miércoles, 10 de junio de 2015

Diez robots del cine

Por el estreno de Chappie, recordamos a grandes autómatas de la pantalla grande.



María (Metropolis, 1927)
En una ciudad dividida entre una elite que gobierna la superficie mientras los oprimidos obreros le dan sustento en las profundidades, una peligrosa simpatizante del proletariado será suplantada por el robot más temible y hermoso que ha dado el séptimo arte.


Gort  (El día que paralizaron la Tierra, 1951)
En plena época de paranoia anticomunista y escala armamentista, el director Robert Wise trae de un planeta distante un alienígena con un ultimátum pacifista a la humanidad. Y para cuidar que nadie se descontrole, ahí estaba este cíclope gigante metalizado listo para vaporizarlo. ¿Acaso fue Gort el primer robot patovica?


Robby (El planeta desconocido, 1956)
Era el sirviente del misterioso Dr. Morbious, pero les robó el protagonismo a todos en esta clásica fábula interestelar, inclusive a un Leslie Nielsen que estaba a años luz de La pistola desnuda. Nuestro eterno respeto a Frankie Darro, el actor que estaba metido dentro de Robby y no fue mencionado en los créditos.


C3PO y R2-D2 (La guerra de las galaxias: Episodio IV, 1977)
No podíamos elegir solo a uno porque sería como separar al Gordo y el Flaco de una galaxia muy, muy lejana. “Citripio y Arturito” aportaron comedia camp a la saga de George Lucas y se transformaron en los robots más famosos del universo. Parece increíble que no hayan tenido éxito cuando se cortaron solos con su propia serie animada, Droids, a mediados de los 80. Aunque claro: losmataron con esta presentación


T-800 (Terminator, 1984)
No sabemos por qué los científicos aún siguen investigando: Arnold Schwarzenegger ya descubrió hace 30 años cómo borrar los límites entre hombre y máquina. Este año, volverá con Terminator: Genesis.


Number 5 (Cortocircuito, 1986)
Fue pensado como un arma letal, pero le cayó un rayo y se convirtió en el robot más simpático de los 80 en esta recordada comedia que, también, nació con otra intención: iba a ser un thriller sobre un mecanoide asesino. Number 5 (¿cuántos lo vimos en la Argentina animando eventos y cumpleaños?) tuvo un padre genio: Syd Mead, el cráneo detrás del imaginario de filmes como Tron, Aliens y Blade Runner (donde, recordemos, también están los androides y famosos “replicantes” Roy y Pris).


Data (Viaje a las estrellas: Generaciones, 1994)
El miembro más poderoso de la tripulación a bordo del USS Enterprise también era el bit humorístico de la franquicia de TV y cine, a partir de sus intentos por comprender comportamientos, costumbres y sentimientos. Finalmente, su cerebro positrónico recibió su “chip emocional” y se transformó en alguien más humano que los humanos.


Bumblebee (Transformers, 2007)
¿A quién esperaban? ¿A Optimus Prime, a Megatrón? El verdadero capo de todos los Transformers es el auto con más onda del cosmos. De todas formas, guardémosle también un lugarcito especial en este listado robótico al director Michael Bay, flor de aparato digital.


WALL-E (WALL-E, 2008)
La última esperanza de un planeta que hicimos chatarra está en las pinzas de este tierno y melancólico compactador de basura. Obra maestra eco-friendly y religiosa de Pixar.


Chappie (Chappie, 2015)
Un androide policía destinado al desguace es reprogramado en un experimento y se convierte no solo en la primera inteligencia artificial, sino en el primer gangsta-robot. El nuevo genio del sci-fi, Neill Blomkamp, nos muestra que lo difícil no es crear vida, sino educarla correctamente, en otro de sus filmes cargados de comentarios sociales, dialéctica de videojuego y homenajes cinéfilos (ahora le tocó a RoboCop), pero con dosis de comedia infantil. No será tan contundente como Sector 9 y Elysium, pero el director se las ingenia, una vez más, para hacernos salir del cine preocupados por ser parte de la raza humana.




No hay comentarios: