Cuatro de los estrenos
más exitosos y aclamados de este año tienen a un latinoamericano detrás de las
cámaras. Conocelos.
Titanes del Pacífico, de Guillermo del Toro
Ya sea para asustar (El
espinazo del diablo), dar vida a cómics (Blade II, Hellboy) u
oscurecer cuentos de hadas (El laberinto
del Fauno), este mexicano de fantasía y talento sobrenatural quizás sea el
último gran niño de la industria.
En Titanes del Pacífico,
pone a pelear a gigantescos robots contra bestias que provienen del océano en
una superproducción 3D con la hipérbole de acción mecánica de Transformers y el futurismo de Blade Runner. Ya recaudó más de 400
millones de dólares y es el mejor homenaje de Hollywood a dos especialidades
del arte visual japonés: el animé mecha
(Mazinger Z, Robotech y, en especial, Evangelion)
y el cine de kaiju (esas películas en
las que Tokio siempre está al borde de la aniquilación por alguna criatura
enorme y exótica, caso Godzilla).
Imposible no dejarse llevar por el imaginario de este nerd sin edad que tiene varios proyectos
por delante: las series The Strain y The Incredible Hulk, la dirección del
film de terror Crimson Peak, la
adaptación stop motion de Pinocho y la producción de la película
de animación The Book of Life.
Mamá, de Andrés Muschietti
Radicado en España desde hace una década, el director
argentino filmó Mamá en 2008 como un corto que heló la
sangre de Guillermo del Toro, quien decidió producir su paso al largometraje.
Mamá es la historia
de dos hermanitas que, luego de estar cinco años desaparecidas tras una
tragedia con sus padres, son encontradas en estado de abandono y dadas en
custodia a sus tíos. Las pequeñas, perturbadas, intentan “reinsertarse” a una vida
normal, pero hablan e interactúan con alguien que solo ellas ven y a quien
llaman “mamá”.
Es un trabajo con todos los ingredientes que hoy podríamos
considerar clichés del terror: nenitas escalofriantes, cabañas en el bosque, presencias
en el ropero, una casa acechada, insectos misteriosos, extrañas manchas de
humedad en la pared, leyendas de asesinatos y una heroína. Pero Muschietti construye
una película con gran manejo de los tiempos, tensión e intriga que recuerda,
por composición, tonos y psicología, al terror oriental de The Ring, Dark Water o Shutter.
Mamá fue una de
las sensaciones de taquilla de este año: recaudó más de 150 millones de dólares
(diez veces su presupuesto). Muschietti, ahora, se haría cargo de una nueva
versión de The Mummy.
Posesión infernal, de Federico Álvarez
En noviembre de 2009, este uruguayo subió a Internet un
corto titulado Ataque de pánico, que mostraba
la invasión y destrucción de Montevideo por unos robots gigantes. El video fue
un suceso viral (lleva más 7,3 millones de views en YouTube) y, una semana más
tarde, Álvarez estaba en Los Ángeles reuniéndose con estudios que se peleaban
por su talento. Llegó a un acuerdo millonario con Ghost House Pictures, propiedad del célebre Sam Raimi, que lo dejó
a cargo de esta remake de Evil Dead,
clásico del gore.
El resultado es un film
actualizado, brutal, con el espíritu indie y jovial del original, pero
superador en factura y cantidad de litros de sangre por fotograma. Recaudó más
97 millones de dólares y Álvarez ya está trabajando en su secuela y en una
adaptación a la pantalla del videojuego Dante’s
Inferno. Las esperamos con ansiedad, pero todos queremos pronto su biopic
sobre este sueño del pibe cumplido.
Gravedad, de Alfonso Cuarón
El film más aclamado por la crítica en 2013 viene de la mano
de este talento mexicano, que sorprendió en 2001 con el controvertido triángulo
amoroso de Y tu mamá también y, en
2006, nos mostró el no futuro de una humanidad estéril en Niños del hombre.
Gravedad trata de dos
astronautas que quedan varados en órbita, tras un accidente que arrasa con su
transbordador, y deben atravesar diferentes peripecias para intentar volver a
la Tierra.
Es una película con la espectacularidad y la tragedia del cine
catástrofe y el nervio y la desesperación de una historia de supervivencia, sin
dejar de lado el mensaje de resiliencia y superación personal. Gravedad habla de no aferrarse al dolor,
de dejar ir aquello que te aleja del mundo (de la vida) y que te aísla en la
oscuridad.
Cuarón y su equipo idearon nuevas técnicas de filmación en
3D para replicar como nunca antes se ha visto la sensación de flotación,
vértigo y vacío que hay en el espacio. La cámara gira constantemente alrededor
de los protagonistas, te desorienta, se cuela adentro de sus cascos y te hace
sentir lo que ellos están viviendo. Gravedad
atrae y mete al espectador dentro de una verdadera experiencia cinematográfica.
El próximo proyecto del director es Believe,
una nueva
serie de ciencia ficción desarrollada junto a J.J. Abrams (Lost, Star Trek).
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