El retorno de David
Bowie nos motivó a recordar momentos de artistas que estuvieron en la mala,
desaparecidos u olvidados y volvieron con todo.
1968 - Elvis Presley
Durante la mayor parte de los años 60, el muchacho de Tupelo no
parecía el “Rey del Rock”. Su carrera, tras retornar del ejército, se había
concentrado en Hollywood, como protagonista de cursis comedias musicales.
Durante esa década filmó 27 películas, muy exitosas en recaudación, pero
pobrísimas en calidad. Elvis ganaba un millón de dólares por film, pero al
precio de ir sacrificando su reputación artística.
Alejado
de los escenarios desde 1961, la escena musical comenzaba a estar dominada por
The Beatles y The Rolling Stones, y Elvis se estaba transformando en un
recuerdo. Sería un especial para la televisión de la cadena NBC , de diciembre
de 1968, lo que reavivó su mito. Conocido más tarde como el ‘68 Comeback Special, el programa
incluyó un segmento de música en vivo donde se pudo ver a un Elvis en estado
puro: desinhibido, carismático, enfundado en cuero negro, tocando ante una
pequeña audiencia esa mezcla de country, soul, blues, gospel y rockabilly que
lo transformó en un ícono en los 50. El Rey había vuelto.
El
show fue un suceso, reconectó al artista con sus raíces musicales y labró el
camino para que grabase, un año más tarde, quizás el mejor disco de su carrera:
From Elvis in Memphis.
1986 – Aerosmith
La
banda de Boston se perdió durante años en un torbellino de peleas, drogas,
rehabilitaciones y discos apenas discretos. Parecía difícil volver a la época
dorada de Toys in the Attic (1975) y Rocks (1976). Pero, en 1986, el hip hop los
salvó cuando Run-D.M.C. hizo un cover
del hit “Walk This Way” (1975)
fusionando rap y rock. La versión (a caballo de un recordado videoclip del que
fueron parte los reconciliados Steven Tyler y Joe Perry) insertó al grupo en la generación MTV.
Un año más tarde, los muchachos capitalizaron el éxito con Permanent Vacation, su álbum más vendido
en una década y puntapié de un rejuvenecimiento artístico que continúa hasta
hoy.
1994 - Johnny Cash
El
hombre de negro pasó de forajido del country a estrella entre mediados de los
años 50 y fines de los 70. Pero en la década de 1980 se encontraba frágil de
salud, con nuevos problemas de adicción y Columbia, su sello por 30 años, lo había
echado. Tras unos trabajos de poca repercusión para Mercury, el productor Rick
Rubin (Beastie Boys, Red Hot Chili Peppers, ZZ Top) se lo llevó a su
discográfica y lo puso a grabar una mezcla de covers, nuevas composiciones y reinterpretaciones de sus viejas
canciones en la intimidad de su casa, sin arreglos, acompañado solo por su
guitarra. El resultado fue American
Recordings, un disco emotivo, poderoso, que fue un éxito entre la crítica y
el público, y que dio inicio a una saga de álbumes (algunos editados póstumamente)
que presentaron el talento de Cash a toda una nueva generación.
2004
– Brian Wilson
El cerebro de The Beach Boys perdió la cabeza al intentar volcar todas sus
ambiciones sonoras en Smile, disco
que sería sucesor del clásico Pet Sounds
(1966). Pero la obra quedó en el limbo durante años mientras Wilson intentaba
continuar en la música entre el deterioro mental, el abuso de sustancias y una
enfermiza relación con Eugene Landy, el polémico psicoterapeuta personal que
llegó a controlar cada aspecto de su vida. Casi 38 años después, recuperado y
estable, Wilson finalizó su obra maestra inconclusa y se ganó la ovación
mundial. Regresó a los escenarios, reavivó su carrera solista y se juntó nuevamente
con los Beach Boys en That's Why
God Made the Radio (2012), el primer disco de la banda con canciones
originales en 20 años.
2013 – David Bowie
Poco
se supo del ex duque blanco tras Reality,
su álbum de 2003, más allá de unas pequeñas colaboraciones con artistas como
Kashmir y TV On The Radio, entre otros. Muchos decían que se había retirado, algunos
especulaban con una grave enfermedad (en 2004 sufrió un ataque cardíaco). Incluso
The Flaming Lips tuvo el humor negro de preguntarse si no se estaba muriendo. Pero el 8 de enero, el día de su
cumpleaños 66, Bowie fue sorpresa, noticia y sensación mundial al anunciar de The Next Day, su primer disco en una década.
La
leyenda trabajó junto a su eterno productor Tony Visconti y
varios músicos durante los últimos tres años en el más completo secreto, y el
resultado es un álbum con destino de clásico, que resuena en la memoria de toda
su discografía, pero que dialoga en particular con Lodger (1979) y Scary
Monsters (1980). El último gran regreso en la historia del rock.
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