miércoles, 30 de diciembre de 2009

Las 10 mejores películas de sci-fi de la década


Ya que estamos de recuento, no quería dejar de repasar el cine que más me gusta: el de ciencia ficción. Por suerte, el género gozó de buena salud este decenio, pero más por cantidad que por calidad. La verdad, me resultó difícil elegir diez películas realmente buenas de sci-fi de estos años en los que sobraron cintas vergonzosas (Battlefield Earth, Alien vs. Predator) y refritos de dispar resultado (The Invasion, War Of The Worlds, The Day the Earth Stood Still, entre otras). Creo que el sci-fi no quedó exento de la pobreza general que afectó al cine en estos tiempos, pero eso no significa que no tengamos grandes películas. Acá están:

1. District 9
El armamento hollywoodense, el espíritu "indie" y un collage de técnicas en manos de un director novato para hablar sobre la xenofobia desde un nuevo ángulo. Distric 9 reúne tanto lo mejor como lo peor del cine de esta década y lo hace funcionar, recuperando el mensaje del sci-fi clásico desde un lenguaje moderno y convirtiéndose en un blockbuster de culto.

2. Children of Men
Ni un cataclismo climático, ni un meteorito, ni una profecía maya. Alfonso Cuarón plasmó la más terrible catástrofe jamás mostrada en el cine: la extinción de la humanidad por infertilidad global. El director mexicano retrata de forma vívida y contundente un mundo gris que se deshace ante nuestros ojos entre el autoritarismo, la violencia y la xenofobia que acarrean la falta de esperanza de toda una raza, y el valor de la vida, más allá de géneros, creencias y nacionalidades. Brillante.

3. Solaris
Todavía estoy esperando una adaptación fiel a la gran obra de Stanislaw Lem, pero la relectura que ofrece Steven Soderbergh, centrada en el drama amoroso del protagonista principal, es tan original como respetuosa del libro. Película un tanto ignorada en su momento, merece ser rescata de la memoria para darle una nueva vida. Tal como lo haría el planeta-ente de la historia.

4. Artificial Intelligence
La historia de un niño robot que, en busca del amor de su madre, irónicamente se convierte en el último vestigio de humanidad. Paradójicamente, esta versión cibernética de Pinocho también hizo que Steven Spielberg se transformara en la última huella de Stanley Kubrick en este mundo. Otro film para reivindicar.

5. Wall-E
Solo Pixar (capaz de ponerle emociones a una lámpara) podía hacer un film que homenajea al cine mudo, critica el american way of life , hace un alegato ecologista, reparte propaganda cristiana y define un nuevo estándar en la animación digital de la mano (o de las pinzas) de un robotito. Wall-E no solo es una de las mejores películas de ciencia ficción de esta década: es un clásico de la pantalla grande.

6. Moon
La opera prima de Duncan Jones, hijo de David Bowie, pone un ojo sobre la soledad y la búsqueda de la identidad, mientras con el otro se la pasa guiñando a toda la cinematografía sci-fi. Como ya dije en otro post, el Major Tom estaría orgulloso.

7. Minority Report
Excelente adaptación de un cuento corto de Philip K. Dick en la que Steven Spielberg se da el lujo de hacer un policial de anticipación à la Blade Runner. Quizás todavía falten unos años para esas publicidades personalizadas que muestra el film, pero ¿acaso nuestra sociedad, sin "precogs", no es ya capaz de juzgar a alguien de antemano?

8. Primer
Escrita, dirigida y protagonizada por un ingeniero y matemático, hecha con solo 7.000 dólares, esta historia sobre dos investigadores que descubren, por accidente, el viaje en el tiempo fue la sensación del festival Sundance en 2004. Con estilo documental, diálogos complejos, solapados y una difícil (des)estructura argumental, Primer es el retrato de la investigación científica: esfuerzo personal, precariedad laboral, resultados azarosos y responsabilidades y conflictos morales ante los hallazgos revolucionarios. Un film que requiere de un espectador atento (y hasta es necesario ver varias veces), que otorga múltiples interpretaciones y que, para muchos, resulta experimental, aburrido, incomprensible y genial por igual. Como la ciencia.

9. Terminator: Salvation
El director McG le pone un moño a la trilogía iniciada por James Cameron antes de pegarle una patada en el traste y refundar la franquicia hacia una nueva década. La salvación de un negocio, pero también la de un personaje emblemático de la ciencia ficción.

10. ¿Le dejo un lugar a Avatar?

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lunes, 28 de diciembre de 2009

Las 10 mejores series de la década


Lo pensé al pasar en el post anterior, dudé porque es algo que hicieron muchos otros medios, pero finalmente decidí que no podía terminar la década sin elegir sus mejores series. No sería digno de un "TVmaníaco".

Y la verdad que me costó definir un top 10, no solo porque la caja chica nos ha ofrecido muchas grandes satisfacciones estos años, sino porque es muy difícil encontrar un equilibrio entre la "objetividad" y el completo capricho del gusto personal. Transitando esa frontera, acá están las mejores series del comienzo del siglo XXI.

10. Scrubs
Ni ER, ni Grey's Anatomy, ni Private Practice. Desde el más completo delirio, Scrubs ofrece el más cuerdo, acertado y divertido retrato de la (a veces) enfermante profesión médica. Lástima la nueva temporada.

9. The Big Bang Theory
Chuck Lorre (Two and a Half Men) y Bill Prady (Gilmore Girls) hicieron un descubrimiento casi científico: aprovechar el poder del universo nerd sin alterar las leyes de la sitcom más tradicional. En la década del blog, el e-commerce, la PlayStation, Google y el iPod; en la era de la "ciencia y la información", ¿por qué los ñoños no íbamos a tener nuestra Friends?

8. Dexter
Dexter Morgan es la máxima expresión del prototipo de personaje más exitoso de la TV actual: el antihéroe amoral, imperfecto y retorcido. Su éxito es tal que hasta consigue que simpaticemos y defendamos a un monstruoso descuartizador serial. Y después del asombroso final de la cuarta temporada, solo se puede desear más, más y más (sangre).

7. The Office (UK)
Un modesto mockumentary sobre el ambiente y la fauna oficinista que se transformó no solo en un suceso mundial (con una exitosa pero no tan buena versión estadounidense), sino en un retrato de esa habilidad (tan british) para construir humor a partir de los silencios incómodos, los nervios y, acaso, la peor de las sensaciones: la vergüenza ajena.

6. House M.D.
Una serie adictiva construida alrededor de la compleja personalidad de un matasanos huraño y drogón que le puso dosis detectivescas al drama médico.

5. 30 Rock
Después de años en Saturday Night Live, Tina Fey adquirió la suficiente experiencia para llevar las trastornadas bambalinas de un programa televisivo al frente de la pantalla, haciendo un show dentro de otro show. Esto no solo la transformó en ícono de la nueva comedia norteamericana, sino que le dio a Alec Baldwin el papel de su vida. En gran parte, 30 Rock repitió en esta década lo que Seinfeld hizo en los 90: reinventar un género.

4. The Sopranos
¿Qué se puede decir de los Soprano que ya no se haya escrito? ¿Qué es la mejor serie sobre la peor familia americana (después de los Griffin )? Bueno, por eso están así en este ranking.

3. Family Guy
¿Que los dibujos animados suelen ser crueles? Ja, ja. La creación de Seth MacFarlane se burla sin piedad de la pedofilia, la xenofobia, la violencia de género, la zoofilia, los discapacitados y cualquier tema "políticamente incorrecto". Family Guy desbancó a Los Simpson como la familia más disfuncional de la TV y cada semana pone a prueba los límites entre la más filosa ofensa y el más agudo humor.

2. Battlestar Galactica
Ya dije todo lo que tenía que decir sobre esta serie acá. So say we all.

1. Lost
Un grupo de náufragos que le hizo perder la cabeza a medio planeta. J.J. Abrams trajo de vuelta el enigma a la TV y la ansiedad al espectador por, cada semana, intentar desentrañarlo.

Menciones honoríficas:
Curb Your Enthusiasm, Breaking Bad y Six Feet Under.

El voto caprichoso:
Death Note
Un día, aburrido, un shinigami (dios de la muerte en la mitología japonesa) suelta al mundo humano un cuaderno con el que se puede matar a cualquier persona escribiendo su nombre en sus páginas. El poderoso objeto es encontrado por un adolescente, estudiante "modelo", que comienza a usarlo para instaurar un nuevo orden mundial asesinando a criminales a puño y letra. Este animé de 2006, basado en el manga homónimo, pide a gritos que alguna cadena yanqui lo transforme en un programa de carne y hueso (más allá de que se hicieron películas en Japón). Tiene el material necesario para ser uno de los grandes shows de la próxima década.

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lunes, 14 de diciembre de 2009

Scrubs: veo gente muerta

Una de las mejores sitcoms de la década revivió algo cambiada en una innecesaria novena temporada. Y la "nueva" serie es un fantasma de lo que fue.



Era de esperar que un programa sobre medicina quedara enredado en uno de los más complejos dilemas éticos y morales de la profesión: el derecho a una muerte digna.

Scrubs la tuvo. El final de la octava temporada fue (debió ser) la despedida de una serie a la que amagaron matar en muchas ocasiones, que sobrevivió huelgas de guionistas y cambios de canal y que siempre salió fortalecida gracias a su infalible remedio: excelentes personajes y un humor delirante para tratar los temas más difíciles (a veces con mucha más sapiencia que varios medical-dramas "serios"). Fue (o debió ser) el cierre de una de las mejores sitcoms de la década y, quizás, uno de los capítulos finales más lindos que la TV nos dio en los últimos tiempos.

Pero su creador, Bill Lawrence, no desenchufó la máquina y decidió continuar el show con un enfoque diferente, en gran parte presionado por la cadena ABC, que compró la serie la temporada pasada como relleno de grilla y le fue mejor de lo esperado. "El programa seguirá tratando decisiones de vida o muerte, pero si fuese otra vez en un hospital con la voz en off de otra persona, sería un desastre y la gente se enojaría", dijo Lawrence y, a juzgar por los primeros tres episodios que se emitieron, su explicación suena más a vaticinio.

La "nueva" Scrubs no es ni la vieja ni un spin-off: hoy está camino hacia una "next generation" que continúe con el branding. De los personajes originales, solo quedaron Turk y Cox, ahora maestros en un Sacred Heart reconstruido como hospital escuela y escenario del renovado elenco sobre el que gira la temporada.

Zach Braff solo estará los primeros episodios (junto a otros cameos) para completar la transición y pasarle el estetoscopio principal a Kerry Bishé, quien interpreta a Lucy, la nueva "JD" de la serie, aunque en un rol más tierno y naif que gracioso.

Más allá del cambio de nombres y locaciones, la Scrubs "Med School" (subtítulo que aparece tímidamente en la presentación, como pidiendo permiso y perdón) no ofrece mucho de nuevo, y funciona mejor cuando recurre a sus usuales recursos: las hilarantes ensoñaciones que adornan la trama o los clásicos gags que son muletilla de algunos viejos personajes. Es ahí cuando, paradójicamente, esta nueva generación hace reír: más por nostalgia o, como me dijo el médico, por acto reflejo.

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miércoles, 9 de diciembre de 2009

VEVO: Música Total Videos

El esperado megasitio de videos musicales que une a YouTube, Universal, Sony y EMI abrió sus puertas ayer a la noche. Los gigantes de la industria musical se reacomodan para seguir facturando aunque nosotros, desde acá, aún no lo podamos ver.



No sé si el lanzamiento de ayer de VEVO será recordado en unos años como el acontecimiento histórico que hoy es la presentación de MTV, allá por 1981, pero creo que, igual, vimos algo importante: el momento en el que los peces gordos de la industria musical actual, todos juntitos (grandes sellos, grandes artistas, grandes inversores y grandes empresas hi-tech), se reacomodan para dejar atrás una década de cierto desconcierto comercial y empezar otra con las riendas del negocio nuevamente en sus manos.

Una imagen habla por sí sola: Bono, junto a los capos de Google y Universal, diciendo que "estamos aquí para presentar la gran vaca de dinero que fue la industria musical. Pero también para celebrar un nuevo modelo para el negocio de la música".

VEVO es un megasitio de videos musicales de Universal, Sony y EMI (que se sumó a último momento) junto con YouTube (propiedad de Google, recordemos). Se estima que concentrará el 85% de los videoclips del mundo, tendrá contenido exclusivo sobre los artistas, incluso con opción a subtítulos, aunque aún sin alta definición.

Por ahora, solo se puede ver en Estados Unidos (y hasta por ahí nomás, porque hubo algunos problemas por la saturación de visitas). Es gratis para el usuario, pero promete ser una inyección de guita impresionante para las compañías involucradas. ¿Por qué? Porque el tráfico de YouTube, gracias al afán de la gente de querer ver videos, se ha transformado en un streaming de dinero.

Según datos de CNet, el canal del sello Universal en YouTube es el más grande, con 3.000 millones de views, seguido por el de Sony; y de los top 10 channels de YouTube, siete son de música. Señores: el arte de combinar los sonidos sigue garpando, solo que de nuevas formas, y es lógico que los mayor labels hayan pataleado por no ser ellos quienes controlan cuándo, dónde, cómo y qué clips se suben a la red.

"YouTube no es como la radio, que es solo promoción. Es una fuente de ganancias, un negocio. Está creciendo de forma tremenda. Subió casi un 80 por ciento anual en los Estados Unidos en términos de nuestros ingresos", dijo al mismo medio Rio Caraeff, vicepresidente ejecutivo de Universal Music Group. Es más: el patrocinio y la publicidad online llevaron a que este sello hiciera 100 millones de dólares desde 2005 con los mismos videoclips que antes entregaba gratis a cadenas como MTV.

Una frase del CEO de Universal, Doug Morris, lo resume todo: "Lo que estamos haciendo en realidad es tomar el control de todo nuevamente... esto es como MTV con esteroides. Vamos a empezar con ese tipo de audiencia, pero ahora nosotros tenemos el control. Ya no tendremos que usar un intermediario nunca más".

Cuanto más cambian las cosas, más permanecen iguales, ¿no?

"I want my VEVO..."

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domingo, 6 de diciembre de 2009

Loudream: nuevo tema


Estrenamos canción. Se llama "Action Replay" y podría definirla como un ambient - dub con teclados misteriosos y nuestras usuales melodías de guitarra progresiva. La podés escuchar sólo, únicamente y en exclusiva en nuestro MySpace.

Además, ya estamos en ReverbNation, Sonica y ACIDPlanet.

Vistanos.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Loudream en Last.fm y iLike



Además de MySpace, ya estamos en Last.fm y iLike, donde también podés escuchar algunas de las canciones que integrarán nuestro álbum debut.
Muy pronto habrá más novedades y sorpresas. Mientras tanto, visitá:

www.myspace.com/loudream

www.lastfm.es/music/loudream

www.ilike.com/artist/Loudream

www.loudream.net / www.loudream.com.ar

martes, 10 de noviembre de 2009

La publicitada ética periodística

Dos reconocidos periodistas son cara y voz de productos y servicios comerciales. ¿Está bien?



Es muy probable que en las últimas semanas hayas visto en la TV las publicidades que involucran a dos reconocidas figuras del periodismo local: María Laura Santillán, promocionando la crema antiarrugas de una marca multinacional, y Julio Bazán, quien pone su inconfundible y dramático relato al spot de un servicio de telecomunicaciones.

No se trata de cualquier figura pública, ni de una actriz vendiendo un yogur para mover el vientre ni de un futbolista que se baña en bebidas deportivas. Hablamos de dos periodistas que, encima, son integrantes de un noticiero de televisión, lugar que muchas veces es considerado por la sociedad como indiscutido "espejo de la realidad" y acaso, dentro de nuestra profesión, como la iglesia eléctrica de la "objetividad": el lugar donde el profesional de la información se compromete con la verdad revelándola con imagen, cara y voz.

Teniendo en cuenta esto, sin ánimo de levantar el dedo acusador y con la mera intención de tratar este tema en un momento en el que nuestra profesión pasa por una de sus mayores crisis de credibilidad, me pregunto: ¿Es correcto que un periodista haga publicidades comerciales? ¿Está bien que Santillán publicite una crema? Después de todo, en la TV los periodistas se maquillan (y las noticias también), pero, cuando María Laura me dice que Revitalift es la más exitosa de Europa, ¿cuánto hay de rigor y cuánto de rubor en eso?

En tiempos en los que se discute la ficcionalización de la realidad que realizan los noticieros, ¿la participación de Bazán (uno de los principales exponentes de este problema) en una propaganda que imita el formato del informe especial periodístico no es, cuando menos, desafortunada?

¿O será que hoy, más que nunca, el problema del periodismo es que las cuestiones vinculadas a su ética están demasiado publicitadas?

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El regreso de V

Lo que dejó el estreno de la remake de la famosa serie sci-fi de los 80.

Si sos de los que hacen su propia programación televisiva gracias a Internet es muy probable que sepas que ayer se estrenó en Estados Unidos la nueva versión de V, célebre serie de ciencia ficción de los 80 que mostraba la lucha de un grupo de humanos contra la invasión de unos lagartos extraterrestres comerratones.

Modernizada, reestilizada, con varios aciertos y puntos flojos, el piloto de la remake dejó varias cosas para tratar (y dudar).

1. Lo mejor es la vuelta de tuerca al guión original. Los aliens están en la Tierra desde hace años, actuando como una "célula terrorista dormida", y su supuesto arribo no es más que el despertar de una nueva etapa en sus planes contra la humanidad. Este detalle es vital: pone la historia en sintonía con la paranoia yanqui (y global) post 9-11 (más si tenemos en cuenta que la acción en el piloto transcurre en New York) y permite una nueva dinámica argumental, ya que tu mejor amigo, compañero de trabajo o jefe puede ser un "visitante" (en un juego de identidades muy similar a la desconfianza "humano o cylon" de Battlestar Galactica).

2. En estética, lo visto hasta ahora fue poco pero impecable. Las naves tienen un look retrofuturista muy atractivo, y el detalle de que la nodriza se transforme en un megatelevisor de quichocientas pulgadas fue un flash. Lo mismo para las actuaciones: Elizabeth Mitchell (Lost), como una estoica agente del FBI, otorga el componente policial; Joel Gretsch (Taken, The 4400), como un cura que ve cuestionadas sus creencias, pone la cuota de fe en la resistencia; y Morena Baccarin (Firefly), la líder de los invasores, es una versión mucho más fuerte (en todo sentido) de la vieja "Diana" (ahora llamada Anna).

3. Quizás me gane muchos enemigos por lo que voy a decir, pero dudo sobre la decisión de los autores de dejar que los aliens tengan apariencia de lagartos. Sé que este es uno de los pilares estéticos de la serie y hasta un guiño para los viejos fans, pero tengo miedo de que la imagen de los reptiles (que aún no se vieron por completo) socave la "seriedad" del programa. Nadie espera que los bichos 2009 sean tan ridículos como sus antepasados ochentosos, pero su permanencia trae vergonzosos recuerdos y comparaciones, además de quitarle sorpresa al show.

4. Lo peor de este primer episodio fue la velocidad e inverosimilitud de su desarrollo. En 45 minutos, llegan los extraterrestres, curan enfermos, hay gente que comienza a dudar de sus propósitos en el planeta, se forma una resistencia, descubren que son lagartos enmascarados, aparecen aliados, y todo entretejido con endebles tramas de conflictos personales de los principales protagonistas. Dio la sensación de que los guionistas dijeron "contemos todo de una, total el espectador ya sabe cómo es la cosa". Así se perdió intriga, tensión y se olvidaron de una regla muy importante: al suspenso hay que darle tiempo. Pero claro, esto tiene que ver con el siguiente punto.

5. ABC solo transmitiría cuatro episodios, y la serie regresaría en la primavera boreal. Mmmhhh... Por lo visto, V se escribe con v de "veremos".

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Un verdadero Trauma

¿Qué pasa si le ponemos C-4 a ER? Tenemos este explosivo desastre médico que se estrenó en Warner.


Un electricista sufre un terrible accidente en la azotea de un edificio de San Francisco. A los 30 segundos, dos ambulancias y un helicóptero acuden a su rescate. Suben al herido para trasportarlo volando al hospital más cercano, pero ocurre lo peor: otro helicóptero emerge de la nada, colisionan y el salvataje se transforma en una verdadera zona de guerra.

Después de ver esto, solo podemos pensar dos cosas:

1. Este show es increíble. Muy increíble.

2. El pueblo ya está disfrutando de los primeros cambios de la administración Obama, porque, según esta serie, los obreros en Estados Unidos tienen una obra social de puta madre. No importa qué te pase, fiel trabajador: dos unidades terrestres, una aérea y cinco paramédicos te protegerán al instante. Eso sí: el control aéreo sigue siendo un desastre.

Seré desconfiado, pero me quedo con la primera opción. Trauma es una sucesión de golpes de efectos, choques, explosiones, histeria, quebrados, muertos. Es como una versión de ER con C-4: un drama médico plástico y explosivo que quiere volarte la cabeza, quizás buscando el cerebro que perdió desde el primer minuto.

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jueves, 22 de octubre de 2009

Loudream: soñando fuerte

Loudream es el nombre que lleva la aventura musical que creamos con mi amigo Javier Cotroneo, un dúo reúne ritmos del dance y el trip hop con texturas del ambient más melodías y paisajes de guitarras progresivas.
Es, de alguna manera, la concreción de un largo deseo y algo que completa (más bien que continúa) un ciclo de mi vida: pasar de escuchar música (como simple melómano), a escribir sobre música (como periodista) y, ahora, a crear música (como novel compositor).
Estamos en pleno proceso de seguir ideando canciones, editando otras, diseñando el sitio web, dándonos a conocer y publicando lo que ya tenemos. Tareas que los recursos tecnológicos de hoy permiten hacer casi al unísono.
Habrá muchas más novedades pronto, espero. Por ahora, pasen por nuestro MySpace. Escuchen, opinen, corran la voz. Sueñen fuerte.

lunes, 19 de octubre de 2009

20 años a velocidad Warp

Entrevista con Tom Panton, una de las cabezas de Warp Records, sello emblema de la vanguardia musical inglesa.


Yo viví dos décadas bajo la influencia de Warp, con importantes secuelas. La menos grave es ser hoy un tipo de treinta y pico con el espíritu de un pibe de 15. Pero la peor fue que, cuando realmente tenía 15, era tratado como un raro y sofisticado nerd cuarentón. Es lógico: ¿qué pibe (y menos, ¡qué mina!) iba a juntarse con un chabón que, a principios de los 90, escuchaba algo llamado Autechre y pensaba que Pearl Jam era un gusto de mermelada?

Yo me enteré del "album negro" de Metallica varios años después porque, en ese momento, lo único oscuro que conocía era The Black Dog. Y mientras mis amigos alcanzaban el Nirvana con Nevermind, yo me daba con el Electro-Soma de B12, e imaginaba el día en que tendría mi propio conjunto tecno.

Sí: por culpa de Warp, tuve una adolescencia "desfasada", fuera de tiempo, escuchando la música de un sello que es un género en sí mismo, que suena como el mañana pero que, en realidad, nos ofrece ecos de un universo musical presente y paralelo al que todos conocemos. Hace unos días me encontré con Tom Panton, cabeza de Warp Records, en la conferencia que dio en Buenos Aires dentro de la gira que está realizando por diversos lugares del globo con motivo del vigésimo aniversario del label.

No sabía si putearlo o agradecerle por lo que su empresa me hizo. Al final, terminé entregándole un demo de mi banda (recuerden que soy un quinceañero soñador) y hablando sobre el presente de la música. Aunque, como era de esperar, terminamos volviendo al futuro.

En una entrevista dijiste que "el método de supervivencia de Warp es adaptarse en forma rápida a los desafíos". ¿Cuál son los desafíos actuales para ustedes?
Creo que sería muy fácil volver atrás y editar solo un número limitado de artistas. El desafío es mantener el tamaño de la empresa, poder probarles a los músicos que podés competir con los grandes sellos, mantenerse lo suficientemente grandes como para satisfacerlos. Ellos tienen bastantes expectativas sobre lo que un sello debe brindarles. Y también hay desafíos relacionados con la piratería y el downloading, que tiene también sus beneficios.

¿Cuál es tu posición con respecto a eso, la tan llamada "piratería"?
Parte del download es piratería y parte, no. Es difícil porque se define con esa palabra, pero una gran parte son amigos que comparten música, lo cual es bárbaro. Hay un montón de razones positivas y reales de por qué compartir música en Internet está bueno. Pero el problema es para quien crea el contenido y tiene derecho a venderlo: ¿cómo obtenés beneficio de eso, cómo ganás dinero para poder seguir haciéndolo? Si no, vas a tener que dejar de hacerlo y, así, ya no va a haber nada para compartir. Es muy difícil, muy complicado.

Hoy la tecnología permite que cualquier persona componga, edite y publique música. Podés hacer un tema en tu laptop y ponerlo a disposición de millones desde MySpace en cuestión de minutos. ¿Cómo impacta esto en un sello independiente y, a partir de ello, cómo imaginan los próximos 20 años de la industria?
Es interesante, es bueno, porque el hecho de que cualquier persona pueda crear música genera una mayor necesidad de filtros culturales, ya sea un blog, una revista o un sello como Warp, en los que la gente confía por lo que hicieron antes, que diga si vale la pena o no escuchar algo. Esto es lo que busca la gente normal, filtros como esos. Así que, cuanta más música se haga, más relevancia van a tener.

En la conferencia mencionaste que Warp ahora está como "cerrando un círculo" histórico, al volver a interesarse y promocionar músicos de la electrónica. Fuera de tu catálogo, ¿cuáles son los artistas más interesantes del género hoy?
Mmmhhh. hay cosas buenas que están viniendo de Londres. Tenés el dubstep, que es muy interesante, con artistas como Kode9. También me gustó el álbum de Burial y estoy esperando escuchar lo que sigue.

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miércoles, 23 de septiembre de 2009

Sector 9: prohibida para humanos

Se estrena un original, satírico y crudo film sobre el racismo y el apartheid desde una óptica sci-fi. Imperdible.



El mejor sci-fi es aquel que logra proyectar, desde la más fantástica de las ficciones, lo peor de nuestra realidad. Aquel que consigue perturbar nuestra conciencia. Bueno, Sector 9 despierta el pensamiento, agita el corazón y, por momentos, revuelve el estómago. Nada mal para el debut de un ignoto director, con un elenco de desconocidos y un presupuesto de sólo 30 millones de dólares que logró reventar la taquilla en Estados Unidos y va camino a convertirse en esos raros blockbusters de culto.

Los autores de esto son el joven y novato director sudafricano Neill Blomkamp y el experimentado productor Peter Jackson (The Lord Of The Rings), quienes, tras fallar el proyecto de hacer una película basada en el juego Halo, decidieron darle nueva vida a Alive in Joburg, un corto estilo documental que Blomkamp filmó en 2005 y explora las problemáticas de un hipotético apartheid extraterrestre en su país (lo podés ver acá).

Así nació Sector 9, ambientada 20 años después de la llegada de una nave que queda varada por accidente sobre Johannesburgo. Los visitantes (criaturas cruza entre molusco y grillo a los que despectivamente se los llaman "prawns") viven como refugiados en condiciones deplorables dentro un distrito de la ciudad bajo la administración de la MNU (patada para la ONU), un contratista militar al que lo único que le importa de los extraterrestres es descubrir cómo hacer funcionar sus poderosas armas de biotecnología, que solo responden al ADN alienígena.

Tras dos décadas de tensiones y difícil coexistencia entre razas, la MNU decide trasladar a los 1,8 millones de prawns al Sector 10, que es un campo de concentración aun más aislado de la población y de la ciudad. Liderar la mudanza recae en Wikus Van De Merwe (Sharlto Copley), un peón burócrata y respetuoso de la ley que, durante uno de los procedimientos de desalojo, se contagia con una extraña sustancia alienígena y empieza a sufrir una mutación. El resto es lo de esperar: Wikus se transforma en el hombre más buscado porque su cuerpo es la llave para destrabar el armamento extraterrestre (capaz de hacer reventar a un hombre cual bombita de agua, en uno de los más espectaculares y repugnantes efectos que la CGI nos ha dado).

Como si eso fuera poco, también es presa de una banda de gángsters nigerianos que comen carne alienígena porque creen que ofrece superpoderes, y consideran a Wikus un plato exótico ambulante.

El éxito de la película no es precisamente este guión de videojuego, sino cómo está resuelto técnicamente para transformarlo, primero, en un entretenida, inteligente y brutal alegoría al racismo y, luego, en un variopinto retrato de todas las miserias de nuestra especie: decadencia moral, avaricia empresarial, egoísmo personal, paranoia mediática, avasallamiento cultural (los aliens tienen un nombre humano, tal como nuestros indígenas recibieron uno "cristiano") y tribalismo (lo que hacen los gángsters nigerianos no es muy diferente a lo que realmente sucede entre las pandillas guerrilleras de Liberia y otras zonas de conflicto africanas).

Blomkamp lo consigue apelando a su joven pero rico background, como los recuerdos de su niñez en una Johannesburgo todavía gobernada por el apartheid, sus conocimientos como estudiante de FX, su experiencia en cortometrajes y su fanatismo por la ciencia ficción. Esta es la genética de cierto cinéma vérité que ofrece Sector 9: un logrado collage entre la veracidad del documental, el clip televisivo y las cámaras de seguridad, más la crudeza de film bélico y la violenta hiperkinesia de los FPS games, sin olvidar los guiños hacia clásicos del sci-fi (Alien, la The Fly de David Cronenberg y varias de esas historias sobre realidades alternativas de series como The Outer Limits).

Lo bueno es que director mantiene cada uno de esos recursos al servicio del mensaje, algo que ya no sucede en las actuales producciones hollywoodenses, enmudecidas por la tiranía del impacto gráfico. Sin embargo, la historia tiene varios puntos flojos, en especial el por qué una raza inteligente, avanzada y hasta físicamente superior acepta vivir bajo nuestro yugo y no usa su temible arsenal para defenderse. Es algo que, seguramente, se responderá en la secuela que el film deja preparada de manera muy burda.

Aún así, Sector 9 nos recuerda esa sensación que solo la vieja ciencia ficción sabía entregar y que ya parecía olvidada: la de salir del cine preocupados por ser parte de la raza humana.

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martes, 15 de septiembre de 2009

Guía para hacer una serie de vampiros moderna

El estreno de la serie The Vampire Diaries demuestra que vos también podés currar con el fenómeno de Twilight. Te contamos cómo hacerlo en menos de 10 pasos.


Hace unos días, se estrenó en Estados Unidos The Vampire Diaries, la serie de TV basada en las novelas homónimas de L. J. Smith y, como era de esperar, es otro producto insufrible que lucra a partir del éxito de Twilight. En Mixed Media, te contamos el secreto para que vos también puedas forrarte con tu propia historia de chupasangres teenagers. Anotá:

1) Agarrá los guiones de Twilight, True Blood y, quizás, Buffy, The Vampire Slayer y borrales las partes interesantes (si es que las hay).

2) No busques estrellas, sino gente que se parezca a conocidas figuras. Por ejemplo: si no te da el cuero para tener a Sandra Bullock, contratá a esta piba que es su versión menos baqueteada. Y si querés a Matt Dillon o a Matt Damon, este muchacho te resume a los dos por el precio de uno.

3) Rodeá a los protagonistas con gente linda que haya rebotado del casting para la última Beverly Hills 90210. Si el presupuesto no basta, los descartados de Casi Ángeles sirven igual y el cambio con el dólar te favorece.

4) Si ahorraste guita en el punto 3, alquilá una grúa porque los vampiros vuelan y la vas a necesitar. De contrario, apela a la técnica Copani y atalos con alambre. Resistí la tentación de estrangularlos: recordá que estos chicos tienen que durar al menos 12 o 13 capítulos.

5) Atento con la producción y las locaciones: vas a necesitar un hall de escuela secundaria, un cementerio, un bosque, un cuervo y una máquina de humo o balde con hielo seco.

6) ¡Estás listo para filmar! Sé clásico y no innoves: poné muchos conflictos amorosos, adolescentes calientes, miraditas cómplices y frágiles. Es fundamental que haya una fiesta estudiantil nocturna en la que ocurre algo terrible y misterioso.

7) En la edición, meté de fondo una canción con onda cada cinco minutos para que todo parezca un videoclip y los espectadores quieran salir corriendo a comprar el soundtrack. No olvides incluir un tema "trágico" que tenga obvias alusiones a la ¿trama? Bandas pedorras como Paramore, The Fray y The All-American Rejects son buenas opciones.

8) Tenés un éxito en tus manos. Vendelo rápido a alguna cadena de TV estadounidense, cobrá el cheque y esfumate cual murciélago que raja de la luz.

9) Lees esta crítica en tu propio jet privado rumbo al castillo que te compraste en Transilvania. En tu MacBook escribís las primeras líneas de la segunda temporada, mientras te reís de todos los estúpidos mortales con la carcajada de Vincent Price.

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jueves, 10 de septiembre de 2009

Nuevos iPod, viejos trucos

Steve Jobs volvió al escenario para presentar las novedades en sus productos estrella. El alma máter de Apple perdió peso, pero ni un gramo de habilidad para hacer mucho con muy poco.

Foto: AP

Toda presentación de Apple es un acontecimiento mundial, pero la de ayer tuvo condimentos especiales: se trataba no solo de novedades en los productos estrella de la marca, el iPod y el iTunes, sino de la reaparición de Steve Jobs después de una enfermedad y posterior operación que preocupó a toda una industria.

Con su tradicional polera negra bastante holgada, el creador de la manzanita lució bastante delgado, pero no perdió un gramo de sus mañas. Otra vez, Jobs y su empresa cautivaron a opinión pública y medios con más de lo mismo, pero mejor.

1) El iPod nano ahora viene con radio FM, parlante y una cámara de video (sí, graba películas, pero no saca fotos: increíble). Pero la verdadera noticia es haber visto a la marca state of the art de la tecnología de consumo presentando como novedad algo que cualquier celular trae por default desde hace años sin pasar vergüenza. Por lo menos nos hicieron precio: ahora el nano arranca en 149 dólares (8GB).

2) La empresa se dio cuenta de que el iPod touch es mucho más que un reproductor de música: es casi una PC móvil y, sobre todo, una gran plataforma de videojuegos. Por eso, salen a pegarle de punta a Sony y Nintendo con un touch más barato (199 dólares el de 8GB) y con OpenGL ES 2.0, la API para gráficos 2 y 3D en sistemas embebidos como celulares, PDA, etc. En castellano: esto mejora la compatibilidad del equipo de Apple con los juegos y lo pone más en carrera contra las consolas portátiles PSP y Nintendo DS. Ya tienen el apoyo de pesos pesados del gaming como Ubisoft, GameLoft y Electronic Arts, así que, si la hacen bien, ganan, por potencial de oferta y por la experiencia de entretenimiento que ofrece el touch.

3) Salió el iTunes 9 y trae la función LP, que es el intento de Apple por llevar al mundo de la música digital la experiencia multimedia que ofrece un enhanced CD o las featurettes de los DVD. Ahora en iTunes vas a poder comprar paquetes de contenidos para complementar tus álbumes con fotos, letras, videos, biografías y hasta una portada en alta calidad, entre otras cosas. La movida claramente apunta a mejorar la relación de Apple con los sellos, porque les abre más el negocio: con LP se combate la piratería, se motiva la compra de discos completos en lugar de canciones sueltas y la marca de Jobs solo sigue poniendo el canal, ya que son las discográficas las que crean el contenido y establecen el costo de estos "extras" digitales. No tengo dudas de que la plataforma de Apple va a funcionar muy bien, pero si la creatividad y precio va a pasar por los sellos, mmmhh.
Lo que sí está muy piola del nuevo iTunes es la flamante función Home Sharing, para compartir la música y películas hasta con cinco computadoras que tengas en tu casa.

4) Se presentó un nuevo firmware para iPhone y iPod touch, la versión 3.1. Actualizarse cuesta 4,95 dólares, así que si pagaste 9,95 hace un par de días por pasarte de la 2.2 a la 3.0, bueno: andá a quejarte a Cupertino.

5) También hubo nuevos iPod shuffle, ahora más coloridos y económicos (desde 59 dólares). Qué casualidad: tal como la presentación de ayer.

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Cómo es Glee, la nueva comedia musical de Fox

El creador de Nip / Tuck exacerba los clichés de un género tan efectivo como inagotable.
¿Se puede hacer una versión menos pelotuda de High School Musical? Perdón, no quería empezar así, es que los musicales me alteran un poco. A ver, reformulemos. ¿Podemos hacer un éxito "disneyzando" The Breakfast Club? La respuesta a ambas preguntas es Glee, la nueva serie que Fox preestrenará en nuestro país este domingo a las 22.

El nuevo programa de Ryan Murphy, creador de Nip / Tuck, va camino a la fama (diez millones de espectadores vieron el primer capítulo en Estados Unidos, en mayo) con una historia ya contada (y cantada) mil veces: la de un grupo de losers de la secundaria que buscan brillar gracias a su talento sobre el escenario.

Como es de esperar en un programa así, Glee tiene un elenco de clichés, empezando por la parejita estelar de la nena caprichosa con perfil de American Idol y el muchacho popular que deja de lado los prejuicios de sus compañeros de fútbol americano para escuchar la voz de su corazón, rodeada por una troupe que es un canto a la diversidad Benetton: la negra gordita onda Gloria Gaynor, una oriental j-pop, un gay fashionista y un lisiado que resulta ser el nuevo Eddie Van Halen.

Todos cantarán y bailarán bajo la batuta de un joven y bien intencionado profesor de lengua que buscar redimir su frustración sobre las tablas llevando a estos chicos a triunfar contra todo: otras escuelas, las burlas de sus compañeros, sus propios miedos y complejos, un director escolar al que solo le importa el presupuesto (típico) y una profesora de gimnasia marimacho y cruel (más típico).

Ahora bien: ¿es esto una porquería? No, y ahí está la habilidad de Murphy, que pone todos estos lugares comunes y fórmulas probadas a danzar en armonía al ritmo de hits (desde Journey a Katy Perry), los viste con las neurosis que no entraron en el consultorio de Troy - McNamara y consigue un show muy efectivo. No solo porque capitaliza el gen Disney que la nueva generación tenía dormido y que Camp Rock, Hannah Montana y otros productos despertaron (y explotan), sino porque recupera el encanto de las historias más clásicas y cursis, sin importar la edad o el gusto por las comedias musicales.

En cierta medida, Glee habla de aceptación, así que hagámonos cargo nosotros también. En el fondo, todos queremos ver a Cenicienta convertida en princesa y a la bella y la bestia juntos para siempre, tanto como vas a querer ver ganar a esta manga de perdedores.

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jueves, 20 de agosto de 2009

Sólo quiero ver a la enfermera

Nurse Jackie y HawthoRNe: una enfermera y dos miradas de la condición humana.


Desde 1991 que no había una serie cuyo principal personaje fuese enfermera (la sitcom Nurses, creo). Bueno, 18 años después tenemos dos, que serán tres en septiembre cuando se estrene en Estados Unidos Mercy, por NBC.

Podrá ser una moda, pero realmente es una bocanada de oxígeno en una grilla tan ahogada de doctores (Mental, House, Royal Pains, Grey's Anatomy, Private Practice, ER, ¡ufff!). Y si la finalidad es revitalizar los cada vez más trillados medical dramas de la TV, qué mejor que poner el foco en quienes conocen y tratan a diario todas las miserias humanas sin ser las protagonistas. Las que asumen el riesgo de inyectar lo que un tipo de bata blanca solo firmó en un papel. Las que realmente controlan a cada hora que los pacientes no se vayan con San Pedro. Y las que lavan los culos limpiando, a veces, las cagadas de los médicos.

Sí: para tener un poco de "realidad hospitalaria" (guau, qué contradicción), no quiero ver al doctor, solo quiero ver a las enfermeras. Y la pantalla chica yanqui cumple con dos nuevos programas que las pone como estrellas para retratar la vida y la profesión desde diferentes lentes: Nurse Jackie y HawthoRNe.

En la primera, la genial Edie Falco (de The Sopranos) hace de Jackie Peyton, una particular enfermera con sus propios códigos para curar. Jackie es capaz de falsificar el documento de un muerto para transformarlo en donante, tirar al inodoro la ojera de un diplomático herido por tajear a una prostituta y, después, robarle la billetera para darle el dinero a una chica que necesita un taxi para volver a su casa tras fallecer su novio.

En su hogar la espera un calmo y amoroso marido más dos hermosas hijas, pero en el hospital tiene un encendido romance con el farmacéutico quien, también, es su dealer porque, me olvidaba: por sobre todas las cosas, Jackie es adicta a los ansiolíticos, los calmantes o cualquier pastilla que le ayude a sobrellevar los dobles turnos de su doble vida.

En un hospital de Nueva York que, irónicamente, se llama All Saints, Falco encarna a una santa pecadora o a una diabólica Robin Hood, como prefieran. Lo cierto es que, con guantes blancos y humor negro, Nurse Jackie salva todos los grises de la condición humana y demuestra, otra vez, el éxito de una de las fórmulas actuales de la TV: personajes con moral ambigua crean series adictivas. Si no me creen, pregúntense por qué nos gusta tanto Gregory House (House), Dexter Morgan (Dexter), Nancy Botwin (Weeds) o Walter White (Breaking Bad). Porque son falibles, complejos, multidimensionales y dependientes (de otros, de drogas, de dinero, de problemas). Porque son trágica y encantadoramente humanos.

Es muy diferente a lo que nos ofrece la jefa de enfermeras Claudia Hawthorne (Jada Pinkett Smith, de The Matrix Reloaded y Revolutions), una hermosa, fuerte pero compasiva mujer maravilla en bata blanca. Viuda y madre de una adolescente, siempre encuentra la energía para luchar por el bienestar de sus pacientes, no importa la hora (sufre de insomnio) o si tiene que andar peleándose con guardias de seguridad, médicos, abogados y familiares. Nunca se rinde, ni siquiera ante un doctor que abandona los intentos de resucitación de un herido: ella toma el desfibrilador y lo trae de vuelta a este mundo. Así es: Claudia revive a los muertos y hasta tiene tiempo de preocuparse por conseguir un desinfectante de mayor calidad para el personal de limpieza del sanatorio, apretado por el recorte presupuestario.

Es demasiado, pero la serie, más allá de su meloso dramatismo, cumple con creces su cometido de mostrar el aspecto heroico de la profesión y los valores más nobles de nuestra especie: piedad, compromiso, amor, respeto, etc.

En pocas palabras: si para HawthoRNe la vida es (a pesar de todo) bella, para Nurse Jackie es (sobre todo) una perra. Ambos diagnósticos son acertados. De vos depende el tratamiento a seguir.

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miércoles, 12 de agosto de 2009

Impuestazo tecnológico: otro lujo del gobierno

La media sanción al proyecto para aumentar el IVA a productos informáticos y electrodomésticos vuelve a plantear las desigualdades de la política fiscal nacional y un debate sobre el proyecto digital del país. Mientras, Internet y la blogósfera geek arden en protestas contra la iniciativa.

Por si alguien tenía dudas de que en nuestro país tener una PC es un lujo, bueno: ya casi hay una ley que lo confirma. Hace unos días, la Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto que eleva del 10,5 al 21 por ciento el IVA a los artículos electrónicos (como computadoras, celulares, monitores, aires acondicionados, entre otros) que sean importados o no estén fabricados en Tierra del Fuego, categorizándolos como "productos suntuarios". Es decir, tu reproductor de MP3 o, peor, tu estufa eléctrica es como una joya o un yate.

El proyecto cita por finalidad que "quienes más poseen colaboren en mayor medida en la formación de las reservas necesarias para enfrentar con mejores medios la crisis financiera internacional", pero en realidad vuelve a mostrar las incongruencias y desigualdades de la política fiscal nacional y a plantear la necesidad de un debate sobre cuál es el proyecto digital de país que queremos.

Establecer un impuesto a la importación puede ser una de las muchas medidas que debe tener una política nacional de desarrollo industrial. Pero, hasta ahora, la creación de un gravamen que beneficia solo a una provincia y a una parte del sector empresarial local en cuestión es la única idea que salió desde el gobierno. Para peor, la oposición no presentó ninguna contrapropuesta, y el único cambio sobre el proyecto original radica en que las notebooks y las netbooks (justamente, dos de los productos de IT más "lujosos") quedaron exceptuadas del "impuestazo tecnológico".

La medida (regresiva, inoportuna y meramente recaudadora), es un golpe al bolsillo de la clase baja y media, ya que encarecería los productos entre un 25 y 30 por ciento, lo que acrecienta la brecha digital en un sector y hace más lenta la renovación y adopción de nuevas tecnologías en otro. Pero hay otros factores críticos:

- Va a contramano de los planes de informatización que lanzó el gobierno nacional, como el Programa miPC, que tiene como objetivo brindar modelos de computadoras a precios más accesibles para personas y pymes, que ahora se verían afectados por el aumento.

- Apunta a defender la industria nacional, pero en realidad la está dividiendo, ya que la ley solo beneficia a las empresas integradoras instaladas en Tierra del Fuego, que tendrían una reducción de impuestos internos del 61,47 por ciento. Se quedan afuera muchas compañías ubicadas en Buenos Aires, Santa Fe, San Luis y Córdoba, lo cual está provocando algunos enfrentamientos entre las entidades y cámaras que agrupan a las firmas del sector en las distintas regiones.

- Su intención de buscar una sustitución de importaciones es, en gran parte, una quimera, ya que nuestro país no brinda (ni lo hará, al menos en el mediano plazo) opciones locales para gran parte de los productos extranjeros afectados. Los celulares de "alta gama" son un ejemplo que trae otra implicancia indirecta. Estos dispositivos son los que permiten el acceso a servicios de telecomunicaciones 3G, y al encarecerlos se desalienta el consumo y se ralentiza la oferta y adopción de estas prestaciones.

- No presenta los elementos necesarios para incentivar la verdadera fabricación nacional. La industria de hardware argentina es, fundamentalmente, armadora. Se ensamblan aquí componentes prefabricados en el extranjero y, si bien esto no es lo ideal, tampoco es una deshonra para el orgullo patrio. Por el contrario, es la fuente de 18.000 empleos directos e indirectos, según la CAMOCA.

La cuestión pasa por alentar a que esta industria vaya "hacia atrás" en la cadena de producción, para que también se termine fabricando aquí la materia prima de los artículos. Con una medida que atenta contra el consumo y que no es federal, estamos muy lejos de tener en el sur, o en cualquier parte del país, la "Manaos argentina" que propone el gobierno, en referencia a la intención de replicar aquí el polo industrial informático que existe en esa ciudad de Brasil.

El proyecto no solo desató fricciones entre diversos armadores locales, sino muchas críticas en la población, desde los medios y, en especial, en Internet.

En Facebook se creó el grupo ¡Mi celu no es un lujo! (también tiene blog), que ya supera los 700 miembros, y en Twitter apareció el espacio #noalimpuestazo. Al mismo tiempo, hay una movida para que los usuarios envíen un e-mail a los senadores solicitando la desaprobación de la iniciativa.

Por otro lado, varios bloggers lanzaron el sitio http://noalimpuestazo.com/ donde hay información sobre la medida y su alcance, y algunos se transformaron en modelos de una original campaña de protesta con fotos que ironizan sobre las consecuencias que acarrearía esta ley que atrasa nuestro presente y (a)grava el futuro.

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lunes, 10 de agosto de 2009

Hay vida en el universo sci-fi

Warehouse 13 y Defying Gravity, dos nuevas opciones para los viejos amantes de lo fantástico.
Para los fans del espacio, la acción y el misterio, el final de Battlestar Galactica dejó un agujero negro que la ausencia de Fringe (vuelve el 17 de septiembre) no ayuda a olvidar. Pero en las últimas semanas se estrenaron en Estados Unidos dos series que, con entretenimiento, logran hacer olvidar la nostalgia.

La primera es Warehouse 13, que presenta las aventuras de Myka Bering (Joanne Kelly, de Vanished) y Peter Lattimer (Eddie McClintock, de Bones y Crumbs), agentes del Servicio Secreto que son reclutados por la misteriosa Mrs. Frederick (C. C. H. Pounder, de The Shield y Bagdad Cafe) para trabajar en un galpón ultrasecreto que almacena objetos históricos sobrenaturales. Su misión, guiados por el jefe geek "Artie" Nielsen (Saul Rubinek), es recuperar aquellos que andan sueltos por el mundo e investigar nuevos casos.

Con la química de The X Files, el humor de Eureka y cierta estética steampunk à la Torchwood, la pareja se enfrenta a la dura tarea de recolectar toda clase de poderosos artefactos "poseídos" (la silla del hipnoterapeuta James Braid, la brújula de Rheticus o el broche de pelo de Lucrezia Borgia) usando, también, un arsenal de particulares gadgets (como una pistola eléctrica de Nikola Tesla, el videocelular de Philo Farnsworth o un "espectómetro", que permite ver las imágenes de las personas que hayan estado en una habitación en las últimas cinco horas). ¿El resultado? Historia y weird science se mezclan para lograr un muy divertido show.

La segunda es Defying Gravity, creada por el experimentado James Parriot, tipo que tiene en su currículum trabajos en El hombre nuclear, La mujer biónica, Viajeros, Dark Skies y, más en la actualidad, Grey's Anatomy y Ugly Betty.

Situado en el 2052, el programa relata la historia de los ocho tripulantes de la misión espacial Antares en su viaje de seis años por distintos puntos del sistema solar. Por el momento, uno podría describirla como una cruza entre Grey's Anatomy con una versión sexy de 2001: A Space Odyssey, ya que reúne el drama sentimental y los enredos amorosos con el imaginario visual del célebre film de Stanley Kubrick.

Pero hay algo que engancha mucho de la serie y es su "componente Lost". Por un lado, un ritmo narrativo con flashbacks para explicar el pasado de los protagonistas. Por el otro, la presencia de un gran "enigma" para atrapar al espectador: saber quién (o qué) es "Beta", alguien (o algo) que mueve los hilos y el destino de la misión provocando confusos y misteriosos hechos (enfermedades repentinas en los astronautas, sueños extraños, accidentes inexplicables y más).

Amigos de lo fantástico, ahí las tienen: dos buenas opciones para no sentirnos tan solos en el universo (televisivo).

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jueves, 30 de julio de 2009

Decile no a este maldito policía

Vamos por las 100.000 firmas contra la designación de Jorge “Fino” Palacios como jefe de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.


El Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, puso a cargo de la nueva Policía Metropolitana a Jorge “Fino” Palacios, individuo que, como verás en el afiche de arriba, está involucrado en todos esos nefastos hechos que podés profundizar acá y acá.

La polémica designación ya movilizó a muchas organizaciones de derechos humanos y partidos políticos, que abrieron mesas en varias esquinas porteñas con el fin de recolectar firmas en rechazo al nombramiento. Si no podés acercarte a ninguna, sumate dejando tu nombre y número de documento en http://noalfinopalacios.blogspot.com/ o http://www.mactiva.blogspot.com/.

lunes, 27 de julio de 2009

La verdad tras el "Caso Mascherano"

El cinco de la selección nacional, motor de una muy ingeniosa publicidad de Fiat.



Primero, precarios y enigmáticos afiches con una dirección web que empapelaron la ciudad despertaron la curiosidad e invitaban a conocer "la verdad" tras el futbolista Javier Mascherano. Y en el site en cuestión, los videos de una investigación a cargo de un supuesto periodista llamado Luis Dapelo revelaban algo asombroso: el mediocampista y capitán de la selección nacional era parte de un secreto experimento médico y debe su sobrenatural rendimiento físico a tener injertado en su cuerpo un motor de Fiat.

¿Realidad o ficción? ¿Acaso vale esa pregunta en los nuevos tiempos del marketing 2.0?

Lo cierto es que la agencia Leo Burnett, liderada por Sebastián Olivieri y Pablo Capara, dejó que el combustible viral de Internet diera la potencia y velocidad necesarias para poner en marcha una difícil campaña: impulsar un motor, no un auto; vender las cualidades del nuevo turbodiesel Multjet 1.3 16V de la marca italiana.

Y arrancó con todo. En cuestión de días, el "Caso Mascherano" estaba en boca de todos. Antes de que el sitio cumpliese las dos semanas, ya había registrado un millón de visitas, y el promedio de permanencia de los internautas era de 18 minutos, algo que se debió, fundamentalmente, al excelente documental de la "investigación".

Diversos programas de radio y televisión, ya sean de chismes o de deporte, parecían hacerse eco de la "denuncia" de Dapelo, quien hasta estuvo cara a cara con Chiche Gelbung en 70.20.10: muestras de hasta dónde puede llegar una PNT enigmática y bien pensada.

"Al principio, la idea era hacer una movida de prensa como que iban a operar a tal jugador para ponerle un motor, pero después nos asustamos porque podías quedar atado a la performance del futbolista desde ese día en adelante", cuenta Luis Sánchez Zinni, responsable de la movida de marketing junto a Carmelo Maselli. "Incluso en su momento se barajó usar a Martín Palermo, que justo volvía de su operación en la rodilla cuando estábamos pensando la campaña y podíamos aprovechar esa situación. Pero luego vimos que las características del motor coincidían mucho más con las cualidades de un 5 corredor como Mascherano", completa.

¿Costó convencerlo a Mascherano o se copó enseguida?
La verdad que nos sorprendió cómo tomó la idea: la entendió, no se asustó y se mostró muy contento porque las cualidades del motor que resaltábamos también lo dejaban bien parado a él. Además, de onda, fuera de lo pautado y presupuestado, se prestó a hacer esa aparición al final del video, en la que Dapelo lo intenta entrevistar y él se niega a hacer declaraciones.

¿Y qué otros jugadores tuvieron en mente?
Y, además de Palermo, podría haber estado (Sebastián) Battaglia. Y acá mi coequiper, que es hincha de Racing, proponía a (Franco) Zuculini (Risas).

La otra estrella de la campaña, sin dudas, es Dapelo, "periodista - investigador" que supo cosechar amores y odios virtuales de miles de navegantes que impulsaban o defenestraban su trabajo a través de comentarios en su blog. La verdad es que el Facebook del personaje ya tiene casi 4.500 seguidores, y las reproducciones de algunos capítulos de su investigación superan las 250 mil en su canal de YouTube.

"Pensábamos que cuando la gente se enterara de que todo era una publicidad se terminaba la cosa. Pero funcionó tan bien el personaje del periodista que muchos creen que realmente existe. En Facebook, podés chatear con la gente como si fuera él y es muy impresionante: algunos nos dicen 'apoyo tu búsqueda', otros que 'sos un chanta', otros te piden explicaciones de ciertos detalles de la investigación. Fue muy divertido y nos dio mucho feedback de cómo está andando la movida", comenta Sánchez Zinni, quien no quiso dar cifras sobre el costo total de la campaña, pero afirmó: "Hicimos todo esto con la plata que hubiéramos usado para tres comerciales chiquitos malos, que después, encima, te cuesta mucho pautarlos".

¿Y cómo continúa esta historia, entonces? Bueno, hay que estar atentos, porque esta semana nuevos afiches revelerán finalmente quién dice la verdad y está detrás (o, mejor dicho, adentro) de Mascherano.

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Caso Mascherano - Investigación - Parte 1


viernes, 24 de julio de 2009

Dollhouse: muñecas bravas

Llega una serie a la medida del canal FX: barbies sexies, peligrosas y huecas.



Jugar con muñecos: divertirse (y lucrar) con envases para el deseo. De esto se trata Dollhouse, la nueva serie que se estrenará en nuestro país el próximo martes 28 a las 22, por FX.
Creada por Joss Whedon (Buffy, The Vampire Slayer; Angel y Firefly), la historia se centra en "Echo" (Eliza Dushku), uno de los varios "activos" o "muñecos" de la organización ultrasecreta llamada Dollhouse que vende los servicios de personas cuyas mentes son programadas a voluntad para efectuar cualquier tarea: novias perfectas, ladronas experimentadas, cantantes o lo que la imaginación de los millonarios clientes pueda pagar. Una vez cumplido el trabajo, la memoria de los "dolls" se borra y quedan en un estado de inocencia infantil hasta la próxima misión.
Pero claro: "Echo" es una chica especial, que comienza a mostrar un comportamiento que escapa a las instrucciones de sus jefes y la lleva a cuestionar su origen, su existencia y verdadera personalidad. Para mayor complicación, hay un agente del FBI (Tahmoh Penikett, ex Battlestar Galactica) tras los pasos de descubrir a la organización, y un "activo" rebelde y poderoso suelto, llamado "Alpha", que parece obsesionado con "Echo".
El programa ofrece elementos de Alias y My Own Worst Enemy, pero Whedon no ahonda en las cuestiones morales, metáforas o conflictos psicológicos que podría aprovechar y se concentra en su especialidad: mostrar un universo post-teen de Barbies (y algunos Ken) con mucha acción de corte sci-fi.
Además, en una serie sobre muñecos, también es lógica la carencia de caracteres fuertes. Dushku cuenta con el físico de una atlética femme fatale, pero tiene la versatilidad actoral de un Playmobil, algo muy desacertado para un papel que exige mudas de personalidad constantes y que no puede resolverse con meros recursos estéticos: recogerse el pelo y ponerse trajecito con lentes no basta para transformarse de acompañante escort a negociadora experta en secuestros, como puede verse en el primer capítulo.
No obstante, el show va ganando en complejidad y atractivo a lo largo de los capítulos, ya se aseguró una segunda temporada en los Estados Unidos y aquí llega como una serie a la medida de lo que un canal "para grandes hombres" como FX suele ofrecer: chicas huecas objeto de cualquier fantasía y siempre listas para la acción.
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martes, 21 de julio de 2009

Souvenirs

Cosas que traje de contrabando.

Ya estoy de vuelta en Buenos Aires (y parece que conmigo se vino toda la lluvia centroamericana, ¡qué lo parió!) tras uno los mejores viajes que podés hacer: esos que mezclan trabajo con placer. Y me traje varios recuerdos, a saber:

256 millones de tonos verdes. La expresión "con mucho gusto" como respuesta para todo mandado, solicitud, favor o pedido. Jet lags y un ritmo circadiano que quedó sonado y fuera de tiempo. Varios discos que en Argentina son imposibles de conseguir o están carísimos. La cortesía y amabilidad de los taxistas ticos (Costa Rica es como el mundo bizarro de los tacheros porteños). Los platos y la historia de Mary.Pupusas salvadoreñas (la comida, porque pupusa también se le dice a otra cosa, malpensados). Ceviches en lugares turbios. Variedad de cervezas. Un celular deshecho. Ansiedad aeroportuaria. Insomnio hotelero. Rutas con curvas tan peligrosas como sensuales. Estar a diez metros de ser fulminado por un rayo. Una visita a MARTE. Conocer un equipo de trabajo que es pura vida. El volcán Arenal por la noche: ver a la Tierra fumándose un habano, antes de cenar alguna civilización cercana. Las trasnoches de fin de semana de Extra (una especie de Crónica, pero hiperamarillo, que después de las cero horas emite películas porno). Cas, guanábana, melocotón, mora, piña, tamarindo, maracuyá y todos los frutos raros que tu estómago pueda aguantar. Las carretas periqueadas de Sarchí (o cómo enchulaban la máquina en el siglo XIX). Los relatos de Manuel "Pilo" Obando (periodista deportivo tico que reza y cita párrafos bíblicos al comienzo de los partidos de la selección, entre otras bizarreadas). Adicción a los pancitos de linaza de Nutrisnacks. El deseo de volver.

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miércoles, 15 de julio de 2009

Costa Rocka

Algunas postales de una escena musical under que es pura vida.

Se suele pensar que Costa Rica (y Centroamérica en general) es un lugar solo de calipso, música tropical y donde Vilma Palma e Vampiros o The Sacados aún vienen a recaudar algunos colones de los bolsillos nostálgicos. No es una impresión tan errónea ni alejada de la realidad, como que también podés ver a los Infected Mushroom en el Club Vértigo, a Jairo en el Teatro Melico Salazar o a Piero tocando en la inauguración de un centro comercial de San José. ante 50 personas (según me contaron).

Pero en esta tierra también hay una escena musical local floreciente que tiene algunos exponentes con calidad de exportación. Basta recordar que fue una banda tica, Le Pop, quien ganó la primera edición del concurso latinoamericano de MTV La Zona de Combate, un par de años atrás.

Hace unos días estuve en el Jazz Café de Escazú, especie de La Trastienda local, en los conciertos de dos de los más interesantes grupos del under local. Primero, el trip electroétnico de Santos & Zurdo, dúo integrado por Santos Gassiebayle, un argentino radicado desde hace diez años en Costa Rica que toca el sitar de forma hipnótica sobre el drum & bass que dispara Fernán Castro.

Luego, Castro se calzó la guitarra para estar al frente de Parque en el Espacio, ajustado y potente cuarteto con aires al primer Radiohead y elementos progresivos que reúne, a su vez, a integrantes de otras destacadas bandas locales, como Gandhi y Evolución. Una suerte de "supergrupo" local.

Pero si vas para San José y tenés un corazoncito darkie como el mío, tenés que escuchar a Anemonah. Hacen pocas presentaciones en vivo, ya que invierten mucho en una cuidada puesta en escena, pero si no los podés ver andá a la disquería Insomnio y comprate Cage, su excelente EP debut: no te vas a arrepentir y solo cuesta 3.000 colones (unos 20 pesos).

Justo mi viaje a El Salvador coincidió con el recital de otra banda para seguir con atención: The Flying Pancake, un electro rock con mucha performance visual y un sonido que recuerda a Daft Punk y Empire of the Sun.

Y no me quiero olvidar del buen post rock de Poper, el indie instrumental de los jovencitos Zòpilot, y de Los Cuchillos, cinco pandilleros que ofrecen una divertidísima mezcla de surf y rockabilly en clave horror movie de los 50 y 60.

Entre playas y volcanes, la movida de chepe, como le dicen acá a la noche josefina, ofrece sonidos calientes y una escena que amaga con hacer erupción en cualquier momento.

A seguir conociendo.



Parque en el espacio – “Erase”




Anemonah – “Cage”




Santos & Zurdo – “Indian Detective”



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