Un 5 de agosto como hoy, pero de 1966, se editaba el
gran álbum de los Beatles. Curiosidades, secretos, anécdotas y origen de cada
uno de sus temas.
“Taxman”
¿La primera canción de protesta de los Beatles? Al menos sí
fue el primer tema autobiográfico de George
Harrison. Ya para 1966, el guitarrista veía cómo buena parte de sus
primeros millones quedaban en manos del fisco británico, que retenía un 90 por
ciento de las ganancias de personas de altos ingresos. El músico estalló y le
pidió una ayudita a su amigo John para redondear una letra cáustica en la que
se despacha contra el sistema y se mete con Harold Wilson, por entonces cabeza
del partido Laborista y principal impulsor del impuestazo. Extrañamente, Paul
le sumó un solo de guitarra, que algunos fanáticos todavía juran que se trata
del mismo que el de “Tomorrow Never Knows”, pero montado al revés. Pero no: es
original.
“Eleanor Rigby”
La heroína de los seres solitarios casi se llama “Daisy
Hawkins”, pero terminó recibiendo el nombre de pila de la actriz Eleanor Bron, que interpretó a la
sacerdotisa de Help!, y el apellido
de la tienda Rigby & Evens,
próxima al teatro donde trabajaba Jane
Asher, novia de Paul McCartney,
compositor principal del tema (aunque el resto de los Beatles siempre le hayan
discutido una porción de autoría). El arreglo de cuerdas tan característico fue
idea de George Martin, quien muchos
años después dijo haberse inspirado en la banda sonora de la película Fahrenheit 451. En realidad, ese film no
se había estrenado al momento de la grabación, y el productor se confundía con
el clásico tema de Psicosis,
compuesto por Bernard Hermann.
“I’m Only Sleeping”
La famosa periodista Maureen
Cleave, aquella que le sacó a John
Lennon la polémica frase de que los Beatles “son más populares que Jesús”,
alguna vez describió al músico como “la persona más vaga de Inglaterra, capaz
de dormir casi indefinidamente”. Paul era quien, con frecuencia, solía
despertarlo de sus largas siestas para que fuera a grabar. El sueño era uno de los
placeres de Lennon, un tema recurrente de sus letras y esta fue una de las más
lúcidas al respecto: “Por favor, no me arruines el día. Estoy a millas de aquí.
Después de todo, solo estoy durmiendo”. Toda una oda a la pachorra.
“Love You To”
Otro de los aportes de Harrison es la primera inclusión en
un álbum de los Beatles de los sonidos de la India, fruto de la influencia de Ravi Shankar. La letra también está
impregnada de sabiduría oriental, con alusiones a la materialidad y lo efímero
de la vida. En la grabación, intervinieron varios músicos traídos por Shankar,
entre ellos Anil Bhagwat, quien
junto a Alan Civil es el primer
músico fuera de la banda en ver su nombre publicado en una portada de los
Beatles.
“Here, There and
Everywhere”
Paul llegó una tarde a la casa de John en Kenwood para una
sesión de trabajo y, mientras el guitarrista dormía (cuándo no), se sentó al
borde de la piscina y compuso acaso el tema más sencillo, dulce y despojado de
un disco que desbordaba en efectos y experimentación. Dicen que las armonías de
Pet Sounds de los Beach Boys y la voz de Marianne Faithfull en “As Tears Go By”
fueron las grandes inspiraciones del bajista para este delicado momento de Revolver.
“Yellow Submarine”
Paul estaba descansando en la casa de los Asher cuando pensó
en una canción para Ringo Starr
sobre un viejo marinero. La letra incluía varios submarinos de colores, pero
luego solo sobrevivió el amarillo. John y el artista folk Donovan contribuyeron con algunas estrofas, y varios amigos se
sumaron para grabar coros. Brian Jones,
Marianne Faithfull, Pattie Boyd, Mal Evans y Brian Epstein, entre otros, armaron una verdadera fiesta, entre
porros e instrumentos insólitos para generar diversos efectos: silbatos,
campanas, cadenas y sirenas. Evans tomó un bombo y comenzó a recorrer el
estudio, seguido por el resto en fila cual carnaval carioca. En este despelote
fumón se registró la gran canción infantil universal.
“She Said She Said”
Nació de un viaje con LSD que John tomó durante una fiesta
en una mansión que Hollywood que la banda alquiló durante su gira por los
Estados Unidos en 1965. En la reunión, estaba el actor Peter Fonda, quien se acercó varias veces al músico para decirle “yo
sé lo que es estar muerto”, mientras le mostraba una herida de bala que tenía
en el pecho cerca del corazón (que se dio por accidente mientras limpiaba el
arma de su padre). De esa conversación surgen las primeras líneas de una canción
que, en principio, era acústica y llevaba el nombre de “He Said”, hasta que
recibió su título y tratamiento sonoro definitivo en el estudio. Fue la última
que se grabó para Revolver y una de
las que más identifican el espíritu del disco.
“Good Day Sunshine”
La apertura del lado B del álbum es este tema que Paul
compuso inspirado en “Daydream”, de los Lovin’
Spoonful, un éxito por aquellos años. Cuenta la leyenda que Patti Boyd, ya esposa
de George, estando de vacaciones por la Costa Azul en 1966, recorría los clubes
de la zona con su amiga la modelo Zouzou
para repartir a los DJ las primeras
copias de esta canción.
“And Your Bird Can Sing”
Una escuchada a la versión incluida en Anthology 2 revela a un John en pleno ataque de risa en el estudio
con Paul, lo cual supone una buena dosis de marihuana durante las sesiones y explicaría
los enigmáticos título y letra. Incluso la línea “You say you've seen seven
wonders” aludiría a un diálogo de aquella famosa noche en la que los Beatles
compartieron fasito con Bob Dylan.
Por otra parte, en inglés bird es
también un término para referirse a una chica. Se ha especulado con que la
señorita en cuestión podría ser Marianne Faithfull o Jane Asher.
“For No One”
Durante unas vacaciones en Suiza, Paul se refugió en el baño
luego de una discusión con Asher y allí comenzó a dar forma a esta canción de
ruptura que alguna vez llevó el título “Why Did It Die?”. En lo sonoro, destaca
el uso de la trompa. En un principio, se contrató a Dennis Brain para tocarla, pero murió en un accidente de tránsito
antes de la sesión, y así entró en escena Alan
Civil, quien consiguió una verdadera proeza: tocar una nota exigida por la
partitura, pero que sobrepasaba el registro posible del instrumento.
“Doctor Robert”
¿Quién es en realidad este matasano? Algunos dicen que se
trata del galerista amigo de la banda, Robert
Fraser. Otros que se trata del mismísimo Bob Dylan. Charles Roberts, médico
parte de la troupe de Andy Warhol, y hasta John Riley, quien introdujo a los
Beatles en el consumo de LSD, también son sospechosos. Pero Paul declaró años
más tarde que la canción refiere a Robert
Freeman, especialista en un cóctel de vitamina B12 y anfetaminas que
prescribía a todos sus famosos pacientes de Nueva York. Sin embargo, John
declaró que el tema “era sobre mí. Yo era quien guardaba las pastillas en las
giras”. Lo más probable es que todos estuvieran muy dados vueltas como para
recordar de quién estaban hablando en verdad.
“I Want To Tell You”
Tercera canción en el álbum de George, que estaba ganando
confianza como un compositor profundo, con una ayudita del LSD. En su
autobiografía, escribió que el tema “habla de la avalancha de pensamientos que
son tan difíciles de escribir, de decir o transmitir”. Así todo, el guitarrista
no sabía cómo titularla y, durante algún tiempo, llevó el sincero nombre de “I
Don’t Know”, hasta que finalmente la bautizó como el primer verso.
“Got to Get You into My Life”
Esta es una canción de amor… a la marihuana. Así lo confirmó
Paul, quien consideraba al Cannabis un buen remedio para el estrés. “Siempre lo
asocié a la pipa de la paz de los indios”, dijo. La versión que se escucha en Anthology 2 revela que el tema nació muy
diferente, con una introducción de órgano, más guitarra acústica y una letra
ligeramente distinta, hasta que recibió los metales y el estilo “Motown” que la
convirtieron una de las piezas más distintivas de Revolver.
“Tomorrow Never Knows”
Alguna vez, John contó que fue la primera canción que compuso bajo los
efectos del ácido y siguiendo los consejos del famoso “apóstol” del LSD, Timothy Leary, en su libro The Psychedelic Experience: “Apagá tu mente, relajate y dejate llevar por la
corriente”. Entre experimentación con cintas y loops nació, para muchos, la obra maestra del álbum, el sonido que
anticiparía Sgt. Pepper y,
probablemente, la canción que mostró el futuro del rock: aquí comenzó el arte
del sampleo. “Lo que salía de los parlantes y llegaba a mis oídos era
absolutamente nuevo. Percibí el comienzo de una nueva era musical”, dijo Klaus
Voormann, quien diseñó la portada de Revolver
después de escucharla. Fue el primer tema en grabarse, pero el último de la
placa. Un final magistral.Leer en GeneraciónB.com >>
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