Algunas postales de una escena musical under que es pura vida.
Se suele pensar que Costa Rica (y Centroamérica en general) es un lugar solo de calipso, música tropical y donde Vilma Palma e Vampiros o The Sacados aún vienen a recaudar algunos colones de los bolsillos nostálgicos. No es una impresión tan errónea ni alejada de la realidad, como que también podés ver a los Infected Mushroom en el Club Vértigo, a Jairo en el Teatro Melico Salazar o a Piero tocando en la inauguración de un centro comercial de San José. ante 50 personas (según me contaron).
Pero en esta tierra también hay una escena musical local floreciente que tiene algunos exponentes con calidad de exportación. Basta recordar que fue una banda tica, Le Pop, quien ganó la primera edición del concurso latinoamericano de MTV La Zona de Combate, un par de años atrás.
Hace unos días estuve en el Jazz Café de Escazú, especie de La Trastienda local, en los conciertos de dos de los más interesantes grupos del under local. Primero, el trip electroétnico de Santos & Zurdo, dúo integrado por Santos Gassiebayle, un argentino radicado desde hace diez años en Costa Rica que toca el sitar de forma hipnótica sobre el drum & bass que dispara Fernán Castro.
Luego, Castro se calzó la guitarra para estar al frente de Parque en el Espacio, ajustado y potente cuarteto con aires al primer Radiohead y elementos progresivos que reúne, a su vez, a integrantes de otras destacadas bandas locales, como Gandhi y Evolución. Una suerte de "supergrupo" local.
Pero si vas para San José y tenés un corazoncito darkie como el mío, tenés que escuchar a Anemonah. Hacen pocas presentaciones en vivo, ya que invierten mucho en una cuidada puesta en escena, pero si no los podés ver andá a la disquería Insomnio y comprate Cage, su excelente EP debut: no te vas a arrepentir y solo cuesta 3.000 colones (unos 20 pesos).
Justo mi viaje a El Salvador coincidió con el recital de otra banda para seguir con atención: The Flying Pancake, un electro rock con mucha performance visual y un sonido que recuerda a Daft Punk y Empire of the Sun.
Y no me quiero olvidar del buen post rock de Poper, el indie instrumental de los jovencitos Zòpilot, y de Los Cuchillos, cinco pandilleros que ofrecen una divertidísima mezcla de surf y rockabilly en clave horror movie de los 50 y 60.
Entre playas y volcanes, la movida de chepe, como le dicen acá a la noche josefina, ofrece sonidos calientes y una escena que amaga con hacer erupción en cualquier momento.
A seguir conociendo.
Parque en el espacio – “Erase”
Anemonah – “Cage”
Santos & Zurdo – “Indian Detective”
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