Historia, secretos y
curiosidades de la saga protagonizada por Tom Cruise, antes del estreno de su
quinta entrega.
Por si hay alguien que recién salió de un termo, recordamos
que Misión imposible se basa en la
serie de TV homónima, que se desarrolló entre 1966 y 1973 y contó con las
actuaciones de Peter Graves, Martin Landau, Leonard Nimoy, Greg Morris
y Barbara Bain, entre otros. En 1988, se realizó una nueva versión, con Graves otra
vez como el líder de la Impossible Missions Force, Jim Phelps.
Parte del elenco
del show original fue convocado para el
film de 1996, a cargo de Brian De Palma, pero se rehusaron a participar
disgustados con el guión. A Graves le ofrecieron repetir su papel, pero lo
rechazó al ver que lo convirtieron en un traidor (rol que recayó en Jon Voight),
mientras que Landau no estaba de acuerdo con la muerte de los miembros del
equipo. “¿Por qué ofrecerse voluntariamente a que nuestros personajes cometan
suicidio? Pasé”, dijo.
Aquel fue el primer film producido por Tom Cruise (que continuaría
con los otros cuatro, además de obras como Los
otros y Minority Report: Sentencia
previa). Pero también marcó el gusto (ya casi obsesivo) del actor por desempeñar
él mismo las escenas de riesgo. La más recordada quizás sea en la que, colgado
desde el techo, debe robar información de una computadora alojada en una
habitación con sensores de movimiento. Durante la filmación, la estrella no
paraba de darse la frente contra el piso cada vez que lo bajaban. Hasta que le
pidió a un asistente que le pusiera monedas en sus zapatos, para que hicieran
contrapeso. No sabemos si alguna vez devolvió ese cambio.
La película de De Palma también es recordada por la versión
que los U2 Adam Clayton y Larry Mullen Jr. hicieron del tradicional tema de la
serie compuesto por Lalo Schifrin, además de la música incidental de Danny
Elfman. Pero, originalmente, ese trabajo estaba a cargo de Alan Silvestri, que
llegó a componer más de 20 minutos del score
antes de ser “renunciado” (según se cuenta) por el mismísimo Cruise, que quería
a Elfman a bordo porque había quedado sorprendido con el trabajo que hizo en Todo por un sueño, donde actuó Nicole
Kidman, su por entonces esposa.
Otra canción histórica de la saga (aparte de, bueno, esto de Limp Bizkit fue “I Disappear”, que Metallica compuso especialmente para Misión imposible 2 (2000) y que se
filtró meses antes del estreno en internet vía Napster y desató la famosa pelea
de la banda con la empresa de downloads.
La segunda parte iba a ser dirigida por Oliver Stone, pero
tuvo que bajarse del proyecto por problemas de agenda cuando el rodaje de
Cruise en Ojos bien cerrados (1999)
se extendió más de lo pensado. John Woo tomó la posta y lo convirtió en el film
más taquillero de 2000 en los Estados Unidos, y todavía se mantiene, con más de
540 millones de dólares, como la más recaudadora de la saga después de la
cuarta entrega (que embolsó casi 700 millones). Es, también, la más pirotécnica,
absurda y exagerada. El metraje original tenía más de tres horas, y el estudio
forzó a dejarlo en 123 minutos (lo cual explica muchas de las incongruencias
del relato). Cruise también se lució con performances de riesgo, como la pelea en
la que un cuchillo queda a milímetros de su pupila, en la que se usó un arma
real, o la épica escalada libre en Utah (con el uso parcial de un doble experto
en montañismo).
En 2006, llegó la tercera entrega, tras varios problemas. David
Fincher iba a ser el director, pero renunció por diferencias con el estudio, y
fue reemplazado por Jon Carnahan, quien llegó a trabajar más de un año en el
film antes de también dar un paso al costado. Finalmente, J.J. Abrams, quien
venía de éxitos en televisión como Alias
y Lost, se hizo cargo y fue su debut
en la pantalla grande. El elenco original también incluía a Kenneth Branagh
como villano, además de Carrie-Anne Moss y Scarlett
Johansson. Resultó la más cara de la saga, y la menos recaudadora.
Misión imposible:
Protocolo fantasma se estrenó cinco años más tarde y también marcó otro
debut, ya que fue el primer film “live action” de Brad Bird, quien hasta
entonces solo había realizado cine de animación (Los increíbles, Ratatouille). Nos mostró a Cruise en más tomas de
gran altura, trepando la torre Burj Khalifa de Dubai, el edificio más alto del
mundo.
Como era de esperar, para Misión imposible: Nación secreta Cruise subió la apuesta con dos
escenas épicas. En una se lo podrá ver colgado del fuselaje de un avión de
transporte militar Airbus a 1.500 metros de altura. La estrella dijo que estuvo “cagado de miedo:
estaba agarrado de un arnés al costado del cuerpo que estaba algo suelto, por
lo que se puede ver mi cuerpo vibrando contra el avión”. Así todo, repitieron
la toma ocho veces.
En otro momento descomunal, se zambulle en un enorme tanque
con más de 260.000 litros de agua presurizada, para lo que tuvo que entrenar y aprender
a retener la respiración por más de seis minutos. Basta, Tom: nos vas a matar
de un infarto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario