Este mes, Anticasper, Juan Ingaramo, Huevo y Mi Amigo Invencible tienen
la palabra y cuentan qué piensan sobre el presente y el futuro de nuestra
música.
Se va el año en el que el rock
nacional cumple sus cinco décadas y, a modo de celebración, cada mes entrevistamos
a los más destacados artistas emergentes con el fin de conocer sus ideas y
opiniones sobre el estado actual de la nuestra escena musical.
Ya hablaron más de 35 artistas, entre ellos Marilina
Bertoldi, Bándalos Chinos,
Sambara,
Bestia Bebé,
Utopians, Surfistas del
Sistema, Valle de Muñecas,
Indios, Rayos Láser, Octafonic, Científicos del Palo, Barco, Acorazado Potemkin y Támesis,
entre muchos otros.
En esta oportunidad, tienen la
voz Juan Ingaramo, Julián Baglietto (Huevo),
Nicolás Garriga (Anticasper) y Mariano Di Cesare
(Mi Amigo Invencible).
Transcurridos 50 años de rock nacional, ¿qué opinión tienen sobre el
estado actual de la escena local?
Garriga: Estamos
muy contentos con la escena musical nacional actual. Hay varias bandas que
seguimos y nos gustan mucho, con una gran trayectoria y con rasgos de identidad,
ya sea el caso de Babasónicos, Illya Kuryaki, Massacre, Miranda, Juana Molina o Sig Ragga. Pero también se extraña a Cerati, Spinetta, Pappo o Charly, que son justamente los artistas que tuvieron más pregnancia
afuera. Lo positivo es que hay muchísimas bandas actuales que todavía no son muy
conocidas pero que, si se sostienen y se la juegan, pueden llegar lejos. Tal
vez el desafío esté en poder perdurar, reformularse y crecer a través de
los discos. Hay mucha creatividad en las bandas nuevas y muchas promesas. Creo
que se necesita tiempo para que esto se legitime en los jóvenes. Quizás el
problema está por el lado de la industria y no de la composición y producción.
Los grandes festivales y medios de comunicación deberían empezar a mirar mucho
más hacia este lado para que esta nueva generación, parte de una escena, pueda
reconocerse fuera de la Argentina.
Baglietto: En la actualidad está todo bastante jodido: para un músico, un oficinista, un actor o quien sea. Está todo difícil. Aunque, artísticamente hablando, estamos en un momento muy bueno. Hay muchos artistas que salen a la calle y a la ruta para mostrar lo que hacen, en su mayoría brillantes. A pesar de que, con Huevo, hacemos bastante la nuestra, se ha ido armado una hermandad en la cual las bandas trabajan con un mismo fin y de la mano, sin importar los estilos o las preferencias musicales.
Di Cesare: Hace ya varios
años que venimos agradeciendo el momento que nos toca vivir en relación a la
música que nos gusta. Hablando con los chicos en estos últimos días, haciendo
un repaso del año, no pudimos dar con un disco internacional favorito y sí con mil
álbumes nacionales que estuvimos disfrutando durante este último tiempo. Y un
90 por ciento de esos discos argentinos son de artistas independientes. La música que nos gusta nos representa, nos
habla, nos dice la verdad y no nos quiere vender nada. Es un verdadero acto de
generosidad.
Ingaramo: Humildemente, creo que la escena está llena de cosas
grosas, como hubo siempre. Lo que se modificó ahora es, básicamente, el
dispositivo; lo que a su vez generó un cambio en la forma en la que el público
se relaciona con los artistas. Esa redefinición también dejó en jaque a la
industria. Quedó como todo raro y uno suele decir que “no hay más bandas
grandes”. Pero sí que hay, quizás no como antes, como en los 80, porque ahora
lo que cambio es el mundo y la forma de consumir la música.
A nivel artístico veo una fuerza generacional y lo que está pasando es que hay un delay entre industria y músicos. Pero una vez que se los apoye como se debe, como se hacía antes, se va a lograr más fuerza.
A nivel artístico veo una fuerza generacional y lo que está pasando es que hay un delay entre industria y músicos. Pero una vez que se los apoye como se debe, como se hacía antes, se va a lograr más fuerza.
¿Se sienten parte de una generación de
artistas, de un conjunto de músicos representativo de un momento del país?
Garriga: Seguro. Me parece que esto viene un poco por el lado estético. Después de
Cromañón el rock ha tendido a repetirse, por lo que me parece que la expresión
de estas nuevas bandas viene por un lado mucho más creativo y rico. Es rock y
es pop, pero también hay experimentación sonora, psicodelia, groove y una
propuesta fuerte en lo lírico que nos hace parte como jóvenes que crecimos con
el rock. Telescopios, Un día perfecto para el pez banana, Valdés,
Morbo y Mambo, Barco, Francisca y Los Exploradores, Bándalos
Chinos, Los Reyes del Falsete y Las Luces Primeras son
algunos con los que nos sentimos dentro de la misma movida.
Baglietto: Tratamos
de no pensar mucho en eso. Creemos que este es el comienzo de algo
extraordinario. Tenemos en claro que es un camino de laburo y esfuerzo en el
cual nos queda mucho por recorrer. Es buenísimo ver que a bandas amigas les está
yendo bien y que siguen creando música todos los días. Está bueno ser
fanático de la música que nos han dejado, pero también creemos que no hay que
quedarse en la cómoda para crecer. Y que seguir generando música e ideas nuevas
es la que va. No solo por nosotros, sino también para los otros.
Di
Cesare: Nosotros
somos parte de una generación, a
full, junto a bocha de bandas más. Unas más escuchadas, otras menos. Nos
sentimos pares con quienes compartimos la búsqueda experimental por fuera de lo
que quiere el común de la gente. Lo que no quiere decir que no nos gusten los
grupos más populares; sólo es una cuestión de actitud y respeto frente al arte.
Ingaramo:
Me
siento parte de una generación porque, por default,
cada hora es hija de su tiempo y de su tierra, y ese conjunto es el que termina
creando un movimiento. Dentro de esa cuestión temporal y espacial, hay más
afinidades. Yo, en lo personal, no me identifico con la etiqueta de lo “indie”,
ni ideológica ni estéticamente. Quizás ahora, en la segunda mitad de esta
década, se erosionó ese género, para mí. ¿Con qué bandas me identifico? Con las
de mi sello, Discos del Bosque, y
con De la Rivera, Hipnótica, Francisca y Los Exploradores, Indios,
Bándalos Chinos y más que estamos
muy cerca entre todos, compartiendo la cuestión.
¿Qué bandas nacionales creen
que pueden tener un lugar destacado en la escena en los próximos años y por
qué?
Garriga: Cualquiera de las bandas que nombré antes
podrían estar en lo alto de la escena si se lo proponen. Todas tienen personalidad,
identidad, creatividad y un sonido fino. Quizá ya existen algunas que están en
una ruta bastante más recta que estas otras, como Los Espíritus, El
Mató a un Policía Motorizado, Banda de Turistas o Eruca Sativa.
Baglietto: Hay
muchas que nos gustan. No tenemos la bola de cristal y no sabemos ni siquiera
que pueda llegar a pasar con nosotros. Muchas ya lo están logrando, pero que se
lo merezcan hay miles: Picado Grosso,
CDP, Sig Ragga, Sambara, PUM y muchas. A todos los deseamos lo
mejor siempre. Estamos tan contentos con Huevo que no podemos parar de pensar en eso un
segundo.
Di Cesare: Es difícil
adivinar el futuro, aún cuando el presente es súper impreciso. Lo que si nos
animamos a decir es que los mejores discos no están saliendo sólo desde Capital,
al contrario.
Ingaramo:
Esto no lo podría responder: habría que preguntárselo a Horangel o
Ludovica (Squirru). Creo que les va a ir bien a las bandas que puedan lograr
una constancia y resistir este momento de vaciamiento cultural que se está proponiendo
desde arriba, sin lugares para tocar, sin festivales públicos y con falta de
espacios. El que pueda resistir eso y logre una sustentabilidad para seguir
grabando discos va a llegar a tocar donde lo desee. Pero es muy difícil. Podríamos
decir que serán las que tengan la fuerza suficiente.
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