martes, 9 de septiembre de 2008

Sin sangre: teatro en pantalla grande

Memoria, venganza, violencia y perdón en una impactante obra que apela a la tecnología para intervenir el teatro con el lenguaje del cine.




El teatro es, por excelencia, una de las expresiones artísticas más abiertas a la experimentación. Sin embargo, es poco usual que el género se anime a incorporar la tecnología para ir más allá de las tablas y expandir el formato hacia nuevos lenguajes y expresiones.
Este es el caso de la obra Sin sangre, estrenada ayer en Buenos Aires, a cargo de la compañía chilena Teatro Cinema (Ex La Troppa), que logra fusionar de manera muy original los lenguajes del cine y el teatro por medio de diversos elementos técnicos audiovisuales.
El espectáculo, basado en la novela homónima de Alessandro Baricco, relata la historia de Nina, una pequeña que sobrevive al “ajusticiamiento”, a manos de tres pistoleros, de su hermano y su padre, un torturador conocido como “La Hiena” durante la reciente guerra. 
Medio siglo después, la ahora mujer decide transformarse en verdugo de esos asesinos, hasta que se encuentra con el último de esos hombres para comenzar a atar los cabos sueltos de dos vidas sesgadas por la tragedia.
Entre sus múltiples lecturas (la necesidad de recordar, el deseo de venganza, la culpa y el perdón, la posibilidad de la resiliencia), el libro también guarda relación con la reciente historia chilena y latinoamericana en general: la guerra sucia, los países divididos en bandos y la lucha (y los límites) por los “ideales”.
Los intérpretes interactúan en una puesta conformada por layers o capas de proyecciones, ya sea de escenarios, personajes, objetos o diversos recursos visuales que enriquecen la narración. El resultado es una sorprendente composición en donde los actores reales, en ciertos momentos, se confunden con los digitales, mientras que en otros parecen “salir de la pantalla”, en un logrado efecto 3D.
El lenguaje cinematográfico viste a la obra y le imprime su dinámica al relato, oscureciéndolo en su violencia e iluminándolo en sus partes más evocativas y oníricas, al punto de poner al espectador en un estimulante y nuevo límite: el de no saber si se está ante una suerte de cinematografía corpórea, o ante una teatralización fílmica.
Sin sangre se enmarca en el prelanzamiento de Tecnoescena 08, el festival internacional de teatro, arte y tecnología que se desarrollará del 30 de octubre al 15 de noviembre en el Centro Cultural Recoleta. La obra se desarrolla en el Complejo Cultural Cine Teatro 25 de Mayo, Av. Triunvirato 4444, todos los días hasta el 12 de septiembre y, por si hacia falta aclararlo, es muy recomendable.

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