El servicio de
streaming musical cumple su primer aniversario en el país y Gustavo Diament,
gerente general para América Latina, charló con Rolling Stone. Música, royalties,
devaluación y todos los números que no se dan.
Hace exactamente 365 días, Spotify se presentaba de manera
oficial en la
Argentina. Las expectativas eran muchas: el popular servicio
de origen sueco, paradigma de un negocio musical que parece orientarse hacia el
streaming (más que el download) como forma de consumo, nos
elegía como primer lugar de Sudamérica (y segundo de América Latina) para su
desembarco regional. Ya no serían necesarios más trucos técnicos de burlar el
IP para usar la plataforma y ahora, gratis (soportando publicidad a cada hora)
o con abonos de 18 y 36 pesos, se podía acceder a más de 20 millones de
canciones desde computadoras, celulares y tabletas.
¿Qué pasó un año después? Según la compañía, en ese tiempo
los argentinos accedimos a unos seis millones de temas que generaron 711
millones de reproducciones. El artista nacional más escuchado fue Abel Pintos,
seguido por Tan Biónica, Martina Stoessel, Axel y Gustavo Cerati. Y el género
musical que lideró el ranking es el
latino, con más de 133 millones de streams,
delante del pop, el “indie rock”, el rock y la “música alternativa” (?).
“El balance del año en Argentina es muy positivo, tené en
cuenta que esos 711 millones de reproducciones equivalen a más de 48 millones
de horas de música continua o 5.000 años de canciones”, se entusiasma Gustavo
Diament, gerente general para Latinoamérica de Spotify. “Para que tengas una
idea: en México, en nuestro primer aniversario, tuvimos 14.500 años de streams de música. Argentina tiene un
tercio con, también, un tercio de la población, así que es un éxito muy grande
el que tenemos acá”.
Diament es un brasilero distendido y simpático que dirige
las operaciones regionales desde las oficinas de la empresa en San Pablo, y le
encantan los números grandes. Cuanto más larga la cifra, mejor, porque sabe que
Spotify es, tal como dirá, “un negocio de escala”. La verdadera diferencia y
las reales ganancias se dan en los miles y millones de clientes y escuchas. Y
así recalcará cómo la empresa pasó de 24 millones de usuarios en el mundo en 2013 a 40 millones hoy; o
cómo pagaron hasta ahora mil millones de dólares en royalties a la industria; o cuántos “miles de años de canciones” se
oyeron al momento.
Pero si se trata de obtener cifras y datos concretos del
negocio y por país, ahí es cuando esos ceros y ceros que exhibe la compañía actúan
como un verdadero “volumen”: cuanto más alto, menos detalles parecen tenerse.
En este primer período,
¿qué cantidad de usuarios lograron en la Argentina?
Eso no lo puedo revelar. En 2014, venimos creciendo un 5% promedio
semanal. No solemos hablar de usuarios a nivel local, pero en números globales
tenemos más de 40 millones, de los cuales más de 10 millones son pagos. Una
tasa del 25%.
¿Y en nuestro país
esa relación cómo es?
No puedo decirlo, pero va en línea con el número global. Quizás
en Latinoamérica sea un poquito por debajo.
¿Cuántos de los
usuarios en la Argentina son móviles?
Más o menos, entre el 60 y el 70% de los accesos son
móviles. Cuando llegamos al país, el uso free
solo estaba disponible para computadoras desktop.
Pero, en diciembre, lanzamos la aplicación para acceder gratis desde celulares
inteligentes y eso nos dio una ventaja bastante importante.
Hablando de ventajas:
¿cómo están posicionados con respecto a los otros servicios parecidos que hay
en el país, como Personal Música, Deezer y demás?
Estamos confiados en que Spotify sigue ofreciendo la mejor
experiencia en streaming y eso tiene
tres patas: personas, en lo que refiere a toda la integración con redes
sociales; personalización, en cuanto al funcionamiento de nuestro algoritmo de recomendación
de música; y contenido.
Para nosotros, cuanta más competencia legal tengamos, mejor porque
se desarrolla más el mercado. El futuro de la música y del contenido de los
medios es el streaming.
Los artistas
nacionales más escuchados en nuestro país fueron Abel Pintos y Tan Biónica. ¿De
cuántos streams en concreto hablamos?
No tenemos revelados los números por artista, pero el primer
género que se escucha aquí es la música latina. De hecho, el artista extranjero
más escuchado es Romeo Santos, que canta en español.
Una de las cuestiones
de las que siempre se habla alrededor de Spotify es el pago que reciben los
artistas. ¿Cuánto es, al menos en promedio, lo que pueden haber generado las
reproducciones de los artistas más escuchados?
Es muy difícil decirlo exactamente. Lo que hacemos es un cálculo.
Un 70% va para el sello y ahí interviene el royalties
rate que tenga cada artista acordado.
Lo que podemos garantizar es que, por miles de streams, hoy Spotify es el servicio en
su tipo que más paga. Pero es muy difícil saberlo de cada artista, porque cada
uno tiene una relación diferente con su discográfica.
