viernes, 25 de febrero de 2011

Cine: Los estrenos destacados de la semana

127 horas


El año pasado el cine nos entregó dos destacados “unipersonales al límite”, esos que muestran la lucha de un protagonista por superar una situación crítica para su vida: la claustrofóbica Enterrado, del español Rodrigo Cortés, y esta nueva cinta del director inglés Danny Boyle (Trainspotting, ¿Quién quiere ser millonario?). Por qué esta es una de las candidatas al Oscar a mejor película, siendo una obra de menor intensidad emocional e interpretativa que la primera, es algo que puede tener respuesta en el caprichoso gusto de los miembros de la academia.

Pero hay un elemento clave en esta elección: 127 horas está basada en un hecho real, la odisea del ciclista y montañista Aron Ralston, que queda atrapado por cinco días en un cañón de Utah al desprenderse una enorme roca que aprisiona su mano. Solo, incomunicado y con los víveres agotados, toma una drástica decisión para salvarse.

El manual básico de estilo para una historia de estas características indicaría, quizás, un film oscuro y con abuso de imágenes fuertes con el objeto de sensibilizar al espectador y transmitir la desesperación de la situación. Pero Boyle se las ingenia para comunicar lo mismo haciendo todo lo contrario: 127 horas es una película luminosa, de colores sobrexpuestos, flashbacks, música pop (un sello de Boyle) y una estética cercana al videoclip, elementos que, es verdad, generan cierta “artificialidad” al relato y a la correcta interpretación de James Franco. Pero son recursos que están en sintonía con la personalidad del protagonista y el mensaje del film. 127 horas no es un drama sobre una tragedia, es una aventura sobre la resiliencia: la capacidad de sobreponerse a la adversidad.


Amigos con derechos



Por esas cosas locas de la agenda de estrenos locales, podemos tener en cartelera a un mismo actor en dos papeles muy diferentes (lo cual, a veces, es tan divertido como terrible). En este caso, podemos ver a Natalie Portman como una bailarina al borde de la locura en el recomendado psycho-trhiller El cisne negro, por un lado, y por el otro como protagonista de esta liviana comedia romántica.

En realidad, la bella actriz es lo único rescatable de este film sobre los dilemas del amor en los tiempos modernos. Ella es una médica descreída del romanticismo que, luego de muchos años, se encuentra con Adam (el insufrible Ashton Kutcher), un amigo de la infancia que ahora es productor de TV. Se acuestan y, al otro día, deciden continuar la relación en los términos de lo que los norteamericanos llaman friends with benefits: solo diversión, nada de enamorarse. Pero ¿hay amistad después del sexo? ¿Y puede haber vínculos así, sin las “ataduras” del amor?

Lo que es seguro es que aquí hay un film tan previsible como olvidable, no porque se trate de un tema trillado o superficial, sino por la sencilla razón de que con una colección de gags y personajes caricaturizados no se hace una comedia. En el cine, como en la vida, puede que haya sexo sin amor, pero no hay buenas películas sin un buen guión.


Biutiful


Alejandro González Iñárritu divide aguas en el público y la crítica. Algunos destacan la cruda poesía con la que aborda los aspectos más bajos de la condición humana, mientras otros denuncian que su cine se regodea en esas miserias, que es solemne o manipula al espectador.

En lo personal, disfruto de las obras del director mexicano, más allá de que a veces peque de pretencioso, moralista y algo morboso en su constante abordaje de las calamidades del mundo. En este sentido, Biutiful es una película 100% Iñárritu, aunque construida de una manera diferente a sus obras anteriores: un único relato lineal y casi cronológico en lugar de ser coral y fragmentado, como los de 21 gramos y Babel.

Aquí, Javier Bardem encarna a Uxbal, tipo relacionado al turbio negocio de la inmigración ilegal y el trabajo esclavo en España, y con el don de poder hablar con los muertos, que un día es diagnosticado de cáncer terminal y decide replantear su vida, en especial la relación con su esposa (en la piel de la argentina Maricel Álvarez), bipolar y alcohólica, y sus dos hijos. Peor, imposible.

