sábado, 30 de julio de 2016

Faith No More: “Sin dudas, tenemos un futuro juntos”

Mike Bordin habla del regreso de la banda tras 18 años, la locura de Mike Patton y la experiencia con Ozzy y Black Sabbath.



Mike Bordin habla con la misma energía que lo ha transformado en uno de los bateristas más reconocibles del rock. No fueron sus característicos dreadlocks, sino su entusiasmo y potencia los que lo pusieron a marcar el ritmo de artistas como Ozzy Osbourne, Black Sabbath, Korn, Jerry Cantrell (Alice in Chains) y, por supuesto, su banda: Faith No More.
Luego de dieciocho años, los capos del weird-metal regresaron en 2015 con Sol Invictus, un disco que los muestra cargados de vitalidad,  épica progresiva y guitarras tarantinescas. Es decir, el Faith No More de siempre, pero más ¿maduro? “Madurar es una palabra extraña, pero sí: tenemos más experiencia y somos más pacientes entre nosotros —revela Bordin a Generación B—. Antes, al ver una entrevista, podías darte cuenta por lo que decíamos de quién estaba irritando a quién. Alguien siempre estaba molestando a otro. Ahora ya no es así, y estoy inmensamente agradecido por eso, porque es un gran regalo poder volver”.

Terminada la gira de este álbum regreso, el próximo paso del grupo también tiene que ver con un retorno: en agosto, reeditarán su trabajo debut, We Care a Lot, con nueve canciones extra entre demos, remixes y grabaciones en vivo.

¿Por qué ahora este relanzamiento? El 30.o aniversario ya pasó…
Es verdad. Lo que pasa es que Faith No More nunca pensó “vendamos The Real Thing, que salió hace veinte años” o “vendamos Angel of Dust, que salió hace quince”. No hacemos las cosas en términos de marketing. Entonces, el momento puede parecer aleatorio o arbitrario.
La verdad es que Bill [Gould] encontró los masters de esas grabaciones en el sótano. Y sentimos que teníamos algo que aportarle a esa música, que podíamos mejorarla, agregarle algo positivo. Además, somos dueños de ese disco. La propiedad de esa música nos volvió cuando caducó el período con Mordam Records. Y estaba descatalogado desde hace casi veinte años. Como no estaba disponible, podías llegar a encontrarlo en eBay a cien dólares. Eso es muy loco. ¡Cómo vas a gastar cien dólares en un disco!
Sentimos que podíamos sumarles algo a esos originales, tomándonos tiempo para mezclarlos. Es un lindo paquete, con canciones extra, algunos videos de viejas presentaciones de Faith No More, y nadie vio esas filmaciones.

Billy Gould dijo que Angel Dust es el Dark Side of the Moon de la banda, pero que Album of the Year era su disco favorito. ¿Cuál es el tuyo?
Sí. Él siempre dice eso. Sé que estuvo involucrado muy íntimamente en ese disco, se puso las cosas al hombro y trabajó mucho para que tuviera la forma que tuvo.
Yo te podría decir lo mejor de cada disco, pero ¿cuál es mi favorito? Mmmhhh…  King for a Day me encanta porque me gusta el lugar en el que lo grabamos. Me pareció divertido hacerlo en Bearsville, en un viejo granero enorme. Me gusta mucho Sol Invictus, porque lo tuve tres años en el corazón, cuando estábamos haciendo tracks con Bill y nadie sabía nada porque era un gran secreto. Fue lindo ver cómo se concretaba paso a paso y, cuando Mike empezó a cantar, me voló la cabeza. Me conmoví hasta las lágrimas muchas veces con solo escucharlo. The Real Thing fue importante para nosotros porque fue nuestro primer disco con Mike y nos hizo dar cuenta de que podíamos hacer cualquier cosa que nos imagináramos. Él tenía la habilidad y el talento para hacer cualquier cosa. Puedo encontrar cosas buenas en cada disco.

¿Cómo fue reencontrarte con la banda que fundaste dieciocho años después? Es un montón de tiempo que puede cambiar mucho las personalidades y las vidas. Imagino que, en muchos sentidos, no eran los mismos tipos…
No éramos los mismos. Pero, por otro lado, éramos exactamente igual. Al principio, fue muy emotivo, muy intenso, vertiginoso, tenso, entusiasmador, todo eso al mismo tiempo. Pero, en cuanto alguien dice el primer chiste o recuerda una anécdota graciosa de algo que todos vivimos, todo eso se diluye y te das cuenta de que tenemos tanta historia compartida, tanto en común, vivimos tantas cosas juntas que nadie más vivió.
Pero también éramos distintos, claro. Yo volví con dos hijos, con más experiencia, habiendo hecho mil shows con Ozzy, con cicatrices, con recuerdos vergonzosos. ¡Dieciocho años de vida, de perspectiva! Y, sí, en ese sentido, creo que nos volvimos más suaves con los demás (por decirlo de alguna manera), ya sin esa actitud de cuando sos pibe de “yo lo sé todo y las cosas hay que hacerlas como yo digo”. Es lo contrario. Te das cuenta de que el punto de vista del otro puede ser válido aunque no sea el tuyo. Y eso es genial.

¿Cuáles son los planes de Faith No More ahora? ¿Un nuevo disco, más conciertos?
Recién terminamos con Sol Invictus y estamos muy contentos. Tenemos mucha música que espero llegue a ver la luz. Pero Faith No More es una banda: es Mike, Bill, Roddy, Jon y yo. Por el momento, todos queríamos sacar este We Care a Lot, y Bill tiene que remezclar algunas cosas. Esto es algo más que un proyecto paralelo que hacés en el medio de otras cosas. No se trata de una banda nueva que está avanzando: somos nosotros tratando de hacer las cosas bien. Como dijo Bill la semana pasada en Londres, cuando tengamos algo que decir, lo diremos. Pero, en este momento, todos nos estamos relajando y haciendo nuestras cosas. Y está todo bien. Yo soy papá, me encanta estar con mi familia. Pero, sin dudas, tenemos un futuro juntos. Definitivamente, habrá algo más y vamos a estar con Mike Patton: él es el cantante del grupo, punto. ¿Qué va a ser? No sé. Pero eso no es algo malo, para nada.

Saliste de gira con Mike, Ozzy Osbourne y Jonathan Davis. ¿Quién está más loco y por qué?
Ja, ¡qué buena pregunta! Todos están locos, completamente. ¿Y sabés a quién podés agregar a la lista? Jerry Cantrell: está demente. Todos los frontmen son así. Se requiere de una locura especial para hacer eso, pararse frente al público solo con un micrófono. Es raro. Te parás ahí y ¿qué hacés?
Creo que Mike debe ser el más loco. Está pirado. Es muy inteligente, y eso lo mete en problemas en los que los demás no se meterían. Es un explorador. Y esa creo que es la diferencia, lo que lo hace más loco que todos los demás. Él va a desarmar cualquier cosa que se le ponga en el camino o hacer un pozo o lo que sea solo para ver qué pasa. Mike no tiene ningún límite. No tiene reglas. Y eso es lo verdaderamente loco.
Ozzy… bueno, está bien documentado que está chiflado. Sin dudas. Pero es de otra época, tiene 67 años. Es una locura diferente: mucha fiesta, mucha cosa de rock star salvaje…
Jonathan es genial, un buen tipo. No hablo con él seguido ahora, eso fue hace un tiempo, pero la pasé bien con él. Le gusta todo tipo de cosas artísticas bastante raras, la ciencia ficción… ¡Todos están rayados a su manera!


Sos uno de los bateristas más potentes e identificables en un oficio donde se suele pasar desapercibido o quedar relegado detrás de los demás músicos. ¿Qué creés que te hace especial?

¡Uf, ¡Dios, no sé! No suelo hablar de mí mismo…

Esta es tu oportunidad. Abrite, te escucho…

¡Ja, ja, ja! Mirá: la música es mi vida, me lo dio todo. La considero un regalo, una bendición. Cuando estoy haciendo música, en un recital, componiendo o grabando, pongo todo lo que tengo, el ciento por ciento de mí. Siempre. No pienso “hoy no me siento bien” o “a quién le importa esta ciudad o esa otra”. Eso es lo único que puedo decir, no si soy bueno o si soy mejor o peor. Solo puedo hablarte de mi enfoque, de lo que significa para mí hacer esto. Yo crecí con Cliff Burton, fue mi primer bajista, y él también ponía todo, siempre. No estamos trabajando en una fábrica, ni cavando zanjas o sirviendo café: estamos haciendo música. Y la música es apasionada, potente, reflexiva,  emotiva, explosiva… ¡es todo! Y tener el don de darle eso a la gente es maravilloso. Es lo más precioso, además de mi familia, que tengo. Estoy tan agradecido de poder hacer esto. ¡Es lo mejor del mundo!

Pasaron por Buenos Aires en septiembre pasado y dieron un gran show. ¿Tenés algún recuerdo o anécdota de aquella visita?

Me acuerdo de todo. Completamente. Es un lugar especial, se siente como estar en familia, y eso es todo para mí. Siempre tengo ganas de ir para allá, ir a comer esa comida maravillosa preparada por gente a la que sí le importa. Y vinos excelentes. Y tocar frente a personas que realmente quieren escuchar lo que tenemos para decir. Con respecto a esa vez, sé que hicimos un buen show y me sentí satisfecho… De lo que me acuerdo particularmente es que había un chef en el hotel que había hecho un asado el domingo, y lo habíamos puesto en la lista de invitados con su gente, pero ninguno de ellos pudo entrar. Eso nos puso tristes y nos dio mucha vergüenza. Pero se lo vamos a compensar la próxima vez.

¿Qué sentimientos te genera la gira final de Black Sabbath?

Los vi al inicio y me pareció fantástica. Dejame decir algo sobre Sabbath: es la mejor banda, lejos. La que tuvo el mayor impacto sobre mí. Si no fuera por Black Sabbath, yo no haría lo que hago. Ese grupo le dio tanto a mi vida, que si yo pudiera darle el diez por ciento de eso a alguien más, sería un éxito. No puedo decir lo suficiente sobre ellos. Son todo para mí.
En cuanto a músicos individuales, para mí, vienen Jimi Hendrix y, después, bien pegadito, Tony Iommi. La combinación de Vol. 4, Sabbath Bloody Sabbath y Sabotage, esos tres discos al hilo, es una obra de arte. Dios te bendiga, Black Sabbath: gracias por todo. Adiós y disfruten todo lo que venga en el futuro.

Leer en GeneraciónB.com >>


jueves, 21 de julio de 2016

Cine: críticas de "La leyenda de Tarzán" y "La vida secreta de tus mascotas"

En "Con todo el país", por Nacional AM 870, comentamos los estrenos destacados de esta semana.



50 años de rock nacional: habla la nueva guardia (parte IV)

Las Ligas Menores, Sig Ragga, Banda de Turistas y Placer cuentan qué piensan sobre el presente y el futuro de nuestra música.



Este 2016, en el que el rock nacional cumple sus cinco décadas, Generación B está convocando a los más destacados artistas emergentes para conocer, en su voz, qué sienten, qué opinan y cómo se ven a sí mismos y a sus colegas, quienes son, en gran medida, el futuro inmediato del rock argentino.

Es un especial de entrevistas mensuales que ya tuvo una primera parte con Marilina Bertoldi, Roma, Sambara, Bestia Bebé y Surfistas del Sistema. En la segunda edición, hablamos con Indios, Rayos Láser, Foxley, Reyes del Falsete y Utopians. Y el mes pasado, opinaron Ibiza Pareo, Maleza, Científicos del Palo, Barco y Tamesis.
En esta oportunidad, reunimos a Pablo Kemper (Las Ligas Menores), Pepo Cortés (Sig Ragga), Luis Balcarce (Banda de Turistas) y Walter Lema (Placer).


Transcurridos 50 años de rock nacional, ¿qué opinión tienen sobre el estado actual de la escena local?

Kemper: Vemos muy bien a la escena de rock independiente, con muchas bandas geniales que todo el tiempo van llevando más gente, con estilos bien personales e ideas muy interesantes. A la escena más mainstream la vemos mucho más apagada, con bandas en general viejas y con poca renovación y diversidad, salvo algunos casos contados. En ese sentido, nos parece mal lo que pasó con la FM Nacional Rock, que pasó de servir de apoyo a bandas nuevas e independientes, con programas como La Hora Pulenta o Spam, a casi exclusivamente poner solo grupos “consagrados”.
Cortés: La música y los músicos, más precisamente, se encuentran ante un nuevo paradigma que tiene que ver con las plataformas digitales y las redes sociales. Es evidente hay un cambio en la forma de difusión y se abren nuevas posibilidades. Por otro lado, están los medios masivos de comunicación que “circulan y promocionan música que complace a ciertos discursos del poder”. Esta música se consume y perdura poco, porque tiene, en sí, un carácter efímero “falto de espíritu”. Hay grandes músicos y bandas en el país. Están ahí, haciendo increíbles obras. Hay grandes poetas que están inventando nuevos mundos posibles, nuevas formas de ver y de pensar. Están, pero obviamente los van a conocer quienes estén en el mundo de la música y vayan investigando y encontrándose con ellos.

Balcarce: Creo que somos un país que se inició en el rock con un nivel musical y poético tan característico que, por momentos, pareciese que se pierde aquel rumbo elevado. Esto es fácil de sentir si uno se basa en los artistas más masivos o convocantes que, de pronto, tienen arenga y alto carisma, pero con las mismas dosis de conformismo y chatura en letras y melodías. Quizás falta de cierta irreverencia y ganas de buscar más allá de lo trillado. Formas de pensar y decir muy conservadoras que se vuelven paradójicas, si partimos de la idea de cómo nació el rock y qué se propuso discutir.
Al mismo tiempo, siento aires de renovación y la aparición de bandas y solistas en el underground que tienen algo para contar, con una propuesta sonora novedosa y una capacidad para absorber lo que pasa en el mundo en tiempo real gracias a internet. Y que, eventualmente, van a empezar a recibir los frutos de jugársela porque los llaman de otros países y ven que su arte puede tener cabida. Ahí es donde vale ser universal y no perder el entusiasmo de cultivarse y proponerse ser mejor como autor, compositor e intérprete trae beneficios. A nosotros nos sucedió y fue algo que nos permitió seguir en pie todos estos años, a pesar de que, a ojos de la sociedad argentina, seguimos siendo solo un coral dentro del océano de la música.

Lema: Para mí, el rock argentino está muy bien. Hay muchas bandas, buenas ideas y propuestas, no está estancado para nada. A pesar del “desmovimiento” que quiere crear esta nueva vieja política, eso no impide que los músicos podamos expresarnos, ya que también siento que hay mucha energía en nuestra música, la de acá y toda. La música es energía.


¿Se sienten parte de una generación de artistas, de un conjunto de músicos representativo de un momento del país?

Kemper: En general, nos sentimos pares con la gran mayoría de las bandas independientes, como parte de una escena en la cual resulta muy común compartir fechas. Después, en particular, nos sentimos pares especialmente de las bandas de nuestro sello, Discos Laptra (como Él Mató, Bestia Bebé o los 107 Faunos), con las cuales no solo nos une la amistad, sino influencias estéticas parecidas en cuanto a grupos, películas, series y demás. 

Cortés: Admiramos el trabajo de muchos músicos actuales. Por citar a algunos: el Negro Aguirre. Aca Seca Trío, Puente Celeste, La Manzana Cromática Protoplasmática, Liliana Herrero, Juan Falú, Chango Spasiuk, Oscar Giunta, Ernesto Snajer y Luis Salinas, entre otros. En Santa Fe, por ejemplo, hay músicos increíbles como Francisco Lo Vuolo y Bruno Rosado. Así también, hay grandes maestros en percusión y batería, como José Luis Viggiano y José Piccioni, que son un ejemplo para los músicos contemporáneos y para quienes, como yo, son bateristas.
Nos sentimos pares a estos músicos que tienen un enfoque más artístico, espiritual, y que cuidan el valor estético. Lo trabajan, lo pulen, y mantienen una coherencia en todos los órdenes. La música ya es parte de su vida. Conocemos el sacrificio, la responsabilidad y lo difícil que es poder dedicarse de lleno a esta profesión. Y estas personas, como muchos otros, son un ejemplo y de un valor invaluable para nosotros.

Lema: Nos sentimos pares con todos los músicos en general. Por el hecho de compartir la misma historia, son vivencias que tienen similitudes varias, sea cual sea el género musical.

Balcarce: Nos sentimos pares de todos los de nuestra generación y más jóvenes que estén dispuestos a hacer canciones y a pararse a cantarlas. Luego, están a los que reconocemos más afines en cuanto a gustos y sonidos y, ahí sí, estamos cerca de artistas que se animan a experimentar, a hacer algo que puede fallar, pero nunca morir en el intento. Cuando hicimos Mágico Corazón Radiofónico, el primer impulso fue ese: sonar diferente, animarse a hacer algo irracional o cantar letras que tienen una búsqueda poética y no tan de la realidad social, que ya todos sabemos que es dura. Pero, contándolo en canciones, ¿ayudamos a cambiar algo realmente? Yo no lo creo y, además, lo considero un recurso ruin y falto de conexión con la historia.
De todos modos, uno puede recorrer diversos caminos y mutar, proponerse identificar la sociedad y hacerse popular, como lo hicimos con “Química”, que es una canción más contagiosa y, en apariencia, más leve. Pero todo ese relato que vamos escribiendo forma parte de la construcción de nuestro propio imaginario: uno en el que las canciones son nuestras estrellas, pero también está incluida nuestra forma de pensar y ver el mundo. Compartir eso, y la entrega física de cada show, es lo más importante que tenemos para ofrecer.


¿Qué artistas creen que pueden tener un lugar destacado en la escena nacional en los próximos años y por qué?

Kemper: Estaría genial que la mayor cantidad de bandas independientes puedan desarrollarse y crecer, ya que eso abre la puerta al resto. Por ejemplo, que Él Mató pueda tocar en lugares cada vez más grandes. Después, artistas que creemos que van a tener un lugar cada vez más importante pueden ser Bestia Bebé, Srta. Trueno Negro, KOYI, Super 1 Mundial, Los Subterráneos, que son bandas nuevas que van creciendo con cada tema que sacan.

Cortés: Nos resulta muy difícil poder opinar sobre quién puede tener un lugar destacado en un futuro. EL término mismo supone el concepto de “éxito”. Y puede estar muy ligado hoy al marketing, al mercado. Sí deseamos que sigan creando música las personas que admiramos y aquellas que, seguramente, no conocemos y andan por ahí haciendo lo que aman. 

Lema: Viva Elástico es el grupo que veo con más futuro, porque son sus canciones son buenísimas, tocan en todos lados (cosa que considero importante) y están en constante actividad.

Balcarce: Creo que, así como Él Mató logró despegar, ahora es el turno de Los Espíritus, una buena banda con letras y climas que puede asentarse y pisar fuerte para convertirse en un fenómeno que excede al under, al nicho, digamos. En el plano de la novedad, me gustan Las Sombras y La Liga Matriz, dos bandas cuyos discos debut llegaron a mis manos; junto con mi hermano Tomás, decidimos crear un sello llamado Queruza y editarlos, porque nos gustan sobremanera. 
Ese es mi desafío personal: ayudar desde donde puedo a desarrollar esta escena contemporánea en la que todavía tenemos muchos ríos que cruzar, como dijo Jimmy Cliff en “Manny Rivers To Cross”, porque así es como me siento al pensar en todo esto.



Leer en GeneraciónB.com >>

miércoles, 13 de julio de 2016

Roxette: “Depende de Marie”

Per Gessle habla del futuro del dúo y del nuevo disco, que podría ser el último.



Es un tanto absurdo escribir una introducción en una nota sobre Roxette, ¿no? Si estás leyendo esto, casi seguro tenés más de 30 años, y no necesitan ninguna presentación porque ya son parte de la banda de sonido de tu vida. Y si sos más joven, o no los escuchaste, o nunca te gustaron, bueno: qué lástima, porque te estás perdiendo de un capítulo muy lindo de la historia del pop.

Un capítulo muy exitoso, el de la historia del grupo que volvió a poner a Suecia en el mapa musical después de ABBA. Y con páginas muy tristes, como las de septiembre de 2002, cuando a Marie Fredriksson le diagnosticaron un tumor cerebral y tuvo que emprender una batalla contra el cáncer que la alejó del dúo hasta 2011, momento en que retornaron con el álbum Charm School.

Este año, el grupo se encontraba de gira en celebración de sus tres décadas de carrera, cuando nuevos problemas de salud motivaron la cancelación del tour y el retiro de la vocalista de los escenarios. “Fueron unos treinta años increíbles, no siento más que alegría y felicidad… Lamentablemente, mis días de giras se terminaron, y quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer a nuestros maravillosos fans, que nos acompañaron en este largo y sinuoso viaje”, comunicó la cantante en abril.

Semanas atrás, se editó Good Karma, un nuevo álbum que, posiblemente, sea el último de esta historia que recorrimos en diálogo con su compañero, Per Gessle.

Hay buena onda en Good Karma, un sentimiento positivo y esperanzador. ¿De dónde viene?

¡Qué bueno escuchar eso! Quisimos hacer algo que no habíamos hecho antes: una producción que no estuviera pensada para tocar en vivo. Poner ideas y visiones nuevas, pero con el ADN de Roxette. Fue muy divertido, pero tomo una eternidad: ¡18 meses!

El disco tiene varios elementos de la electrónica y el hip hop de hoy… ¿Qué artistas actuales te entusiasman y, quizás, te influenciaron en el último tiempo para componer?

No escucho a nadie en particular. Veo lo que hay en los rankings ocasionalmente, pero me aburro enseguida: todo suena igual para mí. Parece que me estoy poniendo viejo, ¡ya sueno como mis padres! Pero Lana del Rey es interesante, y cierta electrónica, como la de Röyksopp, es genial. The 1975 tiene un gran estilo de producción ochentosa, pero no me gustan mucho sus canciones.



¿Cómo recibiste la noticia de la salud de Marie?

No me sorprendió que cancelara el tour. Tuvo dificultades con su pierna por mucho tiempo. El último año, estuvo sentada en el escenario porque tenía miedo de caerse, lo que llegó a pasar. Es muy triste, pero intento ver las cosas con perspectiva. Desde que volvió, en 2009, hicimos 280 conciertos juntos, lo cual es increíble. Es un placer trabajar con ella, con buenos y malos momentos, por supuesto; pero es una guerrera, una sobreviviente.

Teniendo en cuenta su situación, ¿está Roxette efectivamente retirado de los escenarios? ¿Puede haber quizás alguna presentación aislada, o en la TV?

No, no lo creo. Realmente, depende de Marie. Si ella quiere, ahí estaré. Pero no creo que eso suceda.

¿Hay chances de que haya nuevos discos en el futuro o creés que Good Karma será el último?

No lo sé. No cierro ninguna puerta, pero no creo que pase. Quizás un par de canciones, pero no todo un álbum.

Dijiste hace unos años “podría vivir sin Roxette, pero no sin la música”. ¿Seguirías con tu carrera solista o con Gyllene Tider?

Sí, claro. Continuaré trabajando tanto en vivo como en el estudio, en inglés y en sueco. ¡Vienen nuevos capítulos en el libro!

Cuando llegó el suceso mundial de Roxette, allá por el  88 o 90, ya eras un tipo experimentado de 30 años. ¿Es mejor que la fama te agarre de grande?

La verdad que sí. Claro que es excelente tener experiencia y haber cometido los “grandes errores” en casa, en pequeña escala, porque todos nos mandamos macanas. Si lográs éxito mundial muy rápido como nosotros, tenés que estar rodeado de gente brillante y estar preparado para los próximos pasos. Y también ser capaz de tomar las decisiones correctas, incluidas las creativas, como poder escribir mejores canciones y demás. Creo que fuimos afortunados en ese sentido.

¿Qué y quién querías ser cuando eras chico?

Quería ser arquitecto. Vengo de una familia muy “artística”, quizás está en mis genes. Siempre me la pasé escribiendo, dibujando y tomando desafíos creativos, toda mi vida.

No conozco ninguna banda sueca que sea mala. ¿Por qué sale tanta buena música de allá? ¿Es el clima, la comida?

¡Aaahhh, tenés mucha suerte! Yo conozco tantas, pero tantas bandas suecas que son terribles. Ja, ja, ja. Suecia, Noruega y hasta el norte del Reino Unido tienen una gran tradición de música folk basada en fuertes y tristes melodías. Podés encontrar fácilmente eso en Roxette, en ABBA y hasta en Dire Straits, por mencionar algunos. Quizás esa sea la razón por la que tantos grandes compositores vienen de allá. Para mí, todo se resume a crear grandes melodías.

Argentina parece un lugar muy presente en la vida de Roxette. Dieron varios conciertos y nos han dedicado mucho espacio en sus documentales. Ya en 1992, cuando llegaron por primera vez al país, eligieron el Alvear Palace Hotel para grabar “Here Comes the Weekend”. Más acá en el tiempo, el homenaje a Gustavo Cerati en el último show


Por alguna razón, siempre nos sentimos como en casa en Argentina. Pasa lo mismo con Brasil y otros países de Sudamérica. Siempre somos bienvenidos, con fans muy amistosos, afectuosos, cálidos ¡y ruidosos! Nos sentimos ajenos a la industria musical, por el hecho de no provenir de los Estados Unidos o el Reino Unido. No nos comunicamos ni trabajamos en nuestra lengua nativa, y es algo especial y bastante raro. Quizás ese condimento extra pega mejor en un país como la Argentina, que habla español.

Todos en la banda tienen a América Latina, y en especial a la Argentina, entre sus lugares favoritos para tocar. Siempre son shows geniales, hay una onda maravillosa, mucho sudor y toneladas  de amor. Solo puedo decirles gracias.

Agradecimiento: Noelia J. Corral.

Leer en GeneraciónB.com >> 

lunes, 4 de julio de 2016

Entrevista con Deafheaven: oscuro paraíso

Hablamos con la última revelación del metal antes de su primer show en Buenos Aires.



Surgido en 2010 en San Francisco, Deafheaven se posicionó rápidamente como una de las bandas que están empujando los límites del black metal al incorporar elementos del shoegaze y el post-rock. El resultado es una tormenta emocional con los bramidos del lado más oscuro y podrido del heavy más una calma y espesa neblina de distorsión, en una mezcla que han dado en llamar blackgaze o post-metal.

El debut, Roads to Judah, llamó la atención de los críticos, y su sucesor, Sunbather, los abrió a un público más masivo. El álbum fue un suceso que se metió en casi todos los listados de mejores discos de 2013 elaborados por la prensa. “Nos brindó la oportunidad de tocar para audiencias más grandes y, en lo personal, de permitirnos seguir venciendo los límites dentro de nuestro proceso de composición —revela el guitarrista Shiv Mehra a Generación B—. Claro que el éxito nos trajo algunas presiones, pero una vez que empezamos a escribir nos permitimos incorporar más influencias y, esperemos, el próximo disco también sea un avance en ese sentido”.

A fin del año pasado editaron New Bermuda, una obra más compleja y turbia que ahonda en los sentimientos del vocalista George Clarke tras su mudanza a Los Ángeles y los conflictos en su vida personal. Será el trabajo que los traerá por primera vez a la Argentina, cuando el próximo sábado 9 suban al escenario de Uniclub (Guardia Vieja 3360). 


Se suele considerar al black metal como un género conservador y con un público tradicionalista que no perdona “transgresiones” como las de una banda como Deafheaven, con elementos de My Bloody Valentine, NIN, Radiohead...

Sí, puede ser un género muy conservador en términos de sonido e imagen, y es por eso que no nos consideramos una banda estrictamente de black metal. Tomamos la inspiración de todos los artistas que nos gustan para crear algo propio, nuestro.

Escriben canciones muy personales, confesionales. ¿Alguna vez consideraron que se estaban exponiendo demasiado?

La música tiene que ser personal, así que, no, no pienso en términos de si nos lastima. El lado personal de las canciones es lo que nos mantiene verdaderos para nosotros y la gente. 

A lo largo de los tres discos se puede leer una evolución en la relación con las drogas: del “free living” de Roads to Judah a la preocupación por alguien con sobredosis y la necesidad de ayuda que se escucha en canciones como “Come Back”. ¿Cómo impactaron las drogas en sus vidas?

Crecer en San Francisco implica haber estado siempre rodeado de adictos y homeless, así que ciertamente nos ha marcado en cuando a lo que pueden hacerles a las personas.

 ¿En qué medida los afecta la política, como lo que sucede hoy con Donald Trump y la posibilidad de que sea Presidente?

El país está inmerso en una de las peores elecciones de su historia. La realidad sobre cómo nos va a influir no se verá hasta que alguno asuma. Nos toca en lo personal, pero no artísticamente porque nunca fuimos una banda política.

Será su primera vez en Argentina. ¿Conocen algo del país y su público? ¿Tienen alguna expectativa en particular?

Algunos de mis mejores amigos son de allá, y mi equipo de fútbol favorito es el argentino, así que, ¡al menos yo, estoy muy entusiasmado!




Leer en GeneraciónB.com >>


viernes, 1 de julio de 2016

Llegó el segundo semestre... para la música

El futuro ya está aquí. Nunca antes se habló tanto de la segunda mitad del año y, entre variables económicas y expectativas de la sociedad, en el mundo de la música hay razones para sentirse animados de cara a lo que viene. 




Conciertos y festivales

Si la primera mitad del año se destacó por las visitas de los clásicos más grandes del rock, como los Rolling Stones y Paul McCartney, habrá que decir que en lo que resta del año será tiempo de tomarse una revancha con algunos shows que el público local estaba necesitando. 

En el ámbito nacional, Babasónicos completará la presentación de Impuesto de Fe (Desde Adentro) en el Teatro Ópera y recorrerá la Argentina de la mano de las nuevas versiones de sus temas más famosos. Fito Paéz llevará el show de Giros al ciclo Rivadavia Rock en Flores donde, además, tocarán Richard Coleman, Miranda! y una larga lista de artistas locales que están a punto de confirmar su participación en esa plaza recuperada para el rock. En el interior, La Renga, una de las bandas más convocantes del país, confirmó su presencia en el festival Trichaco este jueves 14 de julio. 

En septiembre, Black Sabbath se despedirá de los escenarios con dos recitales en el país: el 23 en Córdoba y el 26 en el estadio de Vélez. No serán los únicos que pasen a saludar antes de disolverse: Aerosmith hará lo propio el 8 de octubre en el Estadio Único de La Plata. Por su parte, Megadeth dará dos conciertos en el Luna Park, el 22 (con entradas agotadas) y el 23 de agosto. 

Por Niceto Club pasarán el ex Backstreet Boys Nick Carter con dos funciones, el 13 y 14 de este mes. Wild Nothing estará el 19 y Swans el 2 de agosto. En Vorterix, tocarán esta noche Suicidal Tendencies, mientras que Public Image Ltd, la banda del líder de los Sex Pistols Johnny Rotten, hará lo propio el 11 de agosto, y los míticos Television volverán a Buenos Aires el sábado 12 de ese mes. Además, visitarán el teatro de Colegiales en septiembre The 1975 y Glenn Hughes

A Groove llegará, esperamos, Foals, que ya suspendió dos veces su visita a esta Capital, y se estima que la tercera sea la vencida. 

Pero lo que más movilizará multitudes en la segunda mitad del año serán los festivales. Con el calor de la primavera, se celebrará en septiembre el Personal Fest, que ya anunció a Andrés Calamaro y No Te Va Gustar como headliners, pero que incluirá a The Strypes, The Magic Numbers, y se esperan más confirmaciones para los próximos días. 

Los más pesados podrán disfrutar del Maximus Festival en Ciudad del Rock el 10 de septiembre. Por allí pasarán en tres escenarios simultáneos Marilyn Manson, Rammstein, Disturbed, Bullet for My Valentine, Asspera y más. 

En octubre será el regreso del Festival BUE, una marca que se destaca por la calidad de los artistas convocados. Iggy Pop retornará a la Argentina de la mano de su celebrado disco Post Pop Depression y Wilco visitará por primera vez el país en el que será uno de los shows más esperados por el público local en años. La grilla incluirá a Toots & The Maytals, Pet Shop Boys (que acaban de lanzar el disco Super), The Libertines, The Flaming Lips, Capital Cities, El Mató, Barco, Miss Bolivia y varios más en un line up conceptual y atractivo. 

Todavía no hay confirmación de la grilla del Music Wins ni del Sónar Buenos Aires, y habrá que ver qué pasa con Creamfields, luego de las muertes en Time Warp. Además, crecen los rumores de grandes artistas de estadio que podrían llegar antes de fin de año, cuando el verano europeo es un recuerdo y los grupos empiezan a migrar hacia el calor de estas pampas. 

Discos

Será difícil que esta última mitad del año supere al excelente semestre pasado en términos de nombres y calidad. La primera parte de este 2016 nos entregó muchos de los discos que no solo se ubicarán entre los primeros puestos cuando los medios especializados hagamos los habituales anuarios en diciembre, sino que probablemente recordaremos entre lo mejor de la década.

El brillante Blackstar, con todo el peso que representa ser el último álbum en vida de David Bowie, seguramente será de la partida, junto a obras de alto nivel como The Life of Pablo, de Kanye West; Lemonade, de Beyoncé; ANTI, de Rihanna; Post Pop Depression, de Iggy Pop; o La Salvación de Solo y Juan, de Los Fabulosos Cadillacs y L.H.O.N. de Illya Kuryaki & The Valderramas, por el lado de las producciones nacionales.

Por lo pronto, hoy mismo salen a la venta los nuevos trabajos de Magic! (Primary Colours), Metronomy (Summer 08), Bat for Lashes (la obra conceptual The Bride) y California, el primero en la carrera de los punks Blink-182 sin el vocalista Tom DeLonge, reemplazado por Matt Skiba.
Julio continuará con Wildflower, el (in)esperadísimo retorno de los australianos The Avalanches a 16 años de su recordado Since I Left You, además de los discos de Biffy Clyro (Elipsis), Good Charlotte (Youth Authority) y Jeff Beck (Loud Hailer), entre otros. Además, tendremos We're All Somebody From Somewhere, el debut solista de Steven Tyler, quien días atrás anunció la separación de Aerosmith

Agosto será un gran mes para el público “indie”, con las novedades de Dinosaur Jr. (Give A Glimpse Of WhatYer Not), Wild Beasts (Boy King), Of Montreal (Innocence Reaches), Cass McCombs (Mangy Love) y un poco de dance de la mano de la revelación inglesa Factory Floor (25 25).

El 9 de septiembre será el día en que verá la luz Skeleton Tree, de Nick Cave and the Bad Seeds, que estará acompañado del film One More Time with Feeling, del director Andrew Dominik (El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert FordMátalos suavemente). Será un mes que también nos dará lo nuevo de Bastille (Wild World); Meat Loaf (Braver Than We Are); The Divine Comedy (Foreverland); Van Morrison (Keep Me Singing); Devendra Banhart (Ape in Pink Marble) y Empire of the Sun (todavía sin título, pero se sabe que están colaborando con el Fleetwood Mac Lindsey Buckingham). 

Y en octubre, llegará lo nuevo de Beck, del que ya pudimos escuchar su primer adelanto, la canción “Wow”, más el cuarto disco de los británicos White Lies, con Friends.

Sin fecha confirmada, en la última parte del año vendrán lanzamientos de Britney Spears (que en los próximos días estaría estrenando su primer single, “Make Me”), Ariana Grande, Bruno Mars, M.I.A., Katy Perry, LCD Soundsystem, Tool y el trío The XX. Además, se espera los regresos de algunos artistas que la rompieron con sus discos debut: hablamos de Frank Ocean, Haim, Sky Ferreira y el dúo británico Royal Blood.  

Por otra parte, se sabe que Metallica está elucubrando desde hace tiempo su décimo LP, en esta oportunidad con el productor Greg Fidelman (Black Sabbath, Audioslave). El baterista Lars Ulrich le dijo a la revista Metal Forces que “si el álbum no sale este año no será porque no está terminado, sino por alguna razón cósmica que diga que es más inteligente guardarlo hasta el año próximo. Pero es disco estará listo este verano (boreal)”. Así que a no jugar con los astros, metaleros. 
Además, Lady Gaga está trabajando con el productor Mark Ronson, entre otros, y U2 se encuentra grabando en California el sucesor de Songs of Innocence, que andan con ganas de estrenar antes de que termine este 2016 que nos podrá estar haciendo sufrir en muchos aspectos, pero al que le sobra buena música.

Leer en GeneraciónB.com >>