miércoles, 23 de diciembre de 2015

Riff, Hermética, Las Pelotas y Attaque 77, también en vinilo

Cuatro álbumes fundamentales del rock nacional acaban de tener su edición en LP.



Casi en silencio, sin anuncios ni la cobertura mediática que mereció el lanzamiento en vinilo de la discografía de Gustavo Cerati, cuatro álbumes esenciales de la historia del rock nacional también tuvieron esta semana su respectiva edición en LP, en este caso por parte de DBN Discos.

Quizás la joya de esta primera selección sea Ruedas de metal. El debut de Riff, lanzado en 1981, significó una bisagra en la escena local y en la carrera de Norberto Napolitano, con el final de Pappo’s Blues y su introducción al hard rock (acompañado por Vitico, Boff y Michel Peyronel) influenciado por el sonido pesado y la imagen de cuero y tachas de bandas inglesas como Judas Priest y Saxon.

Grabado en apenas cuatro días, incluye algunas de las canciones que moldearon el metal criollo, como “No detenga su motor” y “Necesitamos más acción”, de los que se filmaron videoclips pioneros (¡vean los viejos y abandonados diques de Puerto Madero en “Necesitamos…”!). La banda lo presentó en vivo el 9 de julio de 1981 ante 3.500 personas en Obras, donde se habían colocado sillas en el campo, que terminaron en su mayoría rotas o bajo las suelas de un público que celebró el nacimiento del heavy argento como se debe: de pie y con los puños en alto en señal de cuernos.


El otro tesoro para los metaleros es Ácido argentino, de Hermética, que también tiene su versión en pasta negra: un formato y color que le sienta con justicia al segundo y más exitoso trabajo de la banda fundada por Ricardo Iorio; un álbum espeso, urgente, cargado de conciencia sociopolítica latinoamericana en pleno albor del menemismo. La visceral portada, con el Tío Sam ahorcando a la representación de la República Argentina, recobra vida y valor en tamaño 12 pulgadas.

Las otras reediciones son, también, dos rescates emotivos de aquellos primeros años 90: Corderos en la noche, el debut de Las Pelotas, y El cielo puede esperar, el salto a la masividad de Attaque 77. Arriba de éxitos como  “Donde las águilas se atreven” y “Hacelo por mí” (que bautizó el popular programa conducido por Mario Pergolini en Canal 9), los punks pasaron del under bonaerense a estrellas de la TV. Los viejos fans no se lo perdonaron (Ciro Pertusi llegó a ver pintada la puerta de su casa con la leyenda “Jugate con Ciro”), pero el grupo terminó ampliando su público con un disco que vendió 400.000 ejemplares y consiguió un lugar especial en el rock nacional.

Los cuatro vinilos ya están disponibles en disquerías a un valor promedio (por ahora y hasta que llegue la especulación con la reventa) de 500 pesos.




lunes, 21 de diciembre de 2015

Los 101 discos 2015




Por quinto año consecutivo, acá estamos con otra selección de 101 álbumes. Al igual que el período anterior, creo que 2015 nos deja sin grandes discos, ni futuros "clásicos", pero con una abundante variedad de excelentes obras. Lo positivo sigue siendo la emergencia de artistas que continúan desafiando límites, géneros y clasificaciones, más la alegría de (re)encontrar a viejas glorias en excelente estado. Son para destacar los muy buenos regresos de Keith Richards, Jean-Michel Jarre, Leftfield, The Sonics, Marc Almond, The Libertines y New Order.
Lo negativo pasó por el lado de la música nacional. A pesar de la fértil escena independiente local, este año no encontré obras que me resultarán suficientemente satisfactorias. Más allá de los buenos trabajos de Poseidótica, Fantasmagoria, Valle de Muñecas y Surfistas del Sistema, más un gran EP de El Mató a un Policía Motorizado y los destacados debuts de Los Acetones, Blazer, Ibiza Pareo y Coral Casino, entre otros, solo Gratitud, de Los Espíritus, se hizo de un lugar en mi extracto general del año. Será una cuenta pendiente para 2016. O no.
Como siempre, el resumen se divide en un Top 10 personal y, luego, una selección ordenada alfabéticamente. En esta oportunidad, sumé algunos comentarios y entrevistas que me tocaron hacer a muchos de los artistas listados. Descubran, disfruten, comenten, compartan y, sobre todo, si pueden, compren los álbumes que más les gustaron. Es la mejor forma para que este resumen crezca a mil y un discos pronto.

Mi Top 10



1. Father John Misty - I Love You, Honeybear



2. Hugo Race & True Spirit - The Spirit




3. John Grant - Grey Tickles, Black Pressure (Entrevista)



4. Steven Wilson – Hand. Cannot. Erase

No disponible en Spotify
Mi comentario en Rolling Stone:
"El último genio del prog ya había mostrado su recurrente obsesión por la alienación y su mirada crítica hacia los nuevos medios sociales en Fear of a Blank Planet, al frente de Porcupine Tree. Pero, en su cuarto trabajo solista, lleva sus temores más allá con un álbum conceptual inspirado en la historia de Joyce Vincent, una joven que fue alejándose de todos sus vínculos y falleció en completa soledad en pleno Londres, donde su cuerpo fue descubierto recién dos años más tarde. Wilson escribe desde una perspectiva femenina sobre la vida “interconectada” de hoy, conjuga el poder de King Crimson y Rush con el trip-hop y el Manic Street Preachers más popero, suma a la ecuación a una ex-Pop Idol (Ninet Tayeb) y pone a una mezzo soprano como Katherine Jenkins a, sencillamente, hablar. Los que se quedan aislados son los que dicen que el rock “progresivo” está muerto".

