cierra sus ojos y lo eleva de las profundidades como magia. “No puedo creerlo”,
dice un Luke boquiabierto. “Es por eso que fallas”, responde Yoda. Maestro.
6. La cantina (Episodio
IV - Una nueva esperanza)
Luke y Obi-Wan se
meten en un peligroso antro de malandras espaciales en busca del piloto más
rápido del sistema estelar. No solo es la presentación de Han Solo: es
el instante en que La guerra de las
galaxias se convierte en un western
mitológico.
5. Luke vs. Darth
Vader (Episodio VI - El regreso del Jedi)
Luego de la revelación que nos dio El imperio contraataca, estábamos en vilo por este enfrentamiento que
es mucho más que la final entre el bueno y el malo (no, no hacemos spoilers,
por si nos está leyendo algún marciano). Toda la primera saga se construyó para
este momento y Lucas no defrauda con una tragedia griega de proporciones
cósmicas.
4. Han Solo es freezado (Episodio V - El
imperio contraataca)
El
personaje de Harrison Ford es congelado en carbonita, en una dramática escena
que nos dejó desde chocolates y jaboneshasta las cubeterasy fundas para celularesmás cool del imperio. Tranqui, Chewie: “Está vivo, y en perfecto estado de
hibernación”.
3. El comienzo (Episodio
IV - Una nueva esperanza)
En la vastedad del espacio, entra en cuadro una pequeña nave
rebelde y, atrás, un inconmensurable destructor a los tiros. ¿Hay alguna otra
película en la historia del cine con una introducción tan definitiva? En una
sola toma, Lucas presenta el conflicto y nos lleva a una galaxia muy muy lejana
de la que nunca queremos volver.
2. El asalto a la Estrella de la muerte
(Episodio IV - Una nueva esperanza)
Quizás el mayor clímax de
toda la saga: una batalla contrarreloj para salvar a la rebelión destruyendo la
más grande y mortífera máquina de guerra jamás creada. Quince minutos de
disparos, cazas rasantes, drama, muertes
y explosiones que le empardan despliegue y dramatismo a cualquier clásico
bélico convencional, y que nos dejaron el gran mantra universal para superar
todo desafío: “usa la fuerza”.
1. “Yo soy tu padre”
(Episodio V - El imperio contraataca)
El momento en el que George Lucas convierte una saga de
fantasía y acción en una tragedia interestelar. Luke Skywalker se enfrenta a su
némesis y descubre, al mismo tiempo, que su mentor Obi-Wan le había mentido, y
que en su sangre corre la más oscura verdad. “Únete a mí, y juntos dominaremos
la Galaxia como padre e hijo”. FAAAAAAHHHH.
Periodista, conductor y productor, especializado en espectáculos y cultura digital (música, cine, TV, tecnología, libros y tendencias).
Trabajé para más de 25 medios de Argentina y Latinoamérica, entre ellos TN.com.ar, FM 100, Rolling Stone, FM Rock & Pop, La Nación, Quiero Música TV, Radio Con Vos 89.9, Página/12, FM ESPN, Radio Nacional, El Cronista, PC Magazine, Brando, Apertura, 10Musica.com, Nacional Rock 93.7, IT NOW (Centroamérica), La Segunda (Chile), El Tiempo (Colombia), Open (México), Nación (Costa Rica) y más. Escribí el libro "LOSERS - Historias de famosos perdedores del rock", lanzado por Ediciones B (Penguin Random House - 2018).
Contacto: mpoter@gmail.com