A caballo de una enorme actuación de Javier Bardem (el más duro contendiente de Colin Firth, de El discurso del rey, por el Oscar a mejor actor), y filmado en un estilo cercano al documental, Biutiful es una película sobre la vida a la luz de la muerte y la redención. Dura, extenuante, hermosa o despreciable, según el ojo con que se mire.

jueves, 24 de febrero de 2011

Oscar: conocé a los nominados a mejor música

Quiénes son y qué hicieron los que pugnan por la estatuilla a mejor banda de sonido original; sus vínculos con el pop y el rock, y qué posibilidad de ganar tienen.


El domingo 27 de febrero es el gran día: una nueva ceremonia de entrega de los premios Oscar se llevará a cabo. Mientras todos discuten qué película ganará, si Red Social, si El cisne negro, si Natalie Portman será la mejor actriz o no, si el mejor director es este o aquel, nosotros nos concentramos en una categoría en especial, la destinada a premiar a la mejor banda de sonido original. Así, días antes de conocer al ganador, hacemos un repaso por cada uno de los nominados, cuáles son sus vínculos con la música más allá del cine y qué posibilidades tienen de triunfar...

1) Hans Zimmer, por El Origen (de Christopher Nolan)

Da la sensación de que no hay película que no tenga música de este prolífico "tanque alemán", que ha compuesto para más de 120 obras tan diversas como Rain Man, Thelma y Louise, La delgada línea roja, El caballero de la noche y El rey león (que le valió un Oscar). Su trabajo para El Origen es, quizás, lo mejor de su carrera: una fanfarria electrónica, tan misteriosa como críptica y romántica, que se acopla a la perfección con la aventura onírica de Nolan sin perder cohesión ni coherencia como obra individual. "Time", la canción de la escena final, con la guitarra del ex The Smiths Johnny Marr, suena a futuro clásico de película.

Conexión rockera: Zimmer tiene un pasado popero y ochentoso. Tocó con The Buggles y hasta se lo puede ver en el histórico clip del hit "Video Killed The Radio Star". También formó Camera Club, con Bruce Woolley (ex Buggles) y Thomas Dolby (quien se haría famoso como solista con "She Blinded Me With Science"), y Helden, junto a Warren Cann, batero de Ultravox. Ya como consagrado autor de música para films, continuó trabajando con artistas del pop y el rock, como la vocalista Lisa Gerrard (ex Dead Can Dance) para Gladiador, y Robbie Williams (en la canción de la comedia Johnny English), entre otros.

Chance de ganar: Media. Que el filme no sea uno de los favoritos a "mejor película" y que Nolan no esté nominado a "mejor dirección" (una locura) le quita posibilidades. Pero la banda de sonido se corta sola y puede ser premiada, también, como un reconocimiento a la carrera de Zimmer.

Qué otras cosas escuchar: El mencionado score para Gladiador, con Gerrard, es un must. Pero toda su discografía es riquísima. Conocé un poco de todo lo que hizo acá.

Hans Zimmer y Johnny Marr tocando "Time" en la premiere de El Origen




2) Trent Reznor y Atticus Ross, por Red social (de David Fincher)

La posibilidad de que el vocalista y cerebro de Nine Inch Nails, principal exponente de un género tan relegado como el rock industrial, pueda alzarse con un Oscar es una de las pequeñas grandes sorpresas que dieron las nominaciones de este año. El trabajo ya obtuvo un Globo de Oro y este año la dupla volverá a trabajar con Fincher en la música de The Girl with the Dragon Tattoo, adaptación estadounidense de la película basada en el primer libro de la exitosa saga Millennium, de Stieg Larsson.

Conexión rockera: Creo que no hace falta abundar en este punto, ¿no?

Chance de ganar: Relativa. Si nos basamos en el histórico conservadurismo de la Academia, el estilo oscuro y futurista del soundtrack tiene pocas posibilidades. Pero este año hay mucha juventud entre los nominados (incluso la gala será conducida por James Franco y Anne Hathaway, de 32 y 28 años respectivamente), quizás una señal de "modernización" de la entidad y, por ese lado, Reznor quizás termine bañado en oro.

Qué otras cosas escuchar: Bueno, si todavía no le pusiste el oído a The Downward Spiral de NIN (1994) hay un vacío importante en tu vida. Otra cita obligada es el EP debut de How To Destroy Angels, la banda que reúne a Reznor, su mujer Mariqueen Maandig y Ross.



3) John Powell, por Cómo entrenar a tu dragón (de Chris Sanders y Dean DeBlois)

Este compositor canadiense trabajó con varios estilos y músicos, entre ellos con su competidor de "terna" Hans Zimmer, pero es un especialista en cine de animación: P ollitos en fuga, Bolt, Happy Feet, Kung Fu Panda y las tres Era de hielo son algunas de las obras que llevan su sonido. Para esta historia de fantasía vikinga de los estudios DreamWorks, Powell creó una banda sonora medieval, tan épica como infantil, con la mágica participación de Jónsi, vocalista de Sigur Rós, y su tema "Sticks & Stones".

Conexión rockera: Powell viene de otro palo, tiene formación como violinista y llegó a tener una banda de soul llamada The Fabulistics en su juventud. En realidad, lo que rockea son las películas en las que trabajó: Contracara, Shrek, Sr. y Sra. Smith y X-men: La batalla final, entre otras. ¡Rocanrrollnnnn!

Chance de ganar: Muy difícil. Es su primera nominación de la Academia y va contra pesos muy pesados.

Qué otras cosas escuchar: Sin dudas, sus obras de la trilogía Bourne, especialmente para La supremacía Bourne: orquesta, colchones electrónicos y heavy drums que llegan al jungle persecutorio. Encima, incluye "Extreme Ways", de Moby, canción sello del desmemoriado y letal agente secreto.

Jónsi - "Sticks & Stones"



4) Alexandre Desplat, por El discurso del rey (de Tom Hooper)

Quizás uno de los más grandes compositores clásicos modernos. El francés da clases magistrales en La Sorbonne y en el Royal College of Music y es un especialista en esas bandas de sonido que parecen imperceptibles durante el film, pero que son el alma de la película. Viene de cerrar un año con tres grandes obras: la música para El escritor oculto (de Roman Polanski), Harry Potter y las reliquias de la muerte - Parte 1 y El discurso del rey, que lo deja acariciando su primera estatuilla.

Conexión rockera: Desplat es conocido por su trabajo en Luna nueva, la segunda entrega de la saga Crepúsculo, donde sus románticas y vampirescas composiciones conviven con canciones de Muse, The Killers y Thom Yorke, entre otros. Pero también tiene antecedentes en el pop francés, como ser autor de "Love, etc.", interpretada por Charlotte Gainsbourg.

Chance de ganar: Muchas. Desplat acaba de ganar un BAFTA a mejor música y corre con el caballo del comisario, ya que El discurso del rey cosechó premios internacionales como soja y es una película 100% "made for the Oscar".

Qué otras cosas escuchar: En lo personal, me gusta mucho su trabajo para Syriana (de Stephen Gaghan, 2005). Pero la banda de El Fantástico Sr. Zorro, film de animación cuadro por cuadro de Wes Anderson basado en la novela infantil homónima, es una muestra de la versatilidad de Desplat, en la que viste a la orquestra tradicional de guitarras, banjos e instrumentos de la música sureña norteamericana y todo suena a granjeros okupas en el Colón.



5) A.R. Rahman, por 127 horas (de Danny Boyle)

Si los hindúes no tuviesen a Sarasvati como deidad de la música, Rahman podría ocupar su lugar. Símbolo de Bollywood, le puso su sello para más de cien films y es uno de lo artistas más vendedores de la historia. Considerado el "Mozart de Madrás" (Chennai, su ciudad nativa) y una de las 100 personas con más influencia en el mundo por la revista Time, alcanzó popularidad mundial con el hindú-hopero score de otra película de Boyle, ¿Quién quiere ser millonario? (2008), por la que obtuvo dos Oscar.

Conexión rockera: Trabajó con diversos artistas internacionales como Vanessa-Mae, Pussycat Dolls, Usher y miembros de A-ha y Travis. Su colaboración más renombrada es con M.I.A. en la canción "O. Saya", incluida en la anterior cinta de Boyle. Para 127 horas hizo dupla con Dido en la bella "If I Rise", nominada a mejor canción original.

Chance de ganar: Pocas. Rahman sorprendió hace dos años llevándose merecidamente las estatuillas a mejor música y mejor canción, pero es difícil que ahora repita.

Qué otras cosas escuchar: Rahman parece tener seis manos y es difícil seguir su prolífica discografía. La revista Time consideró su primer soundtrack, para el film Roja, una de las diez mejores bandas de sonido de todos los tiempos. Para tener una idea más general de lo que hace, acá hay un "Best of".

Dido y A.R. Rahman - "If I Rise"



Leer en Rolling Stone >>

jueves, 17 de febrero de 2011

INXS en Buenos Aires: el hit inmortal

Los australianos, con el canadiense J.D. Fortune en voz, se presentaron anoche en el Luna Park e hicieron lo que mejor saben: entretener con sus grandes éxitos.


¿A qué fueron los que asistieron anoche al recital de INXS, de este INXS? ¿A ver una banda emblemática? ¿A ver una banda emblemática más un cantante? ¿A comparar en vivo a J.D. Fortune con Michael Hutchence? ¿A gritar "Maikeeell, Maikeeeeeelll"? ¿A bailar y apretar con la novia/o (bueno, ya esposa/o)? ¿A recordar los viejos buenos tiempos, aquellos años de nuevas sensaciones, y emocionarse hasta las lágrimas (amargas, je)? Quizás a un poco de todo esto, pero sobre todo, a ver un espectáculo. Y eso es algo que INXS, aquel y este INXS, siempre supo dar. Desde esa primera impresión en el Festival Rock & Pop de 1985, hasta el olvidable recuerdo de 2002 con el aún más olvidable Jon Stevens como frontman; pasando por la tragedia de una pérdida irrecuperable y el desparpajo de un reality show, el grupo australiano siempre supo que esto es, sobre todo, entretenimiento. Y ayer a las 21:30, el telón del escenario porteño se corrió una vez más e INXS, este INXS, salió a continuar el show.
Los tres hermanos Farris, en look CQC y clave batucada, abrieron un juego que desembocó en la explosiva "Suicide Blonde", con Fortune emergiendo a escena como un crooner con galera. La batería de clásicos se embaló con "Devil Inside", "Mystify" y "Listen Like Thieves". "Afterglow" trajo algo contemporáneo al repertorio, pero rápidamente el sonido volvió a los 80 con "Love Is (What I Say)", una joyita recuperada del álbum The Swing (1984). Después llegaría una versión desenchufada de "Don't Change", a cargo solo de los miembros originales, y la artista invitada de la noche: Deborah de Corral, con una folkie "New Sensation" (incluida en Original Sin, nuevo disco de reversiones con distintos vocalistas que la banda está presentando) que generó una tibia y respetuosa respuesta del público.
Tras una etérea y dramática "Beautiful Girl" con Fortune otra vez al frente, "Mediate" trajo de vuelta la electricidad al show y el sexteto dejó los formalismos de lado. Chau trajes y corbatas, hola a la vestimenta rocker (sombreros de cowboy y hasta cascos de aviador incluidos), y los australianos arremetieron con lo mejor de su arsenal: "Need You Tonight", "Bitter Tears", "Not Enough Time", "Disappear", "Original Sin", "What You Need", nuevamente "New Sensation" (pero à la old school) y la siempre conquistadora "Never Tear Us Apart".
A esta altura, poco pesan las dudas y cuestionamientos que pueden rondar por las cabezas. Si este INXS parece una banda de covers de sí misma o no. Por qué hace diez años que permanecen en un estado de permanente interpretación y reinterpretación de su pasado en lugar de evolucionar. O si J.D. Fortune será, finalmente, una voz hacia el futuro o solo un efectivo ejecutor que no desentona con uno de los catálogos pop más sólidos (y sacros) de los últimos 25 años. El cierre, otra vez con "Don't Change", pero ahora en actitud punk, suena como un mensaje en respuesta a esos pensamientos.

jueves, 3 de febrero de 2011

Cine: Los estrenos destacados de la semana


El avispón verde

No nos dan un poco de paz, ni siquiera en vacaciones. Estamos a 3 de febrero y ya tenemos un gran candidato a peor estreno del año. ¡Esto es trabajo insalubre! Pero, bueh: ahí vamos.

Surgido en la década de 1930 como show radial, el Avispón Verde se hizo algo más popular hacia fines de los 60 como una serie de televisión protagonizada por Van Williams en el papel del magnate editor de un periódico que decide hacer justicia haciéndose pasar por delincuente para infiltrase en las redes criminales, acompañado de su fiel asistente Kato, encarnado por la hoy leyenda de las artes marciales Bruce Lee.

Cuatro décadas más tarde, el personaje es desempolvado para una nueva generación con una adaptación al cine que, al menos en la intención, es buena: no replicar la típica película de héroe de cómic a lo Batman, sino parodiar el género en el marco de una comedia de súper acción. Pero el film tiene dos grandes fallas:

1) Demasiado Seth Rogen: el comediante canadiense, conocido por sus trabajos en Superbad y Virgen a los 40, no solo encarna al vengador enmascarado, sino que también es coguionista y coproductor del film. Quizás demasiado trabajo afectó tanto su performance actoral, que se ve incómoda, como la calidad de la historia y los diálogos, por momentos soporíferos.

2) Muy poco Michel Gondry: el director francés, autor también de Eterno resplandor de una mente sin recuerdo y La ciencia del sueño, está desaparecido. Su particular técnica de filmación y ese estilo visual onírico tan reconocido por sus innovadores videoclips para artistas como Björk, Radiohead y The White Stripes, solo emergen en unas pocas escenas que te despiertan.

El resultado es una película que luce desaprovechada, incluso en el inerte uso del 3D. Ni siquiera el pequeño pero simpático rol de Cameron Diaz (Loco por Mary) o la intervención del gran Christoph Waltz (Bastardos sin gloria), en el papel de archienemigo, consiguen salvar a un avispón al que conviene “echarle flit”.


Conocerás al hombre de tus sueños

Tengo casi una buena noticia: Woody Allen casi hizo una buena película. Esta “comedia triste”, como el mismo director la definió, está entre lo más rescatable de su despareja “filmografía europea”, hogar de su autoexilio profesional y escenario de algunas de sus obras más desafortunadas, como Scoop, Cassandra´s dream o Vicky Cristina Barcelona.

En esta oportunidad, el creador de clásicos como Dos extraños amantes, Manhattan y La rosa púrpura del Cairo vuelve a Inglaterra para mostrar la crisis de dos matrimonios de una misma familia burguesa de Londres: uno representado por Gemma Jones (Harry Potter) y Anthony Hopkins (El silencio de los inocentes), quien se divorcia luego de 40 años para casarse con una joven prostituta. El otro centrado en la hija de estos, a cargo de Naomi Watts (La llamada), harta de su marido, un escritor en desgracia protagonizado por Josh Brolin (Sin lugar para los débiles), y enamorada de su jefe, un galerista en la piel de Antonio Banderas (Evita).

Apelando al relato coral de un elenco envidiable, Allen reflexiona con ironía sobre las crisis generacionales y saca a relucir su habilidad para leer las neurosis de la clase media-alta, su recurrente hipocresía o doble moral y su apego a la fantasía y el misticismo para evadir la realidad. Pero el problema del film es su falta de solidez y resolución. Por momentos, parece una colección de tics o ecos del mejor Allen, una cinta confeccionada a partir de “momentos” de su filmografía. Quizás eso es lo que hace a Conocerás al hombre de tus sueños una obra reconocible, disfrutable y, al mismo tiempo, inconsistente.


Lazos de sangre

Cada vez estamos más cerca de la entrega de los premios Oscar y, por eso, las distribuidoras locales apuran el estreno de las candidatas que aún no habían llegado a las pantallas nacionales. Lazos de sangre es una de ellas y acaso la “sorpresa”, con cuatro nominaciones incluida la de mejor película (aparte de haber sido galardonada en varios festivales internacionales).

Esta es la historia de una chica de 17 años, a cargo de su madre y sus hermanos, que debe encontrar a su padre, desaparecido luego de poner su casa como parte de la fianza para su libertad. Con el riesgo de quedarse sin hogar, la joven emprende una búsqueda en la que enfrentará los peligros de una familia de granjeros que esconde un sórdido secreto tras un pacto de silencio.

A caballo de la gran actuación de Jennifer Lawrence (una verdadera revelación), Lazos de sangre es una cinta ardua, áspera, de cierto corte documentalista en el retrato de los personajes y en su temática: el abordaje de la marginalidad y la miseria en las zonas rurales de Estados Unidos, donde escasea el trabajo, apremia el hambre y el narcotráfico y la drogadicción son más vías de supervivencia que de escape. Y todo sin golpes bajos, juicios o solemnidades: solo la cruda descripción de una realidad que no se suele ver a menudo en el cine norteamericano. Quizás esa sinceridad sea el mayor premio de tenga este recomendable film.