5. Man Without Country - Maximum Entropy



6. Sufjan Stevens - Carrie & Lowell

Mi comentario en Rolling Stone:
"Otro ejemplo de una crisis personal sublimada en fino arte. En 2012, el músico de Detroit perdió a su madre (con trastorno bipolar y esquizofrenia) y eso lo llevó a un viaje interior para repasar su infancia y sus sentimientos. De ahí, surgieron angustiosos y frágiles temas acústicos, lejos de los arreglos sinfónicos del celebradísimo Illinois (2010) y la electrónica de The Age of Adz (2010), que podrían revivir a Nick Drake. Ubíquese en la batea Música para la resiliencia".



7. Public Image Ltd. - What the World Needs Now...



8. Miguel – Wildheart



9. Deafheaven - New Bermuda



10. Kendrick Lamar - To Pimp a Butterfly

Mi comentario en Rolling Stone:
"El nuevo rey de la costa Oeste, como alguna vez su padrino Dr. Dre lo coronó, se consolida como uno de los artistas más sólidos y originales de la música negra contemporánea, en un álbum brillante y provocador de historias confesionales, autoconscientes, cargadas de críticas sociales y políticas sobre un fluir ecléctico e indescifrable de neo-soul y deep-jazz."



---- SELECCIÓN A-Z ----


11. Alabama Shakes - Sound & Color



12. Alela Diane & Ryan Francesconi - Cold Moon



13. Archy Marshall - A New Place 2 Drown



14. Aucan - Stelle Fisse



15. Baroness - Purple



16. Beach House – Depression Cherry

No disponible en Spotify

17. Belle & Sebastian - Girls in Peacetime Want to Dance (Entrevista)



18. Bill Fay - Who Is the Sender



19. Bjork - Vulnicura

Mi comentario en Rolling Stone:
"A base de cuerdas y beats, la islandesa teje una obra que sirve de hiperlink a los mejores momentos de su discografía: la ternura boreal de Vespertine, el volcán vocal de Medúlla, el art-pop abstracto de Homogenic y el sentimiento posthumano de Biophilia. Todas las Björk sonando al unísono".



20. Blur - The Magic Whip

Mi comentario en Rolling Stone:
"Pasaron 16 años desde que Damon Albarn, Graham Coxon, Alex James y Dave Rowntree hicieron música juntos, y su octavo álbum, lejos de un tentador “regreso a las fuentes”, es el sonido de cuatro tipos confortablemente confundidos en la tarea de redescubrirse. Unas fechas canceladas en Japón y Oriente los llevaron a Hong Kong para unas primeras sesiones, y la extrañeza de neón de la ciudad parece haberle otorgado la atmósfera ideal al disco: íntimo, melancólico sin nostalgia y exploratorio hacia el futuro. Como si fuera necesario irse muy lejos para encontrarse, The Magic Whip parece (salvando las distancias geográficas) la versión Perdidos en Tokio de Blur".
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21. Calexico - Edge Of The Sun



22. Carla Morrison - Amor Supremo



23. Chelsea Wolfe – Abyss



24. Chvrches - Every Open Eye



25. Claptone - Charmer (Entrevista)



26. Deadbeat - Walls and Dimensions



27. Deerhunter - Fading Frontier



28. Destroyer - Poison Season



29. Drenge – Undertow (Entrevista)



30. Duncan Sheik - Legerdemain



31. Editors - In Dream (Entevista)



32. Empress Of - Me



33. Ezra Furman - Perpetual Motion People (Entrevista)



34. Faith No More - Sol Invictus

Mi comentario en Rolling Stone
"La voz de Mike Patton luce elástica como siempre, el groove y el músculo de Bill Gould y Mike Bordin no perdieron tonicidad, y los muchachos de San Francisco derrochan vitalidad con weird-metal de épica progresiva y guitarras tarantinescas. 18 años después de Album of the Year, ¡’tas igual, Faith!".



35. Farao - Till It's All Forgotten



36. FFS - FFS



37. Flo Morrissey – Tomorrow Will Be Beautiful



38. Floating Points - Elaenia



39. Florence and The Machine – How Big, How Blue, How Beautiful



40. Gang of Four – What Happen Next

No disponible en Spotify

41. Gary Clark, Jr. - The Story of Sonny Boy Slim



42. Georgia – Georgia



43. Ghost – Meliora



44. Grimes – Art Angels



45. HEALTH - Death Magic



46. High On Fire – Luminiferous

No disponible en Spotify

Mi comentario en Rolling Stone:
"Hace 15 años que la banda de Oakland liderada por Matt Pike (exviolero de los fundamentales Sleep) viene puliendo su sonido sludge-stoner con un desquiciado imaginario de misticismo fumón (escuchen De Vermis Mysteriis, un álbum conceptual sobre un Jesús viajero del tiempo). Pero su séptimo trabajo es una obra maestra cargada de esoterismo y conspiraciones alienígenas que flotan en un averno de riffs espesos y crepitantes como la lava. Si solo tenés presupuesto para un disco de metal en estos meses, esta es tu elección".

47. Hot Chip - Why Make Sense



48. Hudson Mohawke – Lantern



49. Ibeyi – Ibeyi



50. Iron Maiden – The Book of Souls



51. Jamie Woon - Making Time



52. Jamie XX- In Colour



53. Jean-Michel Jarre - Electronica 1: The Time Machine



54. Jim O'Rourke - Simple Songs

No disponible en Spotify

Mi comentario en Rolling Stone:
"Este ex-Sonic Youth, productor héroe del indie (Stereolab, Wilco, Beth Orton, Joanna Newsom y más), compositor para películas y abanderado del sonido “artesanal” antidigital tiene varios trabajos solistas, pero este es su primer disco de “simples canciones”: un viaje a algún pub imaginario de los 70 donde bien podrían juntarse David Bowie, Randy Newman y Cat Stevens a hacer chamber-pop y jazzy-rock".

