viernes, 7 de diciembre de 2012

Entrevista con Paradise Lost: ídolos trágicos

Los íconos del metal oscuro llegan a Buenos Aires el 9 de diciembre. Su guitarrista, Greg Mackintosh, habla de música, religión y placeres culposos.

De aquella tríada que revolvió las catacumbas del metal británico para definir el sonido doom de los 90, conformada junto a My Dying Bride y Anathema, Paradise Lost es la que experimentó los más bruscos cambios de identidad. Con el vocalista Nick Holmes y el guitarrista Greg Mackintosh siempre tras el timón, el quinteto de Halifax pasó de cultivar la música de la perdición en Lost Paradise (1990) a ganar popularidad bajo la sombra del goth metal con Icon (1993) y Draconian Times (1995) para, luego, virar hacia el tecno y el rock industrial en One Second (1997) y Host (1997).
Pero desde el ¿refundacional? Paradise Lost, de 2005, parecen haber recuperado su forma y se los escucha bien equilibrados en un sonido pesado, oscuro y melodioso. En Tragic Idol, su nuevo álbum (editado en nuestro país por Icarus), se sacuden algunas ornamentaciones que quedaban y aparecen, con 25 años a cuestas, aun más ásperos y musculosos sin perder elegancia. Será el trabajo que los traerá una vez más a nuestro país para tocar el 9 de diciembre en el Teatro Flores. "Hace tiempo que no vamos a Buenos Aires. Espero que les guste el último disco porque ansiamos darles un buen show", comenta Mackintosh, abriendo una charla de música infernal y anécdotas explosivas.
¿Encontraron finalmente el sonido que les sienta mejor para desarrollarse? 
Uno prueba muchas cosas y nos quedamos con el estilo que se puede escuchar en discos comoIcon, porque creo que tiene la columna de nuestro sonido, que es la melodía mezclada con la irritabilidad.
¿Significa esto que ahora los deseos de experimentar se expresarán en proyectos fuera de la banda, como Vallenfyre? 
No sé... Vallenfyre fue algo que evolucionó casi por accidente. Nunca fue mi intención tener un grupo paralelo; fue simplemente una cosa entre amigos y luego se dio que una disquera quiso hacer el álbum.
Ahora, a la distancia, ¿cómo ves el período "electrónico" de la banda? 
Para mí, las buenas canciones son buenas canciones, ¿viste? Y creo que en Host hay buenos temas aunque, claro, no es un álbum de metal, para nada.
Todavía hay gente que se sorprende cuando se entera de que Paradise Lost es una banda inglesa. ¿Qué está pasando con el metal británico hoy? 
La escena en Inglaterra es mucho más pequeña de lo que solía ser. Antes, salían un montón de grandes bandas y como que estábamos liderando el camino, en cierto sentido, dándole forma al metal. Pero ahora todo se movió para el norte de Europa y los grupos modernos suenan más como los estadounidenses. Es raro.
¿Cuál es la temática o inspiración de Tragic Idol? 
Tiene que ver con que la gente venera cualquier cosa, desde la religión hasta la celebridad y el comercialismo. Adoran algo que ni siquiera está ahí y no me refiero solo a las creencias de cada uno. El álbum también trata el tema de que las personas parecen hoy muy desapegadas.
¿Cambió en algo tu postura crítica hacia la religión tras el fallecimiento de tu padre? 
Siempre fui ateo y la muerte de mi papá me hizo más comprometido con eso. Mi viejo estaba enfermo y vi cómo personas religiosas trataban de alimentarse de esa situación, como intentar conseguir más adeptos y reclutar miembros entre los débiles. Muy feo.
Hablemos de la gira. ¿La están viviendo de una manera especial considerando que están casi en el cuarto de siglo? 
Ja, ja. Es increíble, pero cuando estás girando por el mundo con un disco nuevo ni te das cuenta de que el tiempo pasa. La verdad que nos sentimos muy bien, estamos frescos y parece que fue ayer que empezamos a tocar.
En todo este tiempo deben haber pasado cosas muy raras en la ruta... ¡Uf, un montón! Supongo que lo más loco fue aquella vez que estábamos en Alemania, en el 98. En la mitad de la noche, el chofer del micro grita "¡tenemos que salir del micro ya!". Lo único que veíamos eran llamas. Saltamos del bus y, al toque, explota. Nos quedamos varados y sin nada. Todavía no sabemos qué carajo pasó.
Eso en Argentina no pasa... 
¡Espero que no, ja, ja! Recuerdo que la primera vez que fuimos a Buenos Aires tocamos en el Monsters of Rock [de 1995, en el estadio de Ferro], con Ozzy, Megadeth y Alice Cooper. Estábamos parando en un hotel y con algunos de los chicos de la banda nos fuimos a caminar por el centro. ¡Y por la calle nos cruzamos con Geeze Butler, de Black Sabbath! Fue muy loco estar allá, toparme con otro inglés y justo con ese.
La última: sabemos que sos un tipo de gustos musicales variados. ¿Cuál es tu placer culposo? 
¡Tengo unos cuantos momentos vergonzantes, ja, ja! A ver. hay una chica que solía estar en las Sugababes que se llama Siobhan Donaghy.. Y realmente me gusta su disco Ghosts. Es pop, ¡pero está bueno!

1 comentario:

JSP dijo...

Host es un buen disco