sábado, 14 de noviembre de 2009

Loudream en Last.fm y iLike



Además de MySpace, ya estamos en Last.fm y iLike, donde también podés escuchar algunas de las canciones que integrarán nuestro álbum debut.
Muy pronto habrá más novedades y sorpresas. Mientras tanto, visitá:

www.myspace.com/loudream

www.lastfm.es/music/loudream

www.ilike.com/artist/Loudream

www.loudream.net / www.loudream.com.ar

martes, 10 de noviembre de 2009

La publicitada ética periodística

Dos reconocidos periodistas son cara y voz de productos y servicios comerciales. ¿Está bien?



Es muy probable que en las últimas semanas hayas visto en la TV las publicidades que involucran a dos reconocidas figuras del periodismo local: María Laura Santillán, promocionando la crema antiarrugas de una marca multinacional, y Julio Bazán, quien pone su inconfundible y dramático relato al spot de un servicio de telecomunicaciones.

No se trata de cualquier figura pública, ni de una actriz vendiendo un yogur para mover el vientre ni de un futbolista que se baña en bebidas deportivas. Hablamos de dos periodistas que, encima, son integrantes de un noticiero de televisión, lugar que muchas veces es considerado por la sociedad como indiscutido "espejo de la realidad" y acaso, dentro de nuestra profesión, como la iglesia eléctrica de la "objetividad": el lugar donde el profesional de la información se compromete con la verdad revelándola con imagen, cara y voz.

Teniendo en cuenta esto, sin ánimo de levantar el dedo acusador y con la mera intención de tratar este tema en un momento en el que nuestra profesión pasa por una de sus mayores crisis de credibilidad, me pregunto: ¿Es correcto que un periodista haga publicidades comerciales? ¿Está bien que Santillán publicite una crema? Después de todo, en la TV los periodistas se maquillan (y las noticias también), pero, cuando María Laura me dice que Revitalift es la más exitosa de Europa, ¿cuánto hay de rigor y cuánto de rubor en eso?

En tiempos en los que se discute la ficcionalización de la realidad que realizan los noticieros, ¿la participación de Bazán (uno de los principales exponentes de este problema) en una propaganda que imita el formato del informe especial periodístico no es, cuando menos, desafortunada?

¿O será que hoy, más que nunca, el problema del periodismo es que las cuestiones vinculadas a su ética están demasiado publicitadas?

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El regreso de V

Lo que dejó el estreno de la remake de la famosa serie sci-fi de los 80.

Si sos de los que hacen su propia programación televisiva gracias a Internet es muy probable que sepas que ayer se estrenó en Estados Unidos la nueva versión de V, célebre serie de ciencia ficción de los 80 que mostraba la lucha de un grupo de humanos contra la invasión de unos lagartos extraterrestres comerratones.

Modernizada, reestilizada, con varios aciertos y puntos flojos, el piloto de la remake dejó varias cosas para tratar (y dudar).

1. Lo mejor es la vuelta de tuerca al guión original. Los aliens están en la Tierra desde hace años, actuando como una "célula terrorista dormida", y su supuesto arribo no es más que el despertar de una nueva etapa en sus planes contra la humanidad. Este detalle es vital: pone la historia en sintonía con la paranoia yanqui (y global) post 9-11 (más si tenemos en cuenta que la acción en el piloto transcurre en New York) y permite una nueva dinámica argumental, ya que tu mejor amigo, compañero de trabajo o jefe puede ser un "visitante" (en un juego de identidades muy similar a la desconfianza "humano o cylon" de Battlestar Galactica).

2. En estética, lo visto hasta ahora fue poco pero impecable. Las naves tienen un look retrofuturista muy atractivo, y el detalle de que la nodriza se transforme en un megatelevisor de quichocientas pulgadas fue un flash. Lo mismo para las actuaciones: Elizabeth Mitchell (Lost), como una estoica agente del FBI, otorga el componente policial; Joel Gretsch (Taken, The 4400), como un cura que ve cuestionadas sus creencias, pone la cuota de fe en la resistencia; y Morena Baccarin (Firefly), la líder de los invasores, es una versión mucho más fuerte (en todo sentido) de la vieja "Diana" (ahora llamada Anna).

3. Quizás me gane muchos enemigos por lo que voy a decir, pero dudo sobre la decisión de los autores de dejar que los aliens tengan apariencia de lagartos. Sé que este es uno de los pilares estéticos de la serie y hasta un guiño para los viejos fans, pero tengo miedo de que la imagen de los reptiles (que aún no se vieron por completo) socave la "seriedad" del programa. Nadie espera que los bichos 2009 sean tan ridículos como sus antepasados ochentosos, pero su permanencia trae vergonzosos recuerdos y comparaciones, además de quitarle sorpresa al show.

4. Lo peor de este primer episodio fue la velocidad e inverosimilitud de su desarrollo. En 45 minutos, llegan los extraterrestres, curan enfermos, hay gente que comienza a dudar de sus propósitos en el planeta, se forma una resistencia, descubren que son lagartos enmascarados, aparecen aliados, y todo entretejido con endebles tramas de conflictos personales de los principales protagonistas. Dio la sensación de que los guionistas dijeron "contemos todo de una, total el espectador ya sabe cómo es la cosa". Así se perdió intriga, tensión y se olvidaron de una regla muy importante: al suspenso hay que darle tiempo. Pero claro, esto tiene que ver con el siguiente punto.

5. ABC solo transmitiría cuatro episodios, y la serie regresaría en la primavera boreal. Mmmhhh... Por lo visto, V se escribe con v de "veremos".

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Un verdadero Trauma

¿Qué pasa si le ponemos C-4 a ER? Tenemos este explosivo desastre médico que se estrenó en Warner.


Un electricista sufre un terrible accidente en la azotea de un edificio de San Francisco. A los 30 segundos, dos ambulancias y un helicóptero acuden a su rescate. Suben al herido para trasportarlo volando al hospital más cercano, pero ocurre lo peor: otro helicóptero emerge de la nada, colisionan y el salvataje se transforma en una verdadera zona de guerra.

Después de ver esto, solo podemos pensar dos cosas:

1. Este show es increíble. Muy increíble.

2. El pueblo ya está disfrutando de los primeros cambios de la administración Obama, porque, según esta serie, los obreros en Estados Unidos tienen una obra social de puta madre. No importa qué te pase, fiel trabajador: dos unidades terrestres, una aérea y cinco paramédicos te protegerán al instante. Eso sí: el control aéreo sigue siendo un desastre.

Seré desconfiado, pero me quedo con la primera opción. Trauma es una sucesión de golpes de efectos, choques, explosiones, histeria, quebrados, muertos. Es como una versión de ER con C-4: un drama médico plástico y explosivo que quiere volarte la cabeza, quizás buscando el cerebro que perdió desde el primer minuto.

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