Cuatro álbumes
fundamentales del rock nacional acaban de tener su edición en LP.
Casi en silencio, sin anuncios ni la cobertura mediática que
mereció el lanzamiento
en vinilo de la discografía de Gustavo Cerati, cuatro álbumes esenciales de
la historia del rock nacional también tuvieron esta semana su respectiva
edición en LP, en este caso por parte de DBN Discos.
Quizás la joya de esta primera selección sea Ruedas de metal. El debut de Riff, lanzado
en 1981, significó una bisagra en la escena local y en la carrera de Norberto
Napolitano, con el final de Pappo’s Blues y su introducción al hard rock
(acompañado por Vitico, Boff y Michel Peyronel) influenciado por el sonido pesado
y la imagen de cuero y tachas de bandas inglesas como Judas Priest y Saxon.
Grabado en apenas cuatro días, incluye algunas de las
canciones que moldearon el metal criollo, como “No detenga su motor” y
“Necesitamos más acción”, de los que se filmaron videoclips pioneros (¡vean los
viejos y abandonados diques de Puerto Madero en “Necesitamos…”!). La banda lo
presentó en vivo el 9 de julio de 1981 ante 3.500 personas en Obras, donde se habían
colocado sillas en el campo, que terminaron en su mayoría rotas o bajo las
suelas de un público que celebró el nacimiento del heavy argento como se debe:
de pie y con los puños en alto en señal de cuernos.
El otro tesoro para los metaleros es Ácido argentino, de Hermética, que también tiene su versión en
pasta negra: un formato y color que le sienta con justicia al segundo y más
exitoso trabajo de la banda fundada por Ricardo Iorio; un álbum espeso, urgente,
cargado de conciencia sociopolítica latinoamericana en pleno albor del
menemismo. La visceral portada, con el Tío Sam ahorcando a la representación de
la República Argentina, recobra vida y valor en tamaño 12 pulgadas.
Las otras reediciones son, también, dos rescates emotivos de
aquellos primeros años 90: Corderos en la
noche, el debut de Las Pelotas, y El
cielo puede esperar, el salto a la masividad de Attaque 77. Arriba de
éxitos como “Donde las águilas se
atreven” y “Hacelo por mí” (que bautizó el popular programa conducido por Mario
Pergolini en Canal 9), los punks pasaron del under bonaerense a estrellas de la TV. Los viejos fans no se lo perdonaron
(Ciro Pertusi llegó a ver pintada la puerta de su casa con la leyenda “Jugate
con Ciro”), pero el grupo terminó ampliando su público con un disco que vendió 400.000
ejemplares y consiguió un lugar especial en el rock nacional.
Los cuatro vinilos ya están disponibles en disquerías a un
valor promedio (por ahora y hasta que llegue la especulación con la reventa) de 500 pesos.
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