55. Joanna Newsom – Divers

No disponible en Spotify

56. John Carpenter - Lost Themes



57. John Metcalfe - The Appearance of Colour (Entrevista)



58. Kamasi Washington - The Epic



59. Keith Richards - Crosseyed Heart



60. Kitty, Daisy & Lewis - The Third (Entrevista)



61. Kurt Vile - b’lieve i’m goin down



62. Lana del Rey - Honeymoon



63. Leftfield - Alternative Light Source

Mi comentario en Rolling Stone:
"A dos décadas de haber creado uno de los álbumes fundamentales de la electrónica (Leftism) y tras 16 años de silencio, Neil Barnes and Paul Daley volvieron para recuperar lo que es suyo: un house oscuro y seductor, con la gravedad del dub y festividad narcótica del dance. Tras el decepcionante retorno de Giorgio Moroder, el dúo de Londres primerea en el género como el regreso del año".



64. Lianne La Havas – Blood



65. Liturgy - The Ark Work



66. Los Espíritus - Gratitud



67. Machinista – Garmonbozia



68. Marc Almond - The Velvet Trail



69. Maserati - Rehumanizer



70. Max Richter - From Sleep



71. Mercury Rev – The Light in You (Entrevista)



72. My Morning Jacket - The Waterfall




73. Muse - Drones 
Mi comentario en Rolling Stone:
"'¿Sos un dron humano? ¡Sí, señor!.. Tu culo ahora me pertenece”, grita Matthew Bellamy en “Psycho”, título más que descriptivo del ánimo psicopatoide de este Muse más pesado y perverso, obsesionado con la deshumanización, las guerras víajoystick, el control y la manipulación de masas. Como diría Philip K. Dick, “es extraño cómo la paranoia y la realidad pueden coincidir de vez en cuando”, en este caso, en un disco fenomenal".




74. Natalia Lafourcade - Hasta La Raíz (Entrevista)



75. New Order – Music Complete



76. Nicole Dollanganger - Natural Born Losers



77. Noel Gallagher's High Flying Birds - Chasing Yesterday

Mi comentario en Rolling Stone:
"Un álbum para responderse cada vez que surja la pregunta por la vuelta de Oasis: '¿Para qué?'”.



78. Oberhofer – Chronovision



79. Paul Weller - Saturns Pattern



80. Pearls - Pretend You're Mine



81. Protomartyr – The Agent Intellect



82. Pyramids - A Northern Meadow



83. Richard Hawley - Hollow Meadows



84. Roisin Murphy - Hairless Toys



85. Sleater-Kinney - No Cities To Love



86. Susanne Sundfør - Ten Love Songs



87. Swim Deep - Mothers



88. Tame Impala - Currents



89. The April Maze - Sleeping Storm



90. The Arcs - Yours, Dreamily



91. The Chemical Brothers - Born in the Echoes



92. The Libertines - Anthems for Doomed Youth



93. The Orb - Moonbuilding 2703 AD



94. The Sonics - This Is the Sonics

Mi comentario en Rolling Stone:
"Si la reunión de las riot grrrls Sleater-Kinney tras 12 años y su excelente No Cities to Love paró las crestas, la reaparición luego de casi ¡cinco décadas! de estas glorias detuvo los latidos. The Sonics fueron los antepasados de Mudhoney, The Cramps, Nirvana, Eagles of Death Metal, The White Stripes y gran parte de todas las bandas punk, garage y grunge antes de que esos géneros existieran. Como todos los animales prehistóricos, eran toscos, crudos, feroces y, 50 años más tarde, no han evolucionado. Un álbum para escuchar cuando los dinosaurios dominaban la Tierra".



95. The Weeknd - Beauty Behind The Madness



96. Tim Bowness - Stupid Things That Mean the World



97. Tobias Jesso Jr. - Goon

Mi comentario en Rolling Stone:
"Una de las revelaciones del semestre la dieron las baladas a piano y alma desnuda de este tímido canadiense con el sentido melódico del primer Paul McCartney y la hipersensibilidad de Harry Nilsson. Certero ataque al corazón".



98. Twin Shadow - Eclipse



99. Until the Ribbon Breaks - A Lesson Unlearnt



100. Wolf Alice – My Love is Cool



101. Zombi - Shape Shift




Anuarios pasados:



El final de The Draytones: “No entiendo qué quiere la industria”

La banda angloargentina se separa y dará su último show en Buenos Aires. Gabriel Boccazzi, su vocalista, repasa éxitos y dificultades tras diez años buscando lugar en un negocio musical cada vez más reducido.



La separación de un grupo siempre es una triste noticia, en especial para sus fans, pero la de The Draytones deja, además, una pequeña muesca en el orgullo argentino. Es el final para la aventura de un guitarrista criollo que viajó a Inglaterra sin nada y formó una banda que sería un parche musical en la historia de dos países cruzados por conflictos políticos y rivalidades futbolísticas.

Gabriel Boccazzi llegó a Londres “para estudiar composición en la Royal Academy of Music. Fui sin pensarlo dos veces y me quedé allá trece años. Sin querer queriendo, porque tenía expectativas”. A fines de 2005, conoció al baterista Luke Richardson y al bajista Chris Le Good y juntos dieron forma a un trío de frescura Beatle y espíritu mod garajero. Luego de apenas tres conciertos, ficharon para el incipiente sello 1965 Records, fundado por James Endeacott (ex Rough Trade y “descubridor” de The Libertines y The Strokes). Allí lanzaron su primer EP, Forever On, en 2007 y, un año después, el álbum debut Up In My Head, con la producción de Stan Kybert (Oasis, Björk, Massive Attack) y hasta con ediciones en vinilo, mucho antes de la actual fiebre por la pasta negra.

Por entonces, eran revelación para las revistas Mojo y NME y sonaban en programas de BBC Radio. Tocaron con The Hoosiers, The View, participaron de Glastonbury 2007, y Paul Weller los invitó a ser soportes durante su gira de 2008 por el Reino Unido, con la que llegaron a escenarios legendarios como el Hammersmith Apollo de Londres.

“Sabíamos que estábamos por buen camino y que las cosas se iban a dar —cuenta Boccazzi—. Pero en 2008 llegó una crisis que afectó a todo el mundo y después se hizo muy difícil. Aunque, de todas maneras, tocamos en las Islas Malvinas, hicimos giras en Francia, en España. No era que se había terminado todo. Pero es verdad que fue costando cada vez más”.

El grupo, con el agregado de Andy Pickering en teclados, fue noticia en nuestro país al realizar una serie de conciertos en el archipiélago en 2009, a partir de un excombatiente que impulsó la visita para colaborar en el proceso de integración entre los pueblos. “Cuando fuimos a tocar allá, hubo gente que pensó que lo hacíamos con intenciones políticas. Pero después te conocen y te calan: saben que lo hacés de todo corazón y se integran. Allá hay soldados que hacen el servicio, y en uno de los shows uno se puso a tocar la batería con nosotros. Es un lugar virgen, muy bonito, pero también muy desolador”, recuerda el cantante, para quien “el conflicto es heredado y afecta más que nada al argentino, no al inglés. Es un cambio que tiene que hacer el argentino, desde adentro. Antes de la guerra, nadie se enteró de que existían esas islas. Se tendrá que resolver diplomáticamente, como corresponde, pero la gente debería mantenerse al margen”.

Sin embargo, el panorama en la industria musical estaba cambiando. El momento de los grupos de guitarras retro se esfumaba y, así como muchas otras discográficas independientes, 1965 Records desapareció. El cuartero pasó, primero, a la plataforma de crowdfunding MyMajorCompany y, luego, fundó su propio sello, con el que lanzaron el EP Today’s Memories (2012). Poco después, los otros dos miembros fundadores abandonaron el grupo y fueron reemplazados por Pablo Scopinaro (bajo) y Steve Dawson (en batería).

Tras recientes años de difícil autogestión, la banda decidió darle un doble final a una historia de una década: primero, con un nuevo y último álbum (See What You Hear) y con un show despedida, que se realizará el próximo martes 22 en The Roxy Live (Niceto Vega 5542).

- ¿A qué se debe la separación?
- Es una mezcla de muchos factores. Todo se dio como para que le demos fin al proyecto. Lanzamos el último disco, no conseguimos entrar en la industria de la música y editamos todo de forma independiente, lo cual está muy bueno, pero empieza a ser muy agobiante. Hace diez años que estoy en la banda, y ya era hora de nuevos proyectos, nueva gente y empezar otra cosa. Decidí tocar el último concierto en la Argentina y no volver a Londres, sino quedarme un tiempo acá con familia y amigos. Creo que todo marcaba su final.

- De lo que decís se desprenden muchas preguntas, en especial en relación a la actualidad de la industria musical. ¿Cómo vivieron esa crisis? ¿Tuvo algo que ver, sumó su granito de arena, a la decisión?
- Cuando nos formamos, allá en 2006, ya teníamos un contrato discográfico. Ocurrió muy rápidamente en una época en que todavía la industria invertía en bandas que hacían rock y en la cual la gente iba a ver grupos en vivo. A partir de 2008, todo se fue muriendo. Un montón de sellos, inclusive en el que estábamos, 1965 Records, quebraron, y así se fue aniquilando la industria. Ahora está levantando un poco, pero no la entiendo; no sé qué es lo que quiere. Tuvimos muchas ofertas de discográficas, pero ¿sabés qué pasa? Nosotros producimos el disco, hacemos la tapa, todo: lo único que necesitamos es un sello que lo ponga afuera y lo promocione fuertemente. Y las ofertas que tenemos ni siquiera invierten en eso, entonces básicamente el artista está haciendo absolutamente todo. Después es muy fácil: lo lanzan como lo hacemos nosotros, pero todo el mundo saca un disco online. Si no viene alguien y me dice “OK, vamos a editar 3.000 vinilos”, no se justifica porque el resto lo hago yo. ¿Para qué querés un sello ahora? Quedó obsoleto. Entonces todo se hace cuesta arriba, todo es una gran inversión, y nosotros también vivimos en una ciudad como Londres, que es muy cara. Cada vez se hace más difícil mantenerse, pagar todo y lanzar un álbum. Nosotros no grabamos en una computadora en la casa. Vamos a un estudio, con cinta abierta, lo hacemos en análogo. Todo eso tiene un costo, y llega un momento en que te preguntás cómo sigue esta historia, porque, si la gente no compra discos, si no hay un sistema de prensa, nadie se entera. Pero, bueno, eso es solo una parte, no es el principal motivo por el cual la banda se disuelve. Desde luego, si hubiéramos tenido todo el rédito comercial, habría sido mucho más improbable que nos separáramos. Igual, como que después de diez años, yo necesitaba un cambio grande. Por eso decidí volver a Buenos Aires, estar un tiempo acá y no sé…

- Te noto desilusionado. ¿Vas a seguir vinculado a la música?
- La desilusión pasa por el lado comercial. Por el artístico, creo que Draytones es la mejor banda del planeta. Estoy supersatisfecho, y con el último disco también. Voy a formar otro grupo, aquí en Buenos Aires, y a seguir porque tengo un montón de canciones compuestas. Pensaba sacarlas con Draytones, pero, bueno, será con otra banda. La música sigue, eso no lo puedo evitar. 

- ¿Y esas canciones continúan con el estilo de Draytones?
- Siguen el mismo estilo, pero tengo la intención de producirlas más, porque The Draytones tiene un sonido en vivo, más crudo; no tenemos arreglos orquestales y despliegue en las grabaciones. Pero la canción seguirá siendo la misma, y, alguna vez en los shows, tocaré temas de The Draytones que son míos.

- ¿La relación con el resto de los integrantes es buena?
- Sí, es la mejor. Cuando vamos de gira nos matamos de risa, y me atrevo a decir que la relación era mucho mejor que cuando éramos un trío. La verdad, en ese sentido, creo que [la separación] es una pena.

- ¿Pudieron en algún momento vivir de la música?
- Sí, llegamos a eso. Cuando firmamos el contrato con 1965 Records, la industria en ese momento te daba un avance para que vos dejaras tu trabajo. Yo dejé mi laburo diario, en un café. Y eso era genial. Te decían que tenías que ir de gira a Escocia, te pagaban e ibas. Los sellos antes hacían eso: desarrollaban a las bandas artísticamente, y así es como uno progresaba y se hacía fuerte. Ahora eso ya no existe: ni a palos te dan plata para que dejes tu trabajo.

- ¿Y pensás que acá, en Buenos Aires, la situación va a ser diferente?
- La industria es igual en todos lados, y por eso digo que no es la principal razón por la que The Draytones se separa. Pero lo tengo que hacer igual, porque no voy a dejar mis canciones guardadas en un cuadernito. No se lo merecen, porque son buenas y tienen que ver la luz, así tenga que lanzarlas yo solo. Igual, acá en Buenos Aires todavía hay público de rock; la gente sigue yendo a ver bandas. En Londres ya no es tan así; lamentablemente cambió muchísimo la escena under. La gente está más en la electrónica, no hay tanta música en vivo como antes, que ibas a cualquier pub y veías a alguien tocando. No sé qué busca la gente, no sé en qué están invirtiendo, no me lo puedo explicar. Acá ves bandas chicas tocando en diferentes lados. Debe ser duro, como en cualquier lugar, pero bueno: hay que hacerlo igual.

- ¿Cómo será el show despedida?
El final será con temas del nuevo disco y con los clásicos. Ja, ja: decir “clásicos” es gracioso. Digamos los temas de siempre, y un setlist movido para que la gente baile y se acerque a nosotros. Vamos a ver si, después del concierto, nos ponemos a hacer una fiesta.

- Tengo el primer disco de The Draytones, que ahora va a valer mucho más…
- ¿En vinilo o en CD?

- En CD…
- Ni yo lo tengo en vinilo. Si lo tuvieras, tendrías una fortuna.



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miércoles, 16 de diciembre de 2015

Diez canciones con citas a Star Wars

Nos ponemos a tono para el estreno de Episodio VII con la desquiciada selección musical de una galaxia muy muy lejana.



The Aquabats – “Playdough”
Era imposible que los más nerds del ska no tuvieran una canción dedicada a la saga de George Lucas y acá está, con menciones a GreedoChewbaccaLukeR2-D2, HanC-3PO, YodaBoba Fett y Obi-Wan.


Blink-182 – “A New Hope”
Los punks californianos compusieron este tema para la Princesa Leia en su álbum Dude Ranch, de 1997. También tiene referencias a Tatooine, Alderaan, Endor, Han y Lando.


The Bloodhound Gang – “Fire Water Burn”
La monada de Pennsylvania incluyó menciones en varias de sus canciones: a Chewbacca en "Why's Everybody Always Pickin' On Me", a Obi-Wan en "Jackass" y a Luke Skywalker en "No Rest for the Wicked". Pero la mejor línea está en este hit de 1997: "Cause I'm kind of like Han Solo, always stroking my own Wookiee".


Eminem - "Stay Wide Awake"
El ex Slim Shady es otro fan que metió referencias en diversos de sus trabajos, como “Rain Man”, "Old Time's Sake" o "Rhyme or Reason", pero nos quedamos con esta canción de su disco Relapse (2009).


MC chris – "Fett's Vette"
Comediante, actor de doblaje, guionista (trabajó varios años para ciclos como Aqua Teen Hunger Force, Sealab 2021 y Space Ghost) y estrella del nerdcore que compuso esta oda al cazarrecompensas Boba Fett.


Queen – "Bicycle Race”
Freddie no creía en Peter Pan, Frankenstein o Superman ni le gustaba Star Wars. Solo quería andar en bicicleta.


Supernova  - “Chewbacca” 

La banda de sonido de la comedia Clerks tenía una selección del “rock alternativo” norteamericano de principios de los 90, como Alice in Chains, Soul Asylum, Bad Religion y el homenaje de estos punks al wookiee más pulenta del universo. 


Robbie Williams – “Viva Life on Mars” 
El ex Take That se transforma en un cowboy galáctico y se sube al Halcón Milenario en este track de su álbum Rudebox (2006): “Take a ride on your high horse / If the horse is blind, use the force / The falcon flies in two straight lines / Red five standing by / It's not a moon it's a space station”.


"Weird Al" Yankovic – “Yoda” y “The Saga Begins”
Quizás las dos más grandes cargadas a La guerra de las galaxias: una dedicada al pequeño maestro verde, con música de los Kinks, y otra que le pega a Episodio I con "American Pie", de Don McLean, como base. Que la fuerza te acompañe siempre, gran Weird Al, Jedi de la parodia, Lord del spoof hit.




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lunes, 14 de diciembre de 2015

Entrevista a Basement Jaxx: juntos a la par

Felix Buxton, del dúo electrónico de Londres, habla de paz, amor, baile y objetos voladores no identificados.



Si hay que definir a Basement Jaxx con un eslogan, debería ser el de united colors by dance. Desde Remedy, aquel explosivo debut de 1999, con su pantone de pieles en la portada, sus hits universales como “Red Alert” y “Bingo Bango” y sus clips multiculturales, Felix Buxton y Simon Ratcliffe integran bebop, soul, disco, reggae, salsa, ska, hip hop, funk, alma Motown y cuanto ritmo encuentren caminando al house de raíces neoyorkinas. Y lo hacen con más habilidad y espíritu que sus contemporáneos surgidos de la ola big beat, ya sean The Chemical Brothers, Fatboy Slim, Groove Armada o The Crystal Method.

“Este tipo de música tiene que ver con la unidad, con romper las barreras entre distintos lugares, con la expresión y la libertad, con la positividad, la paz y el amor. Eso siempre me atrajo y fue parte de la razón por la cual me metí en el house”, dice Buxton a Generación B.

Quince años y seis discos después, el ánimo integrador no ha cambiado. Tal es así que su último álbum de estudio se llama Junto (y no Together) y trata sobre las conexiones entre la humanidad. “Todos compartimos el deseo de ser felices, y para eso necesitamos tener una mente en paz y ser responsables de nuestras palabras y nuestros actos”, le dijo a la prensa durante su lanzamiento. El mensaje de unidad global los llevó hasta Paraguay, donde trabajaron con la Orquesta de Reciclados de Cateura, conformada por niños y adolecentes que escasos recursos que tocan con instrumentos fabricados con los desperdicios arrojados en ese vertedero de Asunción. Con ellos, grabaron parte del single “Power to the People”, que luego se transformó en un proyecto de colaboración mundial a través de un sitio web que permite que cualquier persona haga su propia versión del tema y la comparta online.

Lamentablemente, esa visita cercana no los trajo a nuestro país, donde grabaron el video del single “Good Luck” (2004) y donde pasaron por última vez ya hace seis años. “Me encanta Buenos Aires y quiero volver pronto — dice—. Recuerdo que había una tienda de ropa llamada Félix, y era muy gracioso porque tenía un montón de prendas con mi nombre grabado en la espalda. Me compré una campera de cuero, que todavía tengo”.

El dúo acaba de lanzar Junto Remixed, su primer álbum de remezclas, a cargo de Alex Metric, The Martinez Brothers, Luciano y otros artistas “que nos gustan y que es genial que les pidas participar y se involucren”, según Buxton. Y viene de realizar un concierto vinculado a la organización Peace One Day, “que trata de difundir la idea de detener la violencia para que, por lo menos por un día, todos piensen en la paz”.

Cuando empezaron, el house todavía era parte de una subcultura que se rebelaba a las normas. Hoy es un género establecido, con megafestivales auspiciados por multinacionales. ¿Fue un cambio para mejor o peor?

Es lo que es, así funciona. El underground siempre fue absorbido por el mainstream. Pasó con el disco, con el jazz, con el rock… Y lo que sucede es que la música suele terminar siendo un poco insulsa, y probablemente ahora nos encontramos en este punto.

¿Puede recuperar ese elemento de rebeldía y vanguardia?
Creo que el house es lo que es, no es nuevo como era antes; evoluciona, cambia, y también hay nuevas generaciones que encuentran su lugar. En el Reino Unido, surgió la escena grime, por ejemplo. Yo no puedo distinguir entre los distintos tipos de house; es música, es 4x4, algunas cosas tienen bajos, otras no, y ciertas cosas me gustan y otras no. Pero todavía hay gente que cree y que transmite su mensaje a través de la música. Las cosas son lo que son, y no podés desaprender lo que ya sabés. Así es la cultura. Por eso hay gente que escucha todo tipo de estilos, los chicos jóvenes tienen la mente muy abierta. Y es algo que siempre trato celebrar con Basement Jaxx. Te puede gustar el hip hop o cualquier otra cosa. No importa: es música y te va hablar de alguna manera.

Realizaron decenas de colaboraciones con grandes estrellas. ¿Hay algún artista al que hayan invitado a trabajar y les dijo que no?
Grace Jones es alguien con la que siempre quisimos colaborar, pero nunca logramos hacer algo. Le hicimos saber en muchas ocasiones que queríamos trabajar con ella, pero nunca se dio y siempre estuvo en la lista de deseos. Está bien: no tenía que ser.

¿Y al revés: gente a la que ustedes se hayan negado?

También sucedió alguna vez. Generalmente, porque no parecía factible, ya que era muy pop o algo así. Tiene que ver con el artista: si está demasiado orientado a lo comercial, entonces la música no sirve para el scratch, y no me interesa para nada.

Queremos nombres…

No, no. Je, je.

Junto fue descripto por muchos como un álbum de “regreso”, no solo a la escena después de cinco años, sino al house de sus comienzos. ¿Coincidís?
Sí, tomamos la decisión de volver al sonido del primer álbum, porque nos dimos cuenta de que el público lo quería y sentimos cierta responsabilidad de hacer lo que la gente le estaba pidiendo a Basement Jaxx.

Leí que el álbum está, en parte, inspirado luego de que viste un ovni. ¿Cómo fue esa experiencia?
Estaba en la misma habitación en la que estoy ahora, mirando por la ventana mientras hablamos. Tal vez vea otro, ahora, ja, ja. Fue por la tarde, y charlaba con una cantante. De repente, vi algo brillante que parecía metálico, en el medio del cielo de Londres. Lo miré por unos cinco minutos, más o menos. Tratamos de filmarlo con los teléfonos, pero no se ve. Y cuando miramos de nuevo, ya había desaparecido. Ahora sé que puede haber sido algún tipo de aparato militar, pero definitivamente parecía un plato volador. Y eso me fascinó y me llevó a buscar en Internet y a leer un montón de libros sobre los distintos aspectos de la conciencia. Justo en 2012 había mucha hablando de que era el fin de una era, el fin del calendario maya y el inicio de un nuevo mundo. Y eso me parecía apasionante, pensaba que era genial porque era lo que los seres humanos necesitaban.

Te escucho y no sé si sos un tipo espiritual o un hippie loco…

Ja, ja. Sí, soy bastante espiritual y también un poco hippie, no en el sentido de no trabajar y vivir arriba de una camioneta, sino por el pensamiento positivo. Uso la agresión, que es parte de todos nosotros, positivamente. Y, sí, soy muy espiritual e investigué mucho diferentes religiones. Por eso los mensajes y las canciones de Basement Jaxx son tan positivos. Claro que podés ser positivo y, también, estúpido. Eso hay que tratar de evitarlo.



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viernes, 11 de diciembre de 2015

Sinatra: 100 años en 10 canciones

“La voz” cumpliría un siglo y lo celebramos con una selección de los temas que definieron su discografía y sus vínculos con el rock.



“Night and Day” (1942)
Escrito por Cole Porter para el musical de 1937 Gay Divorce, llegó al número uno en los Estados Unidos en la voz de Fred Astaire. Fue el primer single de Sinatra como solista, y luego lo regrabó en otras cuatro oportunidades (una de ellas fue afectada por la fiebre disco de finales de los años 70). Ringo Starr, Everything But The Girl y U2 son algunos de los artistas del pop y el rock que la versionaron.


"I've Got You Under My Skin" (1956)
Otra de Cole Porter que “la voz” registró en varias oportunidades. La primera en 1956, en una versión big band, luego en 1963 (para el disco Sinatra’s Sinatra), una en vivo con la orquesta de Count Basie en 1966 (Sinatra at the Sands) y otra junto a Bono, incluida en Duets, de 1993. “Los rockeros aman a Frank Sinatra porque tiene lo que queremos: onda y actitud”, dijo el líder de U2 antes de entregarle el Grammy Legend Award en 1994 al hombre que, unas décadas antes, había calificado al rock and roll como “la forma de expresión más brutal, fea, degenerada y viciosa que he tenido el displacer de escuchar”.


“Witchcraft” (1957)
Escrita por Cy Coleman y Carolyn Leigh, pero considerada casi un original de Sinatra, ya que fue el primero en grabarla y la tenía siempre entre las favoritas de su repertorio. Se han hecho más de 60 covers, entre ellos a cargo de Marvin Gaye, Robert Palmer y una rara versión de Robert Smith, de The Cure, incluida en la banda de sonido de la película de Tim Burton Frankenweenie (2012).


“The Lady Is a Tramp” (1957)
Sinatra la interpretó en la película Sus dos cariños (Pal Joey), que lo tenía como protagonista junto a las bellezas de Rita Hayworth y Kim Novak. En 1993, la regrabó para Duets, con la intención original de que lo acompañase Ella Fitzgerald (quien también hizo una versión muy exitosa en los 50), pero estaba muy enferma y, en su lugar, se eligió a Luther Vandross. Cuando Sinatra escuchó la mezcla (la primera que se hizo para aquel disco), estuvo serio y callado hasta que terminó el tema y, entre lágrimas, soltó: “Eso fue maravilloso, absolutamente maravilloso”.
En 1968, Sinatra hizo una versión especial como un favor para Ringo Starr, que quería sorprender a su esposa Maureen Starkey (fanática del artista) en su cumpleaños. La canción, sin título oficial, es conocida como “Maureen is a Champ” y tiene letra personalizada (“She married Ringo, and she could have had Paul / That's why the lady is a champ… Though we've not met I'm convinced she's a gem / I'm just F.S. but to me she's Big M.”). Cuenta la leyenda que el cantante la grabó en Los Ángeles y que el disco se imprimió con el número de serie Apple 1, lo que técnicamente lo transforma en el primer single editado por el sello de los Beatles (incluso antes de “Hey Jude”) y en un objeto de valor incalculable. Se dice que el master fue destruido y que solo existen poquísimas copias, entre ellas la que el baterista le regaló a su mujer el 4 de agosto de aquel año. Sin embargo, un audio de mala calidad se puede escuchar hoy en YouTube.
La canción volvió a ganar popularidad en 2011, cuando Tony Bennett la interpretó con Lady Gaga para su álbum Duets II.


“Luck Be a Lady” (1963)
Frank Loesser la compuso en 1950 para el musical Guys and Dolls, y Marlon Brando la cantó en la versión fílmica de la obra. Pero, otra vez, el ex Rat Pack se la apoderó y la transformó en un clásico personal. En 1994, volvió a grabarla para el segundo volumen de Duets, con la Pretenders Chrissie Hynde.

        

“Fly Me to the Moon” (1964)
Sinatra hizo este clásico del jazz de Bart Howard cuando ya se habían grabado más de cien covers. Sin embargo, el suyo es el que quedó registrado en todo el universo y por siempre asociado con las misiones Apolo de la NASA, en años de plena carrera espacial, ya que fue la primera canción que se escuchó en la Luna, cuando el astronauta Buzz Aldrin la reprodujo al pisar el satélite en 1969. Tom Jones, Rod Stewart, Willie Nelson y la boy band Westlife son algunos artistas que la han versionado.


“Strangers in the Night” (1966)
Es la canción que le dio título a uno de los discos más vendidos de su carrera y la que lo devolvió al número uno del ranking tras más de un década, pero Sinatra la despreciaba: se rehusaba a cantarla en vivo y, alguna vez, dijo que era “un pedazo de mierda”.  Sin embargo, su voz y ese “doo-be-doo-be-doo” del final ya es patrimonio humanidad. Marc Almond, Aerosmith y Cake la han hecho, sin olvidar una espantosa versión disco de 1976 a cargo de Bette Midler.


“My Way” (1969)
El tema que quizás más lo identifica fue compuesto por Paul Anka, basado en “Comme d'habitude”, de Claude François. El músico la escuchó en la televisión durante una vacaciones en Francia y compró los derechos de adaptación y publicación por apenas un dólar. De vuelta en Nueva York, durante una madrugada, escribió una nueva letra en inglés específicamente pensada para Sinatra. Según Anka, su sello discográfico se quejó porque no se la quedó para él, pero les dijo a los directivos: “Puedo escribirla, pero no soy el indicado para cantarla. Era para Frank, para nadie más”. De todas formas, el cantante canadiense la grabó más tarde en varias oportunidades, en duetos con Julio Iglesias y Jon Bon Jovi, y hasta en español (“A mi manera”).
Elvis Presley hizo un cover en 1977, luego de años de incluirla en sus recitales. Pero quizás una de las versiones más extrañas y recordadas sea la de Sid Vicious, presente en la película de los Sex Pistols The Great Rock 'n' Roll Swindle.


“Theme from New York, New York (1980)
El himno a la “ciudad que nunca duerme” se compuso para Liza Minelli y el film de Martin Scorsese de 1977 que la tiene como protagonista, junto a Robert de Niro, pero se hizo realmente famosa cuando los viejos ojos azules la eligieron para su álbum Trilogy, de 1980. La regrabó 13 años más tarde para Duets, con Tony Bennett.
El tema tuvo algunas versiones muy particulares. Queen la hizo durante las sesiones de A Kind of Magic (1986), aunque solo se conocen los apenas 30 segundos que se pueden escuchar en el film Highlander. Cat Power la cantó en su disco Jukebox (2008) y Lady Gaga la interpretó con traje y sombrero el pasado domingo, durante el concierto de los Grammy en celebración a los 100 años de la leyenda.  


“Mack The Knife” (1984)
En su último disco como solista (L.A. Is My Lady), Sinatra incluyó esta eterna murder ballad con un golpe de humor autorreferencial: “Louis Armstrong, Bob Darin / hicieron buena esta canción, Lady Ella también / Todos la cantaron con tanto sentimiento / Que estos viejos ojos azules no le van a agregar nada nuevo”. Nick Cave, Marianne Faithfull, Brian Setzer, Michael Bublé, Mark Lanegan y Robbie Williams son algunos de los que, para bien o mal, le dieron su impronta en los últimos años.



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miércoles, 2 de diciembre de 2015

Diez momentos épicos de Star Wars

Repasamos las grandes escenas de la saga, preparándonos para el estreno de Episodio VII



10. El campo de asteroides (Episodio V - El imperio contraataca)
Han Solo demuestra que puede ser el Michael Schumacher de la galaxia al meterse en un granizado estelar para escapar de unas naves imperiales, en una persecución para ajustarse los cinturones de la butaca. ¡Roca n’ roll!


9. El nacimiento de Darth Vader (Episodio III - La venganza de los Sith)
Aunque no esté a la altura de la saga original, la trilogía precuela ofrece excelentes momentos. Y si hay uno que merece estar en el top ten general es este, equiparable a cualquier clásico del terror. De los despojos quemados de Anakin Skywalker, los restos de apenas un hombre, el Emperador crea un monstruo tan poderoso como atormentado. Otra que Frankenstein, George Lucas.


8. La fosa de Carkoon (Episodio VI - El regreso del jedi)
Han, Luke y Chewbacca están a punto de transformarse en comida del temible Sarlacc. “En su estómago, encontrarán una nueva definición de dolor y sufrimiento al ser digeridos durante mil años”, cancherea Jabba the Hutt, antes de que R2-D2 y compañía le pinchen la ejecución. Una escena que tiene todo lo que más nos gusta de Star Wars: criaturas exóticas y horripilantes, peleas con sables láser y la princesa Leia en bikini.


7. Yoda entrena a Luke (Episodio V - El imperio contraataca)
El joven héroe termina en los pantanos de Dagobah, donde un sabio viejito verde lo adiestrará en las artes Jedi. Ejercita el poder del cuerpo y la mente, pero no consigue emplear la fuerza que lo rodea para rescatar a su X-Wing sumergido. El anciano cierra sus ojos y lo eleva de las profundidades como magia. “No puedo creerlo”, dice un Luke boquiabierto. “Es por eso que fallas”, responde Yoda. Maestro.


6. La cantina (Episodio IV - Una nueva esperanza)
Luke y Obi-Wan se meten en un peligroso antro de malandras espaciales en busca del piloto más rápido del sistema estelar. No solo es la presentación de Han Solo: es el instante en que La guerra de las galaxias se convierte en un western mitológico.


5. Luke vs. Darth Vader (Episodio VI - El regreso del Jedi)
Luego de la revelación que nos dio El imperio contraataca, estábamos en vilo por este enfrentamiento que es mucho más que la final entre el bueno y el malo (no, no hacemos spoilers, por si nos está leyendo algún marciano). Toda la primera saga se construyó para este momento y Lucas no defrauda con una tragedia griega de proporciones cósmicas.


4. Han Solo es freezado (Episodio V - El imperio contraataca)
El personaje de Harrison Ford es congelado en carbonita, en una dramática escena que nos dejó desde chocolates  y jabones hasta las cubeteras y fundas para celulares más cool del imperio. Tranqui, Chewie: “Está vivo, y en perfecto estado de hibernación”.


3. El comienzo (Episodio IV - Una nueva esperanza)
En la vastedad del espacio, entra en cuadro una pequeña nave rebelde y, atrás, un inconmensurable destructor a los tiros. ¿Hay alguna otra película en la historia del cine con una introducción tan definitiva? En una sola toma, Lucas presenta el conflicto y nos lleva a una galaxia muy muy lejana de la que nunca queremos volver.

 

2. El asalto a la Estrella de la muerte (Episodio IV - Una nueva esperanza)
Quizás el mayor clímax de toda la saga: una batalla contrarreloj para salvar a la rebelión destruyendo la más grande y mortífera máquina de guerra jamás creada. Quince minutos de disparos, cazas rasantes,  drama, muertes y explosiones que le empardan despliegue y dramatismo a cualquier clásico bélico convencional, y que nos dejaron el gran mantra universal para superar todo desafío: “usa la fuerza”.

1. “Yo soy tu padre” (Episodio V - El imperio contraataca)
El momento en el que George Lucas convierte una saga de fantasía y acción en una tragedia interestelar. Luke Skywalker se enfrenta a su némesis y descubre, al mismo tiempo, que su mentor Obi-Wan le había mentido, y que en su sangre corre la más oscura verdad. “Únete a mí, y juntos dominaremos la Galaxia como padre e hijo”. FAAAAAAHHHH.



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