miércoles, 10 de junio de 2009

Las mejores idioteces de las plataformas electorales

¿Votás en Capital y te quejás por la carencia de propuestas y debate? Acá analizamos las plataformas de todos los partidos de la ciudad y te damos cinco ejemplos de que a los políticos les faltan ideas, pero les sobra imaginación.







1. UCP: Unidos por el Copy - Paste

El Movimiento por la Dignidad y la Independencia y el Partido Comunal proponen a Jorge Pirra como diputado por la ciudad. La Coalición Independiente Federal y el Encuentro Federal por la Unidad impulsan la candidatura de Juan Mussa. Carlos Peralta se postula tanto por Idear como por el Consenso Porteño, mientras que Enrique Piragini encabeza la lista del Partido del Campo Popular. OK, más allá de que haya personas que se candidatean por más de una fuerza política, ¿qué tienen en común todos estos partidos? Bueno, que sus plataformas son exactamente iguales.

No, no me refiero a ciertas coincidencias ideológicas: los textos, disponibles en la web del Poder Judicial de la Nación, son idénticos. Debe haber alguna razón, motivo o circunstancia, por no decir tramoya estratégica, que explique estas plataformas septillizas. Pero yo les diría que se junten, que armen una alianza, que dejen a un lado sus diferencias (aunque no sé cuáles). Es más, les tiro algunas consignas para el 2011:

En industria: Fomentar la fabricación nacional de fotocopiadoras.

En economía: Duplicación del salario y baja en los precios del tóner, ¡ya!

En salud y bienestar social: Basta de diferencias, ¡igualdad para todos!

En seguridad: ¡Más uniformes y más machetes!

En educación: ¡Más uniformes y más machetes!



2. Un estratega que se hunde solo

El Partido Popular de la Restauración tiene como primer candidato a diputado al ex militar Gustavo Breide Obeid (uno de los responsables, junto a Mohamed Alí Seineldín, del alzamiento carapintada de 1990) y, como era de esperar, su plataforma electoral es una verdadera bomba.

Entre sus muchas y "nacionalistas" ideas, siempre ligadas a la tradición, la familia y la propiedad, se propone el "Rediseño del Ejército sobre la base de los principios del arte de la guerra enunciados por Josmini y Lidell Hart" (sic).

Yo supongo que el ex carapintada se quiso referir a Antoine-Henri Jomini y a Basil Liddell Hart, pero bueno: quizás Breide Obeid no escribe correctamente los nombres de los estrategas que lo inspiran como una táctica para despistar al enemigo (o sea, a todos nosotros).

Igual, esto no es lo que más debería preocuparnos de este oscuro personaje que, entre otras barbaridades, plantea "completar o construir tres nuevos submarinos como primera barrera de defensa continental".

Ojo que el voto psicodélico está garantizado si los hacen amarillos, pero no... ¡qué va!: seguro que Breide Obeid los quiere verdes.



3. Un, dos, tres, ¡iiiiaaa!

Nadie en sus cabales puede negar la importancia del deporte en la vida, como fuente de salud y vínculo con la sociedad. Pero el Partido Demócrata Cristiano va mucho más allá y propone la "incorporación del deporte como materia obligatoria desde primer grado, apuntado a deportes que aporten disciplina y valores. Como ejemplo se propondrán las artes marciales, que otorgan conocimientos de defensa personal, disciplina, autodisciplina, esfuerzo, sacrificio, respeto por los mayores, sabiduría milenaria y valores".

Por otra parte, el Partido Popular de la Restauración, del ex carapintada Breide Obeid, "privilegiará el atletismo como base para el desarrollo de todo deporte". De más está decir que "cuerpo a tierra" y "salto rana" serán asignaturas obligatorias.



4. ¡Arriba, jubilados!

Calificar a nuestros ancianos como "clase pasiva" es algo que me molesta y hasta me resulta peyorativo. Por eso me alegra la existencia de un partido como Jubilados en Acción, que pugna por los intereses de la "tercera edad" en una sociedad que te retira cada vez más temprano.

Sin embargo, me llamó la atención su idea de "crear el Ministerio de los Adultos mayores, integrado en sus cuerpos orgánicos por dignos representantes del sector". En la plataforma no hay aclaración ni ampliación alguna sobre el fin y las funciones de este organismo y, como soy una persona (de)formada por los medios, no me resultó difícil imaginar esta iniciativa como un consejo de ancianos liderados por el abuelo Simpson, abocados a quejarse por todo.

Llamé al partido para averiguar más, pero no me respondió nadie. Claro, era la hora de la siesta.



5. Ahora soy yevolucionario

Adiviná de qué partido es esta proclama: "La revolución de las instituciones es posible: La falta de representatividad de los partidos políticos ha provocado el rechazo en la gente, que pocos cree (sic) que sean el pueblo o las provincias los representados, sino las oligarquías partidarias, como parte de su asalto al Estado. La voracidad de las estructuras partidarias, en su afán de perpetuarse y reproducirse, ha colocado al Estado al borde del colapso, acabando con nuestros recursos y nuestra paciencia".

¿Es del Partido Obrero? ¿Del MST? ¿Acaso pertenece a las Asambleas del Pueblo por el Socialismo y la Libertad? No, no y no: es parte de la plataforma del Frente Es Posible, una alianza que reúne a la ex UCeDe de Alsogaray con el partido Acción por la República de Cavallo, y que es el brazo de los Rodríguez Saá en la Capital.

Revolution, revolution, saá...



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martes, 2 de junio de 2009

Mental: primer diagnóstico

De Latinoamérica para el mundo, la versión cool de House.


No me gusta comentar una serie tras solo ver el primer capítulo. Es como ir al médico y que te diagnostique con solo mostrarle la lengua. Y, en este caso, estamos hablando de un programa que trata con esquizofrénicos, paranoicos y toda una guardia de desquiciados. No es cuestión de recetar un ibuprofeno y chau picho, no: veamos cómo evoluciona así no damos una prescripción errada porque, vamos: ¿alguien podía pronosticar la genialidad y longevidad de Seinfeld o 30 Rock tras sus espantosos pilotos?


El problema es que en estos tiempos uno fagocita industria cultural tan rápido como la vomita, y así no va: tenemos que ser pacientes, como en Mental.


Lo bueno de la creación que Fox pondrá en pantalla hoy, a las 22, es que estaremos viendo una nueva serie en simultáneo con varios países y a tan solo cinco días de su estreno en Estados Unidos, lo cual esperemos se transforme en un frecuente y sano comportamiento de las cadenas de TV locales (aunque, de todas formas, no me convence eso de "estreno mundial" en la publicidad, pero bueh).


La otra gran novedad es que este es el primer show del canal para el mercado norteamericano y el resto del mundo producido en Latinoamérica: Mental parece ambientada en Los Angeles, pero en realidad está filmada en los estudios de Fox Telecolombia, en Bogotá (donde también se hizo Tiempo Final). Una medida que abarató los costos en un 50 por ciento y favoreció a muchos trabajadores de esta parte del globo.


Pese a estas buenas noticias, Mental no luce bien. Su primera impresión nos deja entrever una severa crisis de identidad en esta serie que se parece a muchas, pero que podría resumirse como una versión cool de House. Sí, acá también tenemos a un médico brillante, capaz de pensar y actuar "out of the box" para resolver casos clínicos complejos, pero en lugar de ser un jovatón rengo, huraño y adicto, Jack Gallagher (Chris Vance, ex Prison Break) es un inglés fachero, intrépido, amante del ciclismo y de los métodos poco ortodoxos. Si es necesario ponerse en pelotas para calmar a un paciente o allanarle ilegalmente el domicilio en busca de pistas para curarlo, lo hace. No importa si eso lo mete preso, pone en riesgo su flamante cargo en el hospital o fomenta la enemistad de sus estructurados colegas.


Visto así, Mental parece un caso serio, pero no hay de qué preocuparse: la serie no es grave, y eso desilusiona un poco. Por ahora, no hay síntomas de grandes conflictos, salvo la previsible relación amor-odio entre Gallagher y su jefa, Nora Skoff (Annabella Sciorra, ex The Sopranos). Aunque, aparentemente, tiene una hermana con problemas y en el futuro asoman peleas con un psiquiatra cómplice de las empresas farmacéuticas interesadas en experimentar drogas con los internados.


Mental tiene a su favor que llega en una grilla televisiva algo vacía, justo tras el final de temporada de todas las principales series y sin próximos estrenos de importancia en el horizonte. Para algunos, el programa podrá ser la receta para matar la espera por el regreso de los grandes títulos. Para otros, será como tratar la ansiedad con Armonil. Veamos cómo funciona. Y, si no, bueno: yo no soy médico, pero recomiendan que, de vez en cuando, apagar la tele puede ser un buen remedio.