martes, 21 de julio de 2009

Souvenirs

Cosas que traje de contrabando.

Ya estoy de vuelta en Buenos Aires (y parece que conmigo se vino toda la lluvia centroamericana, ¡qué lo parió!) tras uno los mejores viajes que podés hacer: esos que mezclan trabajo con placer. Y me traje varios recuerdos, a saber:

256 millones de tonos verdes. La expresión "con mucho gusto" como respuesta para todo mandado, solicitud, favor o pedido. Jet lags y un ritmo circadiano que quedó sonado y fuera de tiempo. Varios discos que en Argentina son imposibles de conseguir o están carísimos. La cortesía y amabilidad de los taxistas ticos (Costa Rica es como el mundo bizarro de los tacheros porteños). Los platos y la historia de Mary.Pupusas salvadoreñas (la comida, porque pupusa también se le dice a otra cosa, malpensados). Ceviches en lugares turbios. Variedad de cervezas. Un celular deshecho. Ansiedad aeroportuaria. Insomnio hotelero. Rutas con curvas tan peligrosas como sensuales. Estar a diez metros de ser fulminado por un rayo. Una visita a MARTE. Conocer un equipo de trabajo que es pura vida. El volcán Arenal por la noche: ver a la Tierra fumándose un habano, antes de cenar alguna civilización cercana. Las trasnoches de fin de semana de Extra (una especie de Crónica, pero hiperamarillo, que después de las cero horas emite películas porno). Cas, guanábana, melocotón, mora, piña, tamarindo, maracuyá y todos los frutos raros que tu estómago pueda aguantar. Las carretas periqueadas de Sarchí (o cómo enchulaban la máquina en el siglo XIX). Los relatos de Manuel "Pilo" Obando (periodista deportivo tico que reza y cita párrafos bíblicos al comienzo de los partidos de la selección, entre otras bizarreadas). Adicción a los pancitos de linaza de Nutrisnacks. El deseo de volver.

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