viernes, 24 de julio de 2009

Dollhouse: muñecas bravas

Llega una serie a la medida del canal FX: barbies sexies, peligrosas y huecas.



Jugar con muñecos: divertirse (y lucrar) con envases para el deseo. De esto se trata Dollhouse, la nueva serie que se estrenará en nuestro país el próximo martes 28 a las 22, por FX.
Creada por Joss Whedon (Buffy, The Vampire Slayer; Angel y Firefly), la historia se centra en "Echo" (Eliza Dushku), uno de los varios "activos" o "muñecos" de la organización ultrasecreta llamada Dollhouse que vende los servicios de personas cuyas mentes son programadas a voluntad para efectuar cualquier tarea: novias perfectas, ladronas experimentadas, cantantes o lo que la imaginación de los millonarios clientes pueda pagar. Una vez cumplido el trabajo, la memoria de los "dolls" se borra y quedan en un estado de inocencia infantil hasta la próxima misión.
Pero claro: "Echo" es una chica especial, que comienza a mostrar un comportamiento que escapa a las instrucciones de sus jefes y la lleva a cuestionar su origen, su existencia y verdadera personalidad. Para mayor complicación, hay un agente del FBI (Tahmoh Penikett, ex Battlestar Galactica) tras los pasos de descubrir a la organización, y un "activo" rebelde y poderoso suelto, llamado "Alpha", que parece obsesionado con "Echo".
El programa ofrece elementos de Alias y My Own Worst Enemy, pero Whedon no ahonda en las cuestiones morales, metáforas o conflictos psicológicos que podría aprovechar y se concentra en su especialidad: mostrar un universo post-teen de Barbies (y algunos Ken) con mucha acción de corte sci-fi.
Además, en una serie sobre muñecos, también es lógica la carencia de caracteres fuertes. Dushku cuenta con el físico de una atlética femme fatale, pero tiene la versatilidad actoral de un Playmobil, algo muy desacertado para un papel que exige mudas de personalidad constantes y que no puede resolverse con meros recursos estéticos: recogerse el pelo y ponerse trajecito con lentes no basta para transformarse de acompañante escort a negociadora experta en secuestros, como puede verse en el primer capítulo.
No obstante, el show va ganando en complejidad y atractivo a lo largo de los capítulos, ya se aseguró una segunda temporada en los Estados Unidos y aquí llega como una serie a la medida de lo que un canal "para grandes hombres" como FX suele ofrecer: chicas huecas objeto de cualquier fantasía y siempre listas para la acción.
Leer en Rolling Stone >>

No hay comentarios: