Felix Buxton, del dúo electrónico
de Londres, habla de paz, amor, baile y objetos voladores no identificados.
Si
hay que definir a Basement Jaxx con
un eslogan, debería ser el de united
colors by dance. Desde Remedy,
aquel explosivo debut de 1999, con su pantone de pieles en la portada, sus hits
universales como “Red Alert” y “Bingo Bango” y sus clips multiculturales, Felix Buxton y Simon Ratcliffe integran bebop, soul, disco, reggae, salsa, ska,
hip hop, funk, alma Motown y cuanto ritmo encuentren caminando al house de
raíces neoyorkinas. Y lo hacen con más habilidad y espíritu que sus contemporáneos
surgidos de la ola big beat, ya sean The
Chemical Brothers, Fatboy Slim, Groove Armada o The Crystal Method.
“Este
tipo de música tiene que ver con la unidad, con romper las barreras entre
distintos lugares, con la expresión y la libertad, con la positividad, la paz y
el amor. Eso siempre me atrajo y fue parte de la razón por la cual me metí en
el house”, dice Buxton a Generación B.
Quince
años y seis discos después, el ánimo integrador no ha cambiado. Tal es así que
su último álbum de estudio se llama Junto
(y no Together) y trata sobre las
conexiones entre la humanidad. “Todos compartimos el deseo de ser felices, y
para eso necesitamos tener una mente en paz y ser responsables de nuestras
palabras y nuestros actos”, le dijo a la prensa durante su lanzamiento. El
mensaje de unidad global los llevó hasta Paraguay, donde trabajaron con la
Orquesta de Reciclados de Cateura, conformada por niños y adolecentes que
escasos recursos que tocan con instrumentos fabricados con los desperdicios
arrojados en ese vertedero de Asunción. Con ellos, grabaron parte del single “Power to the People”, que luego
se transformó en un proyecto de colaboración mundial a través de un sitio web
que permite que cualquier persona haga su propia versión del tema y la comparta
online.
Lamentablemente,
esa visita cercana no los trajo a nuestro país, donde grabaron el video del single “Good Luck” (2004) y donde pasaron
por última vez ya hace seis años. “Me encanta Buenos Aires y quiero volver
pronto — dice—. Recuerdo que había una tienda de ropa llamada Félix, y era muy
gracioso porque tenía un montón de prendas con mi nombre grabado en la espalda.
Me compré una campera de cuero, que todavía tengo”.
El
dúo acaba de lanzar Junto Remixed, su
primer álbum de remezclas, a cargo de Alex Metric, The Martinez Brothers,
Luciano y otros artistas “que nos gustan y que es genial que les pidas participar
y se involucren”, según Buxton. Y viene de realizar un concierto vinculado a la
organización Peace One Day, “que trata de difundir la idea de detener la
violencia para que, por lo menos por un día, todos piensen en la paz”.
Cuando empezaron, el house todavía era parte
de una subcultura que se rebelaba a las normas. Hoy es un género establecido,
con megafestivales auspiciados por multinacionales. ¿Fue un cambio para mejor o
peor?
Es
lo que es, así funciona. El underground
siempre fue absorbido por el mainstream. Pasó
con el disco, con el jazz, con el rock… Y lo que sucede es que la música suele
terminar siendo un poco insulsa, y probablemente ahora nos encontramos en este
punto.
¿Puede recuperar ese
elemento de rebeldía y vanguardia?
Creo que
el house es lo que es, no es nuevo como era antes; evoluciona, cambia, y
también hay nuevas generaciones que encuentran su lugar. En el Reino Unido,
surgió la escena grime, por ejemplo. Yo no puedo distinguir entre los distintos
tipos de house; es música, es 4x4, algunas cosas tienen bajos, otras no, y ciertas
cosas me gustan y otras no. Pero todavía hay gente que cree y que transmite su
mensaje a través de la música. Las cosas son lo que son, y no podés desaprender
lo que ya sabés. Así es la cultura. Por eso hay gente que escucha todo tipo de estilos,
los chicos jóvenes tienen la mente muy abierta. Y es algo que siempre trato
celebrar con Basement Jaxx. Te puede gustar el hip hop o cualquier otra cosa.
No importa: es música y te va hablar de alguna manera.
Realizaron decenas de
colaboraciones con grandes estrellas. ¿Hay algún artista al que hayan invitado
a trabajar y les dijo que no?
Grace
Jones es alguien con la que siempre quisimos colaborar, pero nunca logramos
hacer algo. Le hicimos saber en muchas ocasiones que queríamos trabajar con
ella, pero nunca se dio y siempre estuvo en la lista de deseos. Está bien: no
tenía que ser.
¿Y al revés: gente a la que ustedes se
hayan negado?
También
sucedió alguna vez. Generalmente, porque no parecía factible, ya que era muy
pop o algo así. Tiene que ver con el artista: si está demasiado orientado a lo
comercial, entonces la música no sirve para el scratch, y no me interesa para nada.
Queremos nombres…
No,
no. Je, je.
Junto fue descripto por muchos como un álbum de “regreso”, no solo
a la escena después de cinco años, sino al house de sus comienzos. ¿Coincidís?
Sí,
tomamos la decisión de volver al sonido del primer álbum, porque nos dimos
cuenta de que el público lo quería y sentimos cierta responsabilidad de hacer
lo que la gente le estaba pidiendo a Basement Jaxx.
Leí que el álbum
está, en parte, inspirado luego de que viste un ovni. ¿Cómo fue esa experiencia?
Estaba
en la misma habitación en la que estoy ahora, mirando por la ventana mientras
hablamos. Tal vez vea otro, ahora, ja, ja. Fue por la tarde, y charlaba con una
cantante. De repente, vi algo brillante que parecía metálico, en el medio del
cielo de Londres. Lo miré por unos cinco minutos, más o menos. Tratamos de
filmarlo con los teléfonos, pero no se ve. Y cuando miramos de nuevo, ya había
desaparecido. Ahora sé que puede haber sido algún tipo de aparato militar, pero
definitivamente parecía un plato volador. Y eso me fascinó y me llevó a buscar
en Internet y a leer un montón de libros sobre los distintos aspectos de la
conciencia. Justo en 2012 había mucha hablando de que era el fin de una era, el
fin del calendario maya y el inicio de un nuevo mundo. Y eso me parecía
apasionante, pensaba que era genial porque era lo que los seres humanos
necesitaban.
Te escucho y no sé si sos un tipo
espiritual o un hippie loco…
Ja,
ja. Sí, soy bastante espiritual y también un poco hippie, no en el sentido de
no trabajar y vivir arriba de una camioneta, sino por el pensamiento positivo.
Uso la agresión, que es parte de todos nosotros, positivamente. Y, sí, soy muy
espiritual e investigué mucho diferentes religiones. Por eso los mensajes y las
canciones de Basement Jaxx son tan positivos. Claro que podés ser positivo y,
también, estúpido. Eso hay que tratar de evitarlo.
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