lunes, 22 de noviembre de 2010

Entrevista a Marcus Meyn de Camouflage

La banda synth-pop alemana vuelve a presentarse en Argentina con dos shows en Buenos Aires y uno en Rosario; su vocalista promete clásicos, un adelanto del nuevo disco y hasta revela la "musa inspiradora" del eterno "Love is a Shield".


Si hiciste click en el link de esta nota hay muchas chances de que tengas entre 32 y 42 años (maso), tu corazón aún palpite romanticismo darkie y tu CD de Methods of Silence esté tan limado como el Violator, de Depeche Mode. Si es así, no hace falta que te explique quiénes son los Camouflage, porque seguro musicalizan las reuniones con tus amigos cada fin de semana (son los que suenan cuando todos gritan "¡Uuyy, qué temazo este!"), o alegran tus mañanas en la oficina cuando Aspen pasa "The Great Commandment". Podés saltear los siguientes párrafos y pasar directo a las preguntas y respuestas.

Si no entendiste nada de lo que dije arriba, es porque tenés mucha menos edad y caíste en este artículo por algún maquiavélico ardid de La Nación o por curiosidad de saber quiénes son estos tipos.

En cualquier caso, vale la aclaración: Camouflage es eso que (todavía) escucha tu tío modernoso, ¿OK? Es un trío alemán con más de 20 años de trayectoria, siete discos de estudio y varias grandes canciones que le han dado un lugar privilegiado dentro del movimiento tecno pop junto a bandas como Pet Shop Boys y los mencionados DM. Y aunque muchos no lo reconozcan, gran parte de la electrónica europea no sería lo mismo sin Camouflage.

¿Algo más? Sí: vuelven por segunda vez a nuestro país para presentarse en Buenos Aires el 24 y 26 de noviembre (Niceto Club), y el 25 en Rosario (Complejo Metropolitano) con shows que, según el vocalista Marcus Meyn, incluirán pasado, presente y futuro.

Estuvieron en Argentina hace tres años. ¿Qué recordás de aquella visita?
La pasamos muy, pero muy bien. Fue un viaje bárbaro, Buenos Aires es una ciudad fantástica y el público en la Argentina es genial. Todo lo que podemos recordar son cosas buenas.

No lanzaron nuevo material de estudio desde entonces. ¿Qué tendrá de diferente este recital al anterior?
La mayoría de las canciones serán distintas. Haremos otros temas, reversiones y quizás toquemos uno nuevo.

¿Uno nuevo? ¿Están trabajando en un disco en este momento?
Sí, creo que lo vamos a terminar a mediados del año que viene, para lanzarse a fines de 2011. Ya reservamos la gira para la promoción del álbum, en noviembre y diciembre.

¿Ya tiene nombre?
No, todavía.

Los dos últimos trabajos, Sensor y Relocated, remiten al Camouflage más clásico, el de los primeros dos álbumes. ¿Tuvo algo que ver el regreso de Oliver Kreyssig a la banda con esto?
Estamos muy, muy contentos de que haya vuelto, pero el sonido es algo que trabajamos junto al productor, no tiene que ver con el regreso de Oliver. Hay un nuevo sentimiento entre nosotros desde que volvió, pero el sonido de un disco es una decisión que tomamos durante la grabación.

Al menos en Argentina y Latinoamérica, cuando se dice Camouflage inevitablemente se piensa en los años 80. ¿Les molesta ser una banda asociada a una década?
No, la verdad que no. Durante los ochenta pasaron muchas cosas geniales. De toda la música, la más popular es la de esa década. Soy un hijo de los ochenta. Pero si simplemente me reducen a eso, entonces no me gusta porque yo sigo haciendo música. Claro, la hacemos en la tradición de ese estilo, pero no es todo para nosotros.

Horas antes de entrevistarte estaba escuchando la recopilación de rarezas y lados B Archive #01 y, en el booklet, está la foto de la revista Billboard con la canción "The Great Commandment" en el puesto número uno del Dance Chart. ¿Qué recordás de ese momento?
Fue muy raro, porque la discográfica estadounidense encomendó 17 remixes de la canción sin decirnos nada. Y cuando llegamos al país todos nos felicitaban por el número uno, pero nosotros nunca habíamos escuchado la versión. La verdad, era muy diferente de la original. Por otra parte, estuvo bárbaro porque, aparentemente, fuimos los primeros en la historia de Billboard en lograr dos veces la primera posición con el mismo tema.
"Love is a Shield" es otro clásico de todos los tiempos. ¿Hay alguna anécdota o curiosidad relacionada con esta canción después de tantos años de tocarla?
Cuando la escribimos estábamos en Nueva York. Yo miraba la televisión y estaban pasando una película en la que Ernest Borgnine le decía a otro tipo "¿Sabés?, el amor es un escudo". Yo pensé "¡esa oración está buenísima!", la anoté y la usé como el motivo principal de la canción. Esa es la pequeña historia detrás de la frase. Pero, básicamente, cuando empezamos a hacer música, queríamos llegar al punto en el que, con el tiempo, nos dijeran que tenemos una canción para cierta parte o situación de su vida y que, cuando la escuchan, vuelven todos esos recuerdos. Creo que con temas como "Love is a Shield", "The Great Commandment" y otros llegamos a ese punto, lo que nos pone muy contentos.

¡Saber que la musa inspiradora de "Love is a Shield" fue Ernest Borgnine me tiró el romanticismo al tacho!
Ja, ja, ja.

La banda tiene más de 20 años de historia y la escena electrónica ha vivido muchos cambios desde entonces. ¿Cuál es tu visión sobre la actualidad de este estilo?
Me gusta el presente, se está yendo en una nueva dirección y reinterpretando las raíces de las cuales venimos para hacer algunas muy buenas canciones con un entorno electrónico. Para mí, siempre es interesante escuchar bandas nuevas. Ahora estamos en un punto de desafío porque ya se hicieron muchas cosas y todos esperan algo realmente nuevo.

Happiness, el reciente y exitoso debut de los británicos Hurts, parece por momentos un álbum de Camouflage...
Sí, mucha gente nos dijo eso. Es gracioso, porque creo que ni siquiera nos conocen.

Leer en Rolling Stone >>

No hay comentarios: