Sony trae una sitcom en donde la tarea de agradarles a los padres de tu novia puede ser un chiste muy pesado.
En el mundillo ejecutivo de Hollywood, productoras y canales de TV es común utilizar algo llamado high concept. Básicamente, se trata de emplear una idea o frase que defina, en pocas palabras, la película o programa a ofrecer a gerentes de programación y "popes" de los medios. Algo así como el slogan con el vendés tu producto. Por ejemplo, el film Días de Trueno podría resumirse como "Es Top Gun, pero sobre ruedas".
Esto también parece ser una costumbre local. Alguna vez un directivo de Telefé me dijo que Claudio Villarruel "compró" Los Simuladores cuando simplemente le dijeron el high concept: "Imaginate Nueve Reinas, todas las semanas". En fin...
No conozco a los creadores de Worst Week, la nueva sitcom que Sony Entertainment pondrá en pantalla desde el 4 de febrero, a las 22, pero podría apostar que el argumento para vendérsela a CBS el año pasado fue: "Es como Meet the Parents, pero en serie". Y, la verdad, esa es una idea que cualquiera compraría, porque hay pocas situaciones tan buenas para desarrollar una comedia como la que ofrece la ardua tarea, para un hombre, de conocer y agradarles a los padres de la novia.
Seguro vos, que me estás leyendo, tendrás tu historia al respecto, probablemente entre risueña, trágica y vergonzosa. La mía estuvo marcada por un proceso que, en cuestión de semanas, pasó del usual nerviosismo e incomodidad en la interacción con mi nueva familia política a lisa y llanamente las trompadas versus un padre ultraceloso (y no saben lo cómico que es ser atacado por un calabrés enfurecido contra el "poligrillo" que le tocó a la nena).
Está claro que Worst Week no tiene por qué parecerse a la vida (y menos a la mía, por Dios), pero una de sus principales fallas es, justamente, su falta de "realismo".
El programa, que es la versión estadounidense de la serie inglesa Worst Week Of My Life, narra las desventuras de Sam Briggs (Kyle Bornheimer, de Jericho y The Unit) por complacer a su prometida, Melanie, (Erin Hayes, de Kitchen Confidential) y simpatizar con sus futuros suegros, más porque deben comunicarles la noticia de un sorpresivo embarazo e inminente casamiento. Sin dudas, el escenario ideal para una comedia de enredos y sucesos desafortunados.
Pero en un show de este tipo, los gags deberían estar al servicio de una historia y ser el resultado de ella, no transformarse en el guión en sí mismo. Worst Week parece basarse simplemente en una concatenación de situaciones que, muchas veces, no tienen justificación ni credibilidad, parecen "forzadas" para figurar porque, aparentemente, resultarían graciosas para el espectador, y solo pueden atribuirse a la mala suerte e imbecilidad de Sam en sus desesperados intentos por congeniar, en particular, con el padre de la novia (encarnado por Kurtwood Smith, otra vez en un rol de papá intimidante y conservador, tal como lo hiciera en That 70´s Show).
El resultado son pavos orinados, floreros vomitados, mascotas muertas y canarios que parecen erecciones. Todo un surrealismo delirante y divertido, sí; aunque sin metáfora y, por momentos, hasta predecible y chabacano. Quizás sea porque en el concepto de Worst Week lo high pase más por lo "volado" que por la altura.
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1 comentario:
La he visto y solo puedo decir que esta serie pecha en lo ridiculo.. No es buena para nada..
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