El portal presentó
432 Hz, que editará álbumes reemplazando el soporte CD por objetos físicos de
diseño exclusivo desde los que se podrá descargar la música en distintos
formatos digitales.
Taringa! Música lanzó formalmente su propio sello
discográfico 432 Hz,
aunque, claro, el término “discográfico” está sujeto a la misma y constante redefinición
bajo la que se encuentra toda esa industria hoy.
En realidad, 432 Hz dejará de lado el viejo y ¿querido? CD y
editará álbumes bajo la forma de diversos objetos físicos, denominados
“Hertzios”, a través de los cuales se podrá descargar (o escuchar vía streaming) la música, tanto en formatos
WAV como MP3.
Así, un “Hertzio” puede tomar la forma de cualquier elemento
que el artista imagine como soporte: desde un llavero o una remera, hasta un libro
o una artesanía. Ese elemento representa la obra, a la cual se puede acceder vía
internet mediante un link y un
código.
El primer lanzamiento del flamante sello es La naturaleza de las cosas, segundo
trabajo de Superchería,
un
álbum digital al que se accede comprando la estatuilla en miniatura de un búho,
logo y mascota del cuarteto.
El disco-objeto del grupo fue diseñado por el artista
Ignacio Brizzio. Hay solo mil unidades y viene en seis motivos coleccionables. Se
presenta en una caja, con el arte y las letras, e incluye una clave para bajar
las canciones y un código QR que, al ser escaneado desde un smartphone o una tableta, da acceso a videoclips,
fotos, detalles de grabación o cualquier tipo de contenido que la banda decida
ir actualizando.
Los “Hertzios” se comercializarán desde el sitio de 432 Hz, donde
cada artista tendrá su perfilonline. El sello propone que los fans puedan convertirse en socios de la banda y formar
parte de la distribución, ya que se ofrecerán paquetes de diez objetos
musicales para la reventa, por ejemplo, en lugares del interior del país o el
extranjero.
“Se nos ocurrió reemplazar el CD por otro elemento que
ofrezca las canciones online, pero
que le dé al fan un objeto de colección con un valor simbólico adicional”,
explica Tatu Estela, director del sello e ingeniero musical para artistas como
Bajofondo, Divididos y Jorge Drexler, entre otros. Para Estela, la iniciativa
apunta a que la industria comience a considerar el link de Internet como obra. “Hay
entidades que regulan la música en la Argentina que dicen que, si algo no está
en un CD, no es una obra. Ese concepto errado y ya no se pude sostener más”,
afirma.
Taringa! Música nació a principios de 2012 como parte de las diversas acciones del polémico portal
a cargo de Matías y Hernán Botbol para regularizar su situación y reconvertirse
en un sitio legal. El servicio, que hoy reúne a más de 2.000 bandas, continuará
funcionado como plataforma de streaming.
Mientras que 432 Hz se propone como un “sello discográfico colaborativo”, donde
los esfuerzos se repartan equitativamente entre artista y empresa. “Todo el
trabajo, desde la grabación hasta la edición, se compartió —explica Pira
Bastourre, vocalista de Superchería—. Es una apuesta, como lo es todo hoy en la
industria; de un lado y del otro. Nosotros no somos una banda conocida y ellos
son un sello nuevo. Unimos fuerzas, confiamos y laburamos de manera horizontal”.
Según Estela, el contrato con
este primer fichaje es “bastante informal. Lo hablé con seis abogados y lo avaló
la Unión de Músicos Independientes. Les pedí que lo revisen, que lo critiquen,
que lo hagan bosta, porque necesito saber si creen que estoy explotando a
alguien, ya que no quiero ser como la industria que me manejó a mí mucho
tiempo. Charlamos y encontramos algo win-win:
si yo me rompo el orto y la banda también, ambos ganamos”.
¿Pero este es un acuerdo puntual o hay un marco base para todos los
artistas que sumen?
Armamos un molde que tenemos que
escalar. Hay que tratar de que funcione, vender, recuperar la plata de la
grabación, de los objetos y, así, editar nuevas bandas. Cuanto más volumen
tengamos, menos margen de error habrá. Pero tengo que elegir muy bien, porque
si apuesto por un grupo que se separa a los tres meses, perdí toda la plata.
¿Y con respecto a los ingresos por la venta de los “Hertzios”?
Está todo divido y prorrateado por
tiempos. En la medida que se vaya recuperando la inversión, cambian los porcentajes
entre nosotros. Hay instancias. Yo hice la apuesta de poner tanta guita por
adelantado. Si la cosa funciona, se equipara la balanza para todos.
Esto puede fallar y acá hay sinceridad
pura: con Superchería trabajo desde hace años. No los puedo cagar. Por ejemplo,
hoy, toda la industria clásica dice que, si no acordás con una banda hacerles
los recitales, no entendés nada del negocio. Porque los shows son lo que mueven los discos, SADAIC y todo. Pero hicimos un
contrato de no tomarles los conciertos de acá a un año. Si la apuesta es grande
y funciona, en un año volvemos a hablar, porque yo estoy tomando mi riesgo
invirtiendo, y si en ese tiempo te ayudé a que estés tocando para 2.000
personas, entonces dejame meterme.
Hicimos un contrato de cinco
páginas nada más. Si ves los acuerdos de las majors o si querés subirte a iTunes, son textos de megas. ¡Es ridículo!
Yo quiero algo que entendamos todos.
¿La banda tiene libertad de difundir y comercializar sus temas en otras
plataformas, como iTunes o Spotify?
Sí, porque negárselo sería
volver al modelo anterior. Lo primero que les dije es abrirse y que la música esté
en la mayor cantidad de lugares, porque es imposible que eso me quite un rédito
y no terminemos creciendo juntos.
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