Se estrena una nueva
aventura del supercombo de Marvel y te contamos qué podés esperar; tranqui: no
hay spoilers
El cómic es solo una
inspiración. El film apenas toma al villano y otros elementos básicos de la
saga gráfica de diez tomos que le da título, y se aleja del libro para crear
una historia que prepara el conflicto y el “humor social” para lo que se
desencadenará en Captain America: Civil
War, cuyo estreno está pautado para abril de 2016. Así que, por si todavía
hay algún despistado o esperanzando, aclaramos que no van a ver a muchos de los
protagonistas de la novela gráfica original.
Nace el amor. Lo
que en la primera película era solo una insinuación, un feeling, en esta se confirma y concreta. Surge el romance más letal
entre los Avengers, pero no será todo color rosa.
Thor suda la gota
gorda. Seguramente, si estás leyendo esto ya viste el clip con la escena en
que unos relajados Vengadores after-party
juegan a ver quién puedelevantar el martillo del Dios del Trueno. El Capitán América consigue moverlo un milímetro, y al rey
de Asgard se le borra la sonrisa. Pero en el film habrá alguien digno de
empuñar a Mjolnir.
A Hulk se le suelta
la cadena. ¿Matthysse vs. Provodnikov? Naahh. La mejor pelea que vas a ver
este año es el descomunal combate entre una bestia verde enloquecida por la
manipulación mental y un Iron-Man anabolizado por su nueva armadura
“hulkbuster”. Piña va, piña viene, los espectadores se entretienen.
Hawkeye es un capo.
Relegado a un papel secundario en el primer film, el vengador encarnado por
Jeremy Renner se luce en esta oportunidad como el tipo más equilibrado del
equipo. Conoceremos mucho más de su personalidad y su intimidad. Animate, Marvel,
que tenés un personaje tapado para un potencial film más serio y dramático que
tus coloridos superhéroes. ¿Qué esperás?
Ultrón es “Red”
Reddington. La malévola inteligencia artificial que amenazará al mundo en
esta aventura tiene la voz de James Spader, estrella de la exitosa serie The Blacklist. El actor parece nacido
para encarnar villanos tan perversos como encantadores, ya sea en la forma de
un criminal al servicio del FBI o de un robot psicópata. Pero, lamentablemente,
el tono cínico de sus personajes se confunde y, por momentos, queda la
sensación de estar ante la versión Terminator de Raymond Reddington.
Esperábamos más.
Los nuevos tienen
aguante. Los Vengadores estarán más expuestos y vulnerables que nunca ante
los poderes de los mellizos Aaron “Quicksilver”
Taylor-Johnson y Elizabeth “Scarlet Witch” Olsen. El muchacho hace quedar a
Flash como el Correcaminos, y la niña va a jugar con las cabezas de nuestros
héroes como títeres. Pero la gran incógnita es Vision (muy bien en la piel de
Paul Bettany), flamante aliado de inigualable fuerza y noble ¿espíritu? que
merecía un papel mayor. ¿Lo tendrá en Avengers:
Infinity War? Tendremos que esperar hasta 2018.
Te vas a reír (y
mucho). Conociendo la experiencia del director Joss Whedon como autor de
cómics (escribió, por ejemplo, Astonishing
X-Men) y de TV (¿acaso debemos mencionar Buffy, la cazavampiros?), no debe sorprendernos su habilidad para
transportar el humor de esos lenguajes a la pantalla grande. Ya lo habíamos comprobado
y disfrutado en la primera película, pero en esta afina el lápiz con una
agudeza y efectividad soberbia para insertar gags y remates que hasta le
sacarían una carcajada a J.A.R.V.I.S. ¿Para cuándo Avengers: the sit-com?
No te van a alcanzar
los ojos. El despliegue visual es desorbitante y hace quedar a la primera entrega
como un film de bajo presupuesto. “La primera regla de hacer una secuela es
tomar los mejores momentos y hacer otra cosa, ir a otro lugar”, dijo Whedon y
llevó su film a las nubes, porque si creías haber visto destrucción en la
anterior, ahora nos va a tirar literalmente una ciudad en la cabeza. Entusiasma
y entretiene, pero la sobrecarga de personajes y el abuso de la pirotecnia digital
resultan abrumadores y confusos. Uno se queda con el deseo de que la saga
profundice en lugar de solo expandirse, pero bueno: de eso se trata una
“franquicia”, ¿no?
No hay escena
poscréditos. Era una sana costumbre de Marvel regalarnos un extra tras el
final de los títulos (el chiste de Spider-Man,
que apareció online hace unos días,
es un muy logrado fake), pero esta
vez solo habrá plus en los mid-credits.
Consejo: Por el amor de Stan Lee, si todavía no lo hiciste, corré a ver Guardianes de la Galaxia.
Leer en Rolling Stone >>
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Por Maximiliano Poter
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