viernes, 19 de marzo de 2010

Headbangers

Anvil!, Good Hair y Capitalism: tres documentales para mover la cabeza.


1. Anvil! The Story of Anvil
A principios de los 80, el grupo de metal canadiense Anvil estuvo por conquistar el mundo cuando se codeaba en el escenario del Super Rock Festival de Japón con futuras estrellas como Bon Jovi, Scorpions y Whitesnake. Incluso sus primeros discos son citados por Lars Ulrich, Slash o Lemmy como una importante influencia en sus carreras. La fama nunca les llegó, pero sus dos miembros fundadores, hoy con 50 años, perseveraron por décadas tratando de concretar ese sueño durante las vacaciones de sus trabajos miserables, girando en tren por Europa del Este, tocando en lugares patéticos ante cuatro gatos locos, sin que les paguen y pidiendo dinero prestado a la familia para grabar su decimotercer álbum (quizás, por fin, el que los devuelva a la gloria).
Sacha Gervasi, guionista de The Terminal y ex roadie de la banda cuando era pibe, hace su debut como director y logra, quizás, el mejor documental sobre el mundo del heavy hasta el momento. Hilarante, trágica, vergonzosa, bizarra y conmovedora, la historia de Anvil es la versión real y dramática de This is Spinal Tap y le va a sacar lagrimones hasta al metalero más duro.




2. Good Hair
Chris Rock se mete con la obsesión que tiene la población negra de Estados Unidos por alisar su cabello y descubre una millonaria industria que mueve 9.000 millones de dólares, basada en la comercialización de peligrosos productos capilares (que incluyen hidróxido de sodio, capaz de desintegrar latas de Coca-Cola en pocas horas) y la importación de pelo humano desde la India. Con mucho enjuague humorístico, Rock revela una cultura que esconde, por qué no, una nueva forma de esclavitud.



3. Capitalism: A Love Story
Michael Moore hace un crudo análisis del modelo económico de Estados Unidos a la luz de la reciente crisis financiera, mostrando la desintegración de la industria nacional en las últimas décadas; la precarización laboral, incluso en los empleos más calificados (pilotos de jets comerciales que ganan 1.500 dólares por mes, por ejemplo) y el pacto entre republicanos y demócratas para salvar a los mismos conglomerados empresariales que hundieron al país (cualquier semejanza con la Argentina es pura casualidad).
Quizás este no sea el mejor trabajo del director de Bowling for Columbine y Fahrenheit 9/11, pero tiene el valor de muchas imágenes testimoniales (como ver cómo los bancos echan a la gente de sus hogares cuando no pueden afrontar la hipoteca) y una opinión incendiaria: ¿A cuántos yanquis escuchaste decir que el “capitalismo es maléfico y hay que eliminarlo”?

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