sábado, 8 de junio de 2013

Diez cosas que quizás no sabías sobre Superman

Antes del estreno de El hombre de acero, revelamos historias, secretos y curiosidades sobre el superhéroe.



1. Tiene dos “padres”
No, no nos referimos a su padre biológico Jor-El y al adoptivo Jonathan Kent. Hablamos que los creadores del personaje: el guionista Jerry Siegel y el dibujante Joe Shuster, cuyos nombres deberían ser tan populares como lo son hoy los de Stan Lee (Spider-Man, Iron Man, entre muchos más) y Bob Kane (Batman). Después de todo, fueron ellos quienes dieron vida al primer gran superhéroe de la historia.

2. En sus comienzos, fue un pelado botón
En realidad, la primera aparición del personaje fue bajo la forma de un villano calvo con poderes telepáticos que buscaba dominar el mundo, en un cuento de 1933 titulado “The Reign of the Superman” en el fanzine Science Fiction. Meses más tarde, Siegel y Shuster remodelaron el personaje como un héroe y crearon su alter ego, Clark Kent, tomando los nombres de las estrellas de cine Clark Gable y Kent Taylor. Pero la nueva versión debutaría recién en 1938, en el hoy codiciado y millonario N°1 de Action Comics.

3. La “S” no es por Superman
Algo que el próximo estreno de El hombre de acero se va a encargar de erradicar es la creencia general de que la “S” en el pecho del personaje refiere a Superman. En realidad, se trata de un glifo, un símbolo que representa a su familia del planeta Krypton y que significa “esperanza”.  Es más: vos también podés descubrir tu casa ancestral, escudo y nombre kryptoniano acá.

4. No siempre pudo volar
En las primeras tiras, Superman tenía poderes limitados a una fuerza muscular que le permitía levantar autos, detener trenes y pegar saltos tan altos como edificios. Sería recién a partir de 1940 que sus creadores le añaden la capacidad de surcar los cielos como un pájaro (¿o es un avión?).

5. Kriptonita para todos
El mineral radioactivo que es la principal debilidad del superhéroe es, en realidad, una creación surgida en el programa de radio The Adventures of Superman, de 1943. Recién apareció en el cómic en 1949. Se trata de restos del extinto planeta hogar de Superman. La más conocida es la verde, pero hay más de una docena de variedades, entre ellas roja, azul, dorada, negra y blanca, cada una con diversos efectos.

6. Loise no fue la única
La hermosa reportera Loise Lane podrá haber sido su novia, esposa y gran amor, pero hubo lugar para otras en el corazón de Superman. Durante su infancia en Smallville, la vecinita Lana Lang despertó sus primeros sentimientos. Por sus brazos también pasaron, entre otras, Saturn Girl (la heroína telépata del futuro); Lori Lemaris (una chica inválida que, en realidad, es una sirena de la Atlántida); y Lyla Lerrol (la actriz más famosa de Krypton, a quien Superman conoce cuando se pega un viaje en el tiempo a su planeta antes de la destrucción). Últimamente, se lo vio enredado con la Mujer Maravilla. 


7. Batman lo fajó
En el cómic, la relación entre el superhéroe y el vigilante de ciudad Gótica ha variado, según cada autor, del amor al odio, pasando de súper amigos a “camaradas” que cooperan, se respetan y se necesitan, pero con claras diferencias y antagonismos. El genio de Frank Miller fue el que, en su saga The Dark Knight Returns, de 1986, definió esta última “dinámica”. Allí se puede ver a un Superman agente del gobierno intentando pararle el carro a un avejentado y blindando Batman, que anda haciendo justicia con la cadena suelta. Los dos se enfrentan a trompadas limpias hasta que el hombre de acero cae (con una ayudita de la kriptonita y un Flecha Verde ¡manco!). Wayne lo toma del cuello y le dice una de las frases más célebres del cómic: “Podríamos haber cambiado el mundo. Miranos ahora… Yo me convertí en un riesgo político y vos… Vos sos un chiste. Quiero que te acuerdes de mi mano en tu garganta. Quiero que te acuerdes del único hombre que te venció”. Claro que, después, a Wayne le… No; mejor, vayan y lean el cómic: es el comienzo de una larga y conflictiva amistad.



8. Volvió de la muerte
Nunca está de más recordar que nuestro héroe, aparentemente invencible, murió en 1993 en manos de la sanguinaria bestia Doomsday durante una terrible batalla en las calles de Metrópolis. Tiempo más tarde, tras un funeral y un mausoleo provisto por ¡Lex Luthor!, aparecieron cuatro personajes diciendo ser los nuevos Superman: un cyborg; un alien llamado “The Last of Krypton” (que resulta ser el villano The Eradicator); The Metropolis Kid (o “Superboy”, un clon “teen” del héroe) y Steel, personaje que llegó a tener su propia película protagonizada por ShaquilleO'Neal (ay, ay, ay). Pero el verdadero héroe revive, regresa a los pocos meses y pone orden a todo este despelote.

9. Fue eléctrico
Como ya se sabe (¿no?), Superman tiene poderes gracias a nuestro sol amarillo, diferente al astro rojo alrededor del cual orbitaba Krypton. Pero, en 1997, hay una serie de cómics en las que el héroe pierde sus poderes solares y desarrolla nuevas habilidades eléctricas, para lo cual requiere de un nuevo traje, azul y blanco,que funciona como contenedor de energía. Y bue, sepan entender: los 90 en el cómic fueron algo así como los 80 en la música.

10. Hollywood casi lo vuelve a matar
En 1996, Warner Bros. decidió reflotar la franquicia Superman y convocó a Kevin Smith (Cajeros, La otra cara del amor) para reescribir una historia inspirada en el cómic sobre la muerte del superhéroe. Pero el pobre director y guionista tuvo que lidiar con los demenciales caprichos de Jon Peters, ex peluquero de Barbra Streisand devenido en productor del film, que exigía que Superman tuviera otro traje, que no volara, que en el tercer acto luchara contra una araña gigante y que el villano Brainiac matara osos polares en la Fortaleza de la Soledad y tuviera un robot gay como compañero.
El proyecto más tarde involucró a Tim Burton y Nicolas Cage (que hasta llegó aprobarse el traje). Pero, gracias a