domingo, 19 de febrero de 2012

domingo, 12 de febrero de 2012

miércoles, 8 de febrero de 2012

Cinco películas mudas que deberías ver

Los sucesos de Hugo y El Artista, filmes con más candidaturas en la próxima entrega de los premios Oscar, homenajean los inicios de la cinematografía y revalorizan las cintas mudas; acá, algunas obras históricas que no podés dejar de conocer...




The Thief (1952)
¿Pensabas que El Artista era “la” rareza de nuestra época? Ya en plena era del sonido y el color, el director Russell Rouse y el enorme Ray Milland (ver urgente La llamada fatal y El hombre con rayos X en los ojos) cerraron la boca y pusieron el silencio al servicio del género que más lo necesita: el del espionaje. Uno de los films mudos “modernos” más destacados.




Luces de la ciudad (1931)
En la que sería su última película muda, Charles Chaplin encarna a su histórico vagabundo enamorado de una vendedora de flores ciega que cree que él es un millonario. Para mantener las apariencias, hace lo imposible por reunir el dinero para pagarle una operación que le permita recobrar la vista. Como cada obra de “Charlot”, es una maravilla de la comedia física y ofrece el que muchos consideran el final más conmovedor de la historia del cine.




El nacimiento de una nación (1915)
Monumental épica de tres horas de D.W. Griffith sobre la Guerra Civil de Estados Unidos. Fue el film mudo de mayor recaudación en la historia de ese país y muchos la consideran una obra fundacional del cine moderno en términos del empleo de técnicas y recursos narrativos. Pero también estuvo rodeada de controversia al considerarse que tenía un mensaje racista, que estereotipaba a los afroamericanos (en su mayoría, actores blancos maquillados como negros) y mostraba al Ku Klux Klan como una fuerza del orden heroica. Griffith intentó eliminar estas críticas y recomponer su imagen un año más tarde con otra emblemática cinta muda: Intolerance, que une cuatro historias (desde la vida de Cristo a hasta la Revolución Industrial) bajo la temática de la intolerancia.




El acorazado Potemkin (1925)
Podrá tildársela como la propaganda comunista más elaborada de la historia, pero la obra de Sergei Eisenstein es una de las películas más impactantes que se han filmado y, aún hoy, la célebre secuencia de la masacre de civiles en la escalera de Odesa, tan homenajeada en otras películas (Alfred Hitchcock, Woody Allen, Brian De Palma y Terry Gilliam son algunos de los que la han celebrado o parodiado) es una de las secuencias más poderosas que nos ha dado el séptimo arte.
En 2004, Neil Tennant y Chris Lowe, de Pet Shop Boys, compusieron una nueva banda de sonido para el film junto a la Orquesta Sinfónica de Dresde, que fue presentada en una proyección y concierto públicos al aire libre en la Plaza de Trafalgar de Londres.




Metrópolis (1927)
No habría ciencia ficción en la pantalla grande de no ser por esta obra maestra del expresionismo alemán a cargo de Fritz Lang. Esta distopía urbana futurista, cargada de alegorías políticas y religiosas, dejó una huella artística en decenas de cintas, desde Frankenstein (1931) y Tiempos modernos (1936) hasta Dr. Strangelove (1964), La guerra de las galaxias (1977), Blade Runner (1982) y las Batman de Tim Burton.
Metrópolis tuvo varias ediciones, entre ellas la polémica versión de Giorgio Moroder, de 1984, que le añadió una banda de sonido synth-pop en la que participaron Bonnie Tyler, Jon Anderson, Pat Benatar y Freddie Mercury, entre otros. Ese año, Queen incluyó escenas del film en el ya icónico clip de “Radio Ga Ga” y, en 1989, David Fincher se inspiró en su estética para el video de Madonna “Express Yourself” (el tercero más caro de la historia).
En julio de 2008, se descubrió en los archivos del Museo del Cine de Buenos Aires la única copia completa que existe de este verdadero tesoro.




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