La salida del Reino
Unido de la Unión Europea genera una crisis en la industria musical. La opinión
de los artistas ante el resultado del plebiscito.
La decisión popular de que el Reino Unido ya no sea parte de la Unión Europea (UE) proyecta una enorme sombra de problemas e incertidumbres sobre la vida política, social y económica del país. Y, claro, también lo hace sobre la actividad musical.
La industria de la música es uno de los sectores más
pujantes de la economía de las islas, al punto que algunos reportes señalan que
su crecimiento es superior al del PBI del país. Según información publicada por
RT,
el 17 por ciento de los álbumes que se venden en Alemania, Francia,
Suecia, Italia, España y los Países Bajos corresponden a artistas británicos. Para
la BPI, entidad equivalente a
nuestra Capif, la cifra es mayor: en
2015, el 25,9 por ciento de todos los discos comprados en Europa eran de
artistas de nacionalidad. Sí: uno de cada cuatro.
Por lo pronto, la medida de abandonar la UE traería grandes
complicaciones comerciales y logísticas. Los músicos no podrían viajar tan
fácilmente como lo hacen hoy, ya que requerirían de visas de trabajo, y se
encarecería el transporte de equipos, lo cual impacta directamente en la
organización de giras y festivales.
Otra de las consecuencias está vinculada al turismo musical.
Miles y miles de personas visitan Londres y otras ciudades británicas para
asistir a conciertos todos los años. De acuerdo con RT, en 2014 esto supuso beneficios por 4.500 millones de dólares
para la economía británica, un negocio que ahora podría verse muy reducido.
En los sellos discográficos, la alarma ya estaba encendida
desde hace trato. “Una victoria del Brexit sería un desastre económico,
político, social y cultural para todos nosotros”, dijeron en una carta conjunta
que urgía votar por la permanencia, firmada por los capos de Beggars Group y Universal Music UK, según reveló Billboard.
Desde la BPI se mostraron preocupados por el efecto de este
portazo que “traería grandes implicaciones para el negocio musical, que
anualmente brinda unos 5.500 millones de dólares al gobierno por ventas al
exterior”, destaca NME. Dos tercios
de los integrantes de la BPI se oponían al Brexit, según un relevamiento interno
de la organización.
“Como cualquier otra industria, necesitamos de un ambiente macroeconómico
con crecimiento y confianza, y la incertidumbre alrededor del Brexit no ayuda
en lo más mínimo”, le dijo Geoff Taylor, directivo de la BPI, a Billboard. Según el ejecutivo, una de
las mayores preocupaciones para los sellos británicos es que, si el país
abandona la UE, ya no se verá beneficiado por las leyes de copyright de la Unión y no tendrán voz en la Comisión Europea en
materia de regulaciones de derechos, especialmente en momentos en que hay
planes para crear un mercado digital único a lo largo de Europa.
Como era de esperar, la mayoría de los artistas se manifestaron
en sus respectivas redes sociales en desacuerdo, consternados y con mucha bronca
por esta decisión. “Odio este referéndum porque
transforma una pregunta tan insondable en El
señor de las moscas”, dijo en su cuenta de Twitter el actor y músico Hugh Laurie, quien completó:
“Felicitaciones exiters. La marcha
atrás es hacia el costado y abajo, suave con el embrague”. Por su parte, Liam Gallagher señaló: “Paren al mundo,
yo me bajo”.
“Tengo el corazón muy, muy pesado hoy. Para mí, la
democracia nos ha fallado, porque estábamos mal informados”, declaró en un
concierto el cantante de Blur, Damon Albarn, que agregó: “Y quiero que
todos sepan que, cuando nos vayamos de aquí, podemos cambiar esa decisión. Es
posible”.
Ed Simons, la
mitad de The Chemical Brothers, dijo
sentirse “incrédulo, triste, temeroso y enojado” y agregó: “Increíbles escenas
de viejos estúpidos que proclaman una victoria mientras sus ahorros, pensiones
y propiedades desaparecen. Idiotas”.
Johnny Marr tuiteó: “Nunca
estuve más feliz de estar en la minoría. Nadie nunca dijo que la mayoría sabe lo que está haciendo. Más razones
para que el resto de nosotros nos mantengamos unidos”.
Brian Eno
escribió en su Facebook: “Tengo muchos recelos sobre la manera es que se
administra la UE, pero no hacen que quiera descartar la idea por completo. Siento
que la UE es una de las pocas restricciones para esa clase de fundamentalismo
de mercado neoliberal que vio crecer la desigualdad en todo el mundo”.
Menos analítica, pero mucho más clara, fue Lilly Allen, que en su Twitter publicó:
“Bueno, millenials, estamos
realmente, pero realmente jodidos”. Las palabras no podrían ser más certeras si
se tiene en cuenta que este abandono no fue una decisión de los jóvenes. Según
publicó NME, el 75 por ciento de los
votantes de entre 18 y 24 años eligió la permanencia.
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