sábado, 12 de noviembre de 2011

Groove Armada: Back to basics

Después de la exitosa incursión en el formato "banda" con el disco Black Light y su nominación al Grammy, Andy Cato y Tom Findlay se presentarán en Creamfields con un regreso al sonido warehouse; aunque el dúo ya planea, en secreto, su versión acústica para 2012.


Difícil jugar a las escondidas con Groove Armada. Con sus casi 2,05 metros y pelo rubio, para Andy Cato siempre es complicado ocultarse en las alturas del dance. Y si anda acompañado de su petacón cómplice Tim Findlay, chau: juntos saltan a la vista como la versión tecno de Penn and Teller. Así todo, se las ingeniaron para escabullirse entre el público del Planeta Terra, en San Pablo, Brasil, y distenderse mirando otras bandas antes de encargarse de cerrar el festival con un notable espectáculo multimedia. Groove Armada representa uno de los referentes de la electrónica bailable que, a 15 años de su formación, parece estar en su mejor momento. ¿Cuántos artistas de una escena tan volátil pueden decir lo mismo? Luego de esa sofisticada y canchera mezcla de house, big beat, rock y trip hop que los puso a sonar en películas (Tomb Rider, Collateral), videojuegos (Rayman 3, FIFA 11) y variedad de publicidades (Mercedes Benz, Renault, Bacardi, Lipton Tea), el dúo de Cambridge editó Black Light (2010), un gran álbum en formato banda y con mucho de synthpop ochentoso que les valió su tercera nominación al premio Grammy en la categoría "Dance".
Para que no hubiera mucha nostalgia pistera, a los pocos meses lanzaron White Light, disco con reversiones de temas del anterior, y ahora Red Light, una serie de EPs que los reencuentra con el sonido warehouse y que mañana presentarán en la edición local de Creamfields. Pero antes de eso, relajados y de buen humor, se prestan a una charla en la que revelan todo (inclusive, un secreto).

Black Light sale del Groove Armada más clásico y parece el disco de una banda oscura y new wave de los 80. ¿Cuál fue la inspiración?
Cato: Surgió a partir del tipo de presentaciones que veníamos haciendo en ese momento. Esa combinación de electrónica y músicos en vivo era única, y le estaba yendo muy bien en todos los festivales alrededor del mundo. Lo que hicimos fue llevar esa banda al estudio y grabar ese sonido. Creo que es nuestro mejor álbum y dio nuestra mejor gira, que terminamos en Brixton, Londres, en un show maravilloso. Ahora estamos haciendo Red Light, que es un regreso al estilo DJ y al sonido warehouse que hace Groove Armada.

Cómo consiguieron la participación de Bryan Ferry?
Cato: Lo conocimos a través de un fotógrafo amigo en una cena. Creo que nunca había hecho una colaboración antes de la que hizo con nosotros, así que hubo que persuadirlo y tuvimos un largo "cortejo", ja, ja. Es una leyenda, fue bárbaro haber trabajado con alguien a quien admiramos. Seguimos siendo amigos y nos mantenemos en contacto.

¿Es tan dandy como parece?
Findlay: ¡Sí! Pero también es muy profesional, casi obsesivo. Nos costó mucho convencerlo de que la letra que había hecho estaba bárbara. Y se rodea de gente que sabe hacer las cosas. Cuando está en el estudio, trabaja con el mejor guitarrista, el mejor pianista. Es una leyenda.

¿Qué me cuentan sobre la nueva nominación al Grammy?
Findlay: Ya es la tercera que tenemos. Fuimos a la entrega, pero no es nuestro ambiente. Eso de tomar café con Lady Gaga... no sé. Es lindo, pero la idea misma de un premio a la música es una boludez, porque lo que a uno le resulta genial a otro le puede parecer una porquería.

¿Haber dejado Sony Music y firmado con un sello independiente tuvo algo que ver con el sonido del disco?
Findlay: A un sello grande lo único que le interesa son las canciones que llegan a la radio. Pero nunca te estimulan a escribir nada nuevo, a que explores distintas partes de vos mismo. Lo único que quieren saber es cuándo pueden poner un tema en el aire de Radio 1. Eso no es necesariamente malo, nos llevó a cosas como "I See You Baby", pero la onda que tiene Black Light, que, concuerdo con Andy, es lo mejor que hicimos, la logramos gracias a tener más libertad.

¿Qué piensan cuándo escuchan "I See You Baby" y lo comparan con el sonido actual?
Cato: Hoy estuvimos escuchando algunas cancimáquinones viejas, que ya no nos acordamos cómo hicimos, para un nuevo proyecto que vamos a hacer el año que viene, en paralelo aRed Light. Es medio top secret lo que te voy a contar, je, pero bueno, acá va: hay una parte del catálogo de Groove Armada, canciones como "Paris", "Remember", "Think Twice", que es muy linda pero que no podíamos hacer en vivo porque no son temas adecuados para un escenario dance. Así que el año que viene vamos a realizar una serie exclusiva de conciertos, por ahora solo en Inglaterra, con una pequeña banda, tocando sin as, tecnología o computadoras: todo acústico.

¿Creen que la música dance está en un buen momento?
Findlay: Sí, pero algunas escenas se pusieron muy pop, se están quedando sin imaginación. Ya vimos este ciclo: todo se hizo cada vez más grande, gente como Sasha y Paul Oakenfold tocaban para más de 15.000 personas y nadie realmente veía al DJ. Una mierda. Pero ahora, en Londres, hay un regreso a los sótanos: ahí está empezando un nuevo ciclo.

¿Y eso está trayendo nuevas cosas?
Findlay: Sí, mucha música. En general, el dance está en una muy buena situación. Es gracioso porque cuando nosotros empezamos, hace diez o quince años, hicimos uno de los primeros discos de dance y ahora hay un montón de malditos talentosos dando vueltas, ja, ja, ja.

¿Les gusta tocar en escenarios como Creamfields?
Findlay: La "Cream" creció en un gran momento del clubbing en el Reino Unido. Conocemos a la gente que maneja el boliche original de Liverpool donde se gestó todo esto. Es lógico que, cuando armás una franquicia, tenés que hacer algo distinto, pero todavía refleja mucho la música dance. Creamfields es un escenario decente que respeto mucho.

¿Qué podemos esperar para el show del sábado en Buenos Aires?
Findlay: Hoy no hay música house en los escenarios principales de los festivales, y la idea central de Red Light es volver al sonido warehouse. Armamos una cabina de DJ que nos permite controlar todas las luces y los efectos visuales, que se hacen en tiempo real.
Cato: Buenos Aires tiene una de nuestras escenas favoritas en el mundo. Vamos a estar parando cuatro días allá en una casa que tiene adentro una disco. ¿Hay algo mejor que eso?

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