Hablamos con la banda
antes de su show en Buenos Aires.
A principios de los años 90, en una revista local de rock ya
desaparecida, se definió a Extreme como “los nuevos Queen” (no, no vamos a
decir quién dijo esto: todos en este oficio tenemos un Horangel muerto en el
placard). El tiempo hizo que la cita sea hoy un chiste de Tangalanga, pero en
su momento no era tan descabellado, al menos, trazar algunos paralelismos. Los muchachos
de Boston tenían un mix de talentos y
potenciales parecidos a los de la reina: un vocalista carismático y virtuoso
(Gary Cherone) y un guitarrista hipertalentoso (Nuno Bettencourt) como binomio motor
de una banda con explosión heavy, sensualidad funk, toques de conciencia
social, sensibilidad dramática y, encima, facha suficiente para derretir
bombachas. La irresistible balada “More Than Words” les abrió las gambas del mundo
y, para alimentar aquel vaticinio, se coronaron en el escenario del concierto tributo
a Freddie Mercury, en 1992. Pero (siempre hay un pero), el éxito los quemó y el
grupo se disolvió en un interrogante que sigue presente: ¿qué les pasó?
“Mirando
las cosas a la distancia, nos deberíamos haber tomado un año sabático porque
los ciclos continuos de discos y gira nos agotaron –cuenta Bettencourt a
Generación B–. Desearía
poder darte un gran MTV Behind The Music pero, en realidad, nunca hubo una
separación definitiva. Fue más bien un distanciamiento entre nosotros para
trabajar en otras cosas. Yo empecé mi disco solista y a Gary lo llamaron de Van
Halen. Pero Extreme siempre fue una familia, ¡incluso hasta nos caemos bien
entre nosotros, ja, ja!”.
“Cuando
me sumé a Van Halen, mi corazón todavía estaba con Extreme, pero eso no dilató
la reunión –aclara Cherone–. La pasé bárbaro con Van Halen y me trataron muy
bien”.
El
grupo se volvió a juntar en 2004 y, desde entonces, tuvo sus idas y vueltas,
con cambios de integrantes y hasta con un álbum hace siete años, titulado Saudades de Rock. Hoy, se encuentran
celebrando el 25 aniversario de Pornograffitti,
su disco emblemático (sí, el que incluye “More Than Words”) en una gira que los
traerá a Buenos Aires el próximo 18 de junio, en el Teatro Vorterix.
¿Cómo describen este presente
de la banda? La reunión ya quedó atrás y no están estrenando material nuevo.
¿Es un momento celebratorio, de cambio?
Bettencourt: No estoy seguro si podemos categorizarlo como una suerte de
fase o transición. La banda hoy está entregando a los fans un show de dos horas que te lleva a través
de Pornograffitti más una mezcla de
otras canciones de nuestro catálogo. Extreme siempre se trató de nueva música y
estamos componiendo, ¡así que van a tener que volver a vernos otra vez pronto!
¿Están trabajando en un nuevo
disco? ¿Por qué se han demorado tanto?
B: Sí,
estamos escribiendo. Es solo una cuestión de coordinar nuestras agendas y
meternos en el estudio. Será pronto, je.
¿Qué tal fue reencontrarse Pornograffitti?
B:
Queríamos homenajear nuestro disco más exitoso. Al comienzo, no sabíamos cómo
le iba a ir en vivo, pero los fans lo están disfrutando y nosotros también.
Hacemos las canciones en el orden exacto del álbum, por lo que al principio fue
un poco raro sentarnos y tocar “More Than Words” tan temprano en el set, pero cuando ves el show te das cuenta de que realmente
funciona. Hay temas que no tocamos hace un montón y algunos, como “When I First
Kissed You”, nunca lo hicimos en vivo. La verdad que está siendo una
experiencia genial.
¿Qué les pareció el homenaje a “More Than Words”
que hicieron Jimmy Fallon y Jack Black?
B:
¡Hicieron un laburo genial, estuvo perfecto! Incluso fui al bowling con Jack la otra noche y jugamos
en el mismo equipo para la fundación de Ronnie James Dio contra el cáncer. Nos
matamos de risa con el video.
Esa fue la canción que los
puso en el mapa musical, pero también la que provocó que muchos los
identificaran como una banda de baladas para las chicas. ¿Qué sentimientos les
vienen cuando la tocan hoy?
B:
Obviamente, queremos mucho la canción. Nos expuso a una audiencia muy amplia y
todavía se la banca después de 25 años. El tema tuvo un muy buen año, ya que,
además del clip de Jimmy y Jack, estuvo en The
Voice y tuve el privilegio de interpretarla con Steven Tyler en el
concierto por el Premio Nobel de la Paz en Oslo, en diciembre pasado.
Ya no se encuentran bandas de
rock con el sonido de Extreme hoy, con esa mezcla tan particular de estilos y
talentos. ¿Creen que todavía hay un espacio para ustedes o la escena musical
cambió mucho?
B: Bueno,
la escena cambió muchísimo para todos los géneros, en especial para el rock,
que ahora es un nicho. Pero hoy hay muchas herramientas para llegar a la gente,
como Facebook, YouTube y videojuegos como Guitar
Hero, que presentaron Extreme a toda una nueva generación de fans.
¿Qué piensan de cómo se mueve
la industria musical hoy? Vienen de una era en la que hacer discos era
relevante y, ahora, con iTunes y Spotify, la lógica cambió…
B: Es
un tema cultural y la tecnología ha jugado un rol esencial. La gente tiene
muchas más opciones de entretenimiento. Para las nuevas bandas es muy difícil
porque están compitiendo contra los más grandes catálogos que se han escrito,
todos disponibles desde la palma de tu mano. Hoy, solo tenemos tiempo para la
grandeza.
¿Qué onda salir de gira con
Rihanna, Nuno? ¿Te resultó complicado, viniendo del hard-rock, adaptarte al
mundo y el sonido del pop-dance?
B:
Cuando me llamaron, me pregunté para qué me necesitarían si no hay guitarras en
su música. Pero eso es justo por lo que ella me quería, porque deseaba que sus
canciones sonaran más heavy en vivo. Y si ves el show, hay un montón de partes intrincadas por el lado de la viola.
¿Qué expectativas tienen de su visita al país?
B: ¡No te puedo explicar todo lo que significa! Siempre
quisimos ir a Buenos Aires y espero que estén tan sorprendidos como nosotros.
¡Es como una primera cita a ciegas! Pero te prometo que no será la última.
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