viernes, 29 de abril de 2016

Marillion: “Componer es lo más cercano a la magia en este mundo”

Antes de su show en Buenos Aires, Steve Rothery habla sobre pasado, presente y futuro de la banda más incomprendida del rock.


Si hay una banda que arrastra pesos de más es Marillion. Mencionarlos (en especial dentro del siempre taaan desprejuiciado circuito del periodismo de rock) equivale a un girar de ojitos hacia arriba y escuchar «Kayleigh» en un resoplido cargado de sorna que invoca no solo a un «one hit wonder» de los años 80 (para peor, ¡década sacrílega!), sino a un grupo tildado de ser un Genesis de segunda. Es cierto que algunas extravagancias e infortunios de Fish y compañía alimentaron pésimas comparaciones y no ayudaron a borrar esa imagen; pero, vamos: vaya reputación que cambiar.

Y así quedaron cementados en la memoria, tanto que incluso amantes del llamado «rock progresivo» tardamos en descubrir la voz de Steve Hogarth, capaz de quebrarse en el momento justo para partirte el corazón; en escuchar discos como Anoraknophobia, Marbles o el bellísimo Sounds That Can't Be Made (que cualquier fan de Muse, Talk Talk y Pink Floyd deberían tener) y en (re)conocer a una banda que innovó siempre, al punto que practicaba el online crowdfunding mucho antes de que Radiohead aprendiera el significado de esa palabra.

«Creo que, por el éxito de “Kayleigh”, hubo durante un tiempo un preconcepto sobre lo que el grupo representaba. Tuvimos situaciones bizarras con gente que hasta pensaba que éramos ¡una banda de metal escocesa! También pasa porque intentamos explorar nuevas influencias y direcciones en cada álbum, lo cual hace difícil categorizarnos», explica el histórico guitarrista Steve Rothery a Generación B.

Hoy, el grupo parece lejos de preocuparse por estas cuestiones. Una fuerte y leal base de seguidores acompañan y sustentan la rica producción de Marillion, que en septiembre lanzará su nuevo y décimo octavo trabajo, F.E.A.R. (por F*** Everyone And Run). «Es un disco líricamente bastante sombrío y algunos temas tratan sobre la codicia y la hipocresía que hay en el mundo. Musicalmente, es más diverso, con tres canciones muy largas y dos cortitas», adelanta Rothery. Pero antes los británicos pasarán una vez más por Buenos Aires, donde se presentarán el próximo 3 de mayo en el Teatro Gran Rex.

Unos 15 años atrás, Hogarth dijo que haber conservado el nombre Marillion cuando él se unió fue un error. ¿Lo ves así?   

Yo nunca pensé eso. Había estado en la banda más que ningún otro integrante y era el principal compositor en su momento, por lo que no vi razón para cambiar el nombre. De todas formas, fue una apuesta, pero creo que tomamos la decisión correcta.


¿Qué significa hacer «rock progresivo» hoy?

Puede representar diferentes cosas para distintas personas. Creo que significa tener la libertad creativa de explorar ideas que no caben en el formato de canción convencional. Por ejemplo, nuestro nuevo disco es muy cinematográfico en algunas partes.

En el teaser sobre el nuevo álbum que filmaron al estilo  de vieja película de Frankenstein se menciona «la esencia de Marillion». ¿Cuál es esa esencia?

Hay algo mágico que pasa cuando los cinco creamos juntos. Las ideas vienen de pequeños comienzos y, con el tiempo, se convierten en esa clase de música que nos define. En lo personal, pienso que componer es lo más cercano a la magia que hay en este mundo.


Son referentes en autogestión, distribución vía internet y crowdfunding. ¿Qué beneficios y qué problemas les ha traído trabajar así en comparación con tener un contrato convencional con un gran sello discográfico?

No hay un lado negativo si tenés una base sólida de fans y una trayectoria probada.
Estamos en la mejor situación financiera de nuestra historia, incluso que cuando teníamos discos de oro y platino. La industria musical tradicional se está muriendo y solo caben tres sellos grandes que, incluso, están peleando por encontrar una manera de ser rentables. No hay mejor momento para que un artista tome este camino. Y las redes sociales son clave para promocionar tu música.


Siendo un grupo tan dedicado a cuidar la calidad del sonido y sus producciones, ¿cómo graban pensado que sus canciones van a ser escuchadas tanto por alguien arriba de un subte en un Mp3, como por fanáticos obsesivos del audio en vinilo? ¿Se toman en cuenta esas cuestiones al momento de trabajar en el estudio?

Uno crea música para hacerla en la mejor calidad posible. En definitiva, todo se trata de la fortaleza de las ideas: la gente siempre va a preferir escuchar algo grandioso mal grabado que una mala idea en alta fidelidad, je.

Tenés una amplia relación con la Argentina…

Amo Buenos Aires. Tengo muchos amigos allá, incluida la gente con la que inicié mi sello, Ravenscar Music, Mariano Miguens y Gabe Treiyer. Lanzamos mi disco solista, The Ghosts of Pripyat, y se están por editar Anoraknophobia y Marbles, de Marillion, a lo largo de Sudamérica. Además, toco ocasionalmente con Bad Dreams [grupo argentino tributo a Genesis].

¿Cómo será el show? ¿Van a estrenar alguna de las nuevas canciones?

Decidimos no tocar nada del próximo material hasta entrado este año, y elegimos un set que mezcla temas clásicos. Va a ser muy especial. El público en Buenos Aires es fantástico y estoy seguro de que va a ser uno de los puntos altos de nuestra gira.





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