Las Ligas Menores,
Sig Ragga, Banda de Turistas y Placer cuentan qué piensan sobre el presente y
el futuro de nuestra música.
Este 2016, en el que el rock nacional cumple sus cinco
décadas, Generación B está
convocando a los más destacados artistas emergentes para conocer, en su voz,
qué sienten, qué opinan y cómo se ven a sí mismos y a sus colegas, quienes son,
en gran medida, el futuro inmediato del rock argentino.
Es un especial de entrevistas mensuales que ya tuvo una
primera parte con Marilina Bertoldi, Roma, Sambara,
Bestia Bebé
y Surfistas del Sistema.
En la segunda
edición, hablamos con Indios, Rayos Láser, Foxley, Reyes del Falsete y Utopians. Y el mes pasado, opinaron Ibiza Pareo, Maleza, Científicos del Palo,
Barco y Tamesis.
En esta oportunidad, reunimos a Pablo Kemper (Las Ligas Menores), Pepo
Cortés (Sig Ragga), Luis
Balcarce (Banda de Turistas) y Walter Lema
(Placer).
Transcurridos 50 años
de rock nacional, ¿qué opinión tienen sobre el estado actual de la escena
local?
Kemper: Vemos muy bien a la escena de
rock independiente, con muchas bandas geniales que todo el tiempo van llevando
más gente, con estilos bien personales e ideas muy interesantes. A la escena
más mainstream la vemos mucho más
apagada, con bandas en general viejas y con poca renovación y diversidad, salvo
algunos casos contados. En ese sentido, nos parece mal lo que pasó con la FM
Nacional Rock, que pasó de servir de apoyo a bandas nuevas e independientes,
con programas como La Hora Pulenta o Spam, a casi exclusivamente poner solo
grupos “consagrados”.
Cortés: La música y los
músicos, más precisamente, se encuentran ante un nuevo paradigma que tiene que
ver con las plataformas digitales y las redes sociales. Es evidente hay un cambio
en la forma de difusión y se abren nuevas posibilidades. Por otro lado, están
los medios masivos de comunicación que “circulan y promocionan música que
complace a ciertos discursos del poder”. Esta música se consume y perdura poco,
porque tiene, en sí, un carácter efímero “falto de espíritu”. Hay grandes
músicos y bandas en el país. Están ahí, haciendo increíbles obras. Hay grandes
poetas que están inventando nuevos mundos posibles, nuevas formas de ver y
de pensar. Están, pero obviamente los van a conocer quienes estén en el mundo
de la música y vayan investigando y encontrándose con ellos.
Balcarce: Creo
que somos un país que se inició en el rock con un nivel musical y poético tan
característico que, por momentos, pareciese que se pierde aquel rumbo elevado.
Esto es fácil de sentir si uno se basa en los artistas más masivos o
convocantes que, de pronto, tienen arenga y alto carisma, pero con las mismas
dosis de conformismo y chatura en letras y melodías. Quizás falta de cierta
irreverencia y ganas de buscar más allá de lo trillado. Formas de pensar y
decir muy conservadoras que se vuelven paradójicas, si partimos de la idea de
cómo nació el rock y qué se propuso discutir.
Al mismo tiempo, siento aires de renovación y la aparición de
bandas y solistas en el underground
que tienen algo para contar, con una propuesta sonora novedosa y una capacidad
para absorber lo que pasa en el mundo en tiempo real gracias a internet. Y que,
eventualmente, van a empezar a recibir los frutos de jugársela porque los
llaman de otros países y ven que su arte puede tener cabida. Ahí es donde vale ser
universal y no perder el entusiasmo de cultivarse y proponerse ser mejor como
autor, compositor e intérprete trae beneficios. A nosotros nos sucedió y fue
algo que nos permitió seguir en pie todos estos años, a pesar de que, a ojos de
la sociedad argentina, seguimos siendo solo un coral dentro del océano de la
música.
Lema: Para mí, el
rock argentino está muy bien. Hay muchas bandas, buenas ideas y propuestas, no
está estancado para nada. A pesar del “desmovimiento” que quiere crear
esta nueva vieja política, eso no impide que los músicos podamos
expresarnos, ya que también siento que hay mucha energía en nuestra música, la
de acá y toda. La música es energía.
Kemper: En
general, nos sentimos
pares con la gran mayoría de las bandas independientes, como parte de una
escena en la cual resulta muy común compartir fechas. Después, en particular,
nos sentimos pares especialmente de las bandas de nuestro sello, Discos Laptra (como Él Mató, Bestia
Bebé o los 107 Faunos),
con las cuales no solo nos une la amistad, sino influencias estéticas parecidas
en cuanto a grupos, películas, series y demás.
Cortés: Admiramos
el trabajo de muchos músicos actuales. Por citar a algunos: el Negro Aguirre. Aca Seca Trío, Puente Celeste,
La Manzana Cromática
Protoplasmática, Liliana Herrero,
Juan Falú, Chango Spasiuk, Oscar Giunta, Ernesto
Snajer y Luis Salinas, entre otros. En Santa
Fe, por ejemplo, hay músicos increíbles como Francisco Lo Vuolo
y Bruno Rosado. Así también,
hay grandes maestros en percusión y batería, como José Luis Viggiano
y José Piccioni, que son un ejemplo
para los músicos contemporáneos y para quienes, como yo, son bateristas.
Nos sentimos pares a estos músicos que tienen un enfoque más
artístico, espiritual, y que cuidan el valor estético. Lo trabajan, lo pulen, y
mantienen una coherencia en todos los órdenes. La música ya es parte de su
vida. Conocemos el sacrificio, la responsabilidad y lo difícil que es poder
dedicarse de lleno a esta profesión. Y estas personas, como muchos otros, son
un ejemplo y de un valor invaluable para nosotros.
Lema: Nos sentimos pares con todos los músicos en general. Por el
hecho de compartir la misma historia, son vivencias que tienen similitudes
varias, sea cual sea el género musical.
Balcarce: Nos sentimos
pares de todos los de nuestra generación y más jóvenes que estén dispuestos a
hacer canciones y a pararse a cantarlas. Luego, están a los que reconocemos más
afines en cuanto a gustos y sonidos y, ahí sí, estamos cerca de artistas que se
animan a experimentar, a hacer algo que puede fallar, pero nunca morir en el
intento. Cuando hicimos Mágico Corazón
Radiofónico, el primer impulso fue ese: sonar diferente, animarse a hacer
algo irracional o cantar letras que tienen una búsqueda poética y no tan de la
realidad social, que ya todos sabemos que es dura. Pero, contándolo en
canciones, ¿ayudamos a cambiar algo realmente? Yo no lo creo y, además, lo
considero un recurso ruin y falto de conexión con la historia.
De todos modos, uno puede recorrer diversos caminos y mutar,
proponerse identificar la sociedad y hacerse popular, como lo hicimos con
“Química”, que es una canción más contagiosa y, en apariencia, más leve. Pero
todo ese relato que vamos escribiendo forma parte de la construcción de nuestro
propio imaginario: uno en el que las canciones son nuestras estrellas, pero
también está incluida nuestra forma de pensar y ver el mundo. Compartir eso, y
la entrega física de cada show, es lo
más importante que tenemos para ofrecer.
¿Qué artistas creen
que pueden tener un lugar destacado en la escena nacional en los próximos años
y por qué?
Kemper: Estaría genial que la mayor
cantidad de bandas independientes puedan desarrollarse y crecer, ya que eso
abre la puerta al resto. Por ejemplo, que Él Mató pueda tocar en lugares cada
vez más grandes. Después, artistas que creemos que van a tener un lugar cada
vez más importante pueden ser Bestia
Bebé, Srta. Trueno Negro, KOYI,
Super 1 Mundial, Los Subterráneos, que son bandas
nuevas que van creciendo con cada tema que sacan.
Cortés: Nos resulta muy
difícil poder opinar sobre quién puede tener un lugar destacado en un futuro.
EL término mismo supone el concepto de “éxito”. Y puede estar muy ligado hoy al
marketing, al mercado. Sí deseamos
que sigan creando música las personas que admiramos y aquellas que,
seguramente, no conocemos y andan por ahí haciendo lo que aman.
Lema: Viva Elástico es el grupo que veo con más futuro, porque son sus
canciones son buenísimas, tocan en todos lados (cosa que considero importante)
y están en constante actividad.
Balcarce: Creo que, así
como Él Mató logró despegar, ahora es el turno de Los Espíritus, una
buena banda con letras y climas que puede asentarse y pisar fuerte para
convertirse en un fenómeno que excede al under,
al nicho, digamos. En el plano de la novedad, me gustan Las Sombras y La
Liga Matriz, dos bandas cuyos discos debut llegaron a mis manos; junto
con mi hermano Tomás, decidimos crear un sello llamado Queruza
y editarlos, porque nos gustan sobremanera.
Ese es mi desafío personal: ayudar desde donde puedo a desarrollar
esta escena contemporánea en la que todavía tenemos muchos ríos que cruzar,
como dijo Jimmy Cliff en “Manny Rivers
To Cross”, porque así es como me siento al pensar en todo esto.
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