Es verdad, pero sí se
puede determinar el volumen de dinero que genera un músico en función de la
cantidad de reproducciones, porque ustedes tienen definido un pago promedio
mínimo por stream…
Por eso es interesante hablar de miles de streams, porque ahí sí tenemos números
más importantes…
OK: Vayamos al caso
de Gustavo Cerati. Ustedes informaron que, un día después de su muerte, hubo
2,2 millones de reproducciones de sus canciones…
Así es…
Quiere decir que,
tomando el pago mínimo por reproducción que ustedes hacen, que es de US$0,006,
la música de Cerati generó, el 5 de septiembre, al menos, US$13.200.
Sí, pero eso no significa que él haya recibido esa plata,
porque un 70% va al sello y un 30% a Spotify. Además, es un promedio global y
las negociaciones que tenemos son locales. Pero, como patrón, es una buena
base.
¿Cómo fue que se
determinó ese reparto 70-30?
Es una negociación de la que no tengo todos los detalles ni
solemos compartir. Te puedo decir que fueron dos años y medio de conversaciones,
desde el 2006 hasta nuestro lanzamiento en 2008, con las discográficas en
Suecia y los países nórdicos, donde empezamos, y todo vino de ahí. Pero los
detalles de cómo y por qué llegamos a eso no los puedo dar, porque hace a
nuestra competitividad. Sí te puedo decir que más del 70% de nuestras ganancias
se van a los dueños de los derechos y eso es una ventaja para la industria.
¿Qué pasa con los
artistas independientes? ¿Tienen determinado cuántos músicos sin contrato con
un sello han subido su música a Spotify en Argentina y en el mundo?
Tenemos acuerdos con unas 300.000 discográficas y
distribuidores de contenidos y, de esa masa, la música indie es muy grande. Está entre los cinco estilos más escuchados en
el país. El indie es muy importante
para nosotros, si bien no puedo darte cifras concretas. Pero te garantizo que
gran parte de lo que tenemos es independiente y representamos una increíble
manera de distribución, promoción y monetización de este contenido que antes no
existía. Lorde es un gran ejemplo.
Lorde está
distribuida por Universal…
Pero ella empezó en Spotify y el acuerdo con la major llega después. Y pasó, de hecho,
porque Sean Parker la puso en su playlist,
que es una referencia en cuanto a buena música indie.
¿Y no tienen un
desglose, al menos internacional, de cuántos artistas estrictamente
independientes forman parte de Spotify?
No, no lo tenemos.
Una de las cosas que
los artistas independientes le critican a Spotify es que esa relación 70-30
puede estar bien para alguien que tiene un sello, un nombre, un apoyo de
marketing y puede lograr millones de reproducciones, pero que no es redituable
para un músico menor. ¿Por qué este esquema para todos? ¿No elaboraron o
pensaron en una tasa diferencial?
De todas las plataformas de radio, video, streaming y download, nosotros somos la que más paga por miles de
reproducciones, y eso vale para los artistas conocidos y lo que hoy no lo son.
Por otra parte, hay que hacer la comparación con formas que
no son legales de escuchar música. El 95% de toda experiencia musical hoy es
ilegal, según datos de la industria internacional. La comparación debe hacerse
en términos de que estamos monetizando un mercado que antes no lo era.
Además, Spotify te permite una interacción con tus fans que
es muy nueva y, si usás la creatividad, podés empezar a tener ganancias y ser
un artista conocido. Hay muchos ejemplos de músicos que están usando Spotify
para promocionarse. Hoy hay un universo más complejo para generar ganancias, y
hay artistas que lo pueden aprovechar y generar otras fuentes que no solamente
dependen del hecho de escuchar música.
En ese sentido,
muchas bandas dicen que Spotify más bien es una herramienta de promoción y no
estrictamente una fuente importante de ingresos…
Creo que Spotify puede ser una parte importante de sus
ganancias, pero hay que hacer un uso creativo de la plataforma para generar
atracción, y hay que tener en cuenta que tiene valor a largo plazo. No es algo
de seis meses o un año. Este es un negocio de escala. El año pasado estábamos
en unos 24 millones de usuarios en el mundo, y hoy tenemos más de 40. Con la
escala adecuada, todos van a mirar a Spotify como una fuente de ganancias más
importante de largo plazo.
¿Qué van a hacer con
respecto a la medida de la Administración
Gubernamental de Ingresos Públicos de la Ciudad (AGIP) de
retener el 3% sobre cada transacción en concepto de ingresos brutos?
La decisión es que vamos a absorberlo nosotros, no vamos a
trasladarlo al precio, que desde el año pasado sigue siendo el mismo, más allá
de cualquier devaluación e inflación.
¿Y qué les dicen desde
Suecia cuando ven que su facturación en el país baja en dólares?
Nada (se ríe). La Argentina es un país muy importante para
nosotros y entienden que tenemos que seguir creciendo. Hoy, la estrategia es
seguir como lo estamos haciendo y no hay una presión interna.
¿Prevén ajustar el
precio si la devaluación continúa?
Tenemos un plan de negocios con un punto de inflexión que no
puedo decir, y es posible que eso pase. Pero, por ahora, estamos conformes con
la política de precios que tenemos hoy.
Argentina es el
tercer país en términos de usuarios en Latinoamérica, pero ¿en cuánto a facturación?
Eso no te lo puedo decir.
Parece que no pueden
decir muchas cosas…
Es que, si te digo eso, mañana no estoy acá (se ríe). Desaparezco en el
norte de Suecia.Leer en Rolling Stone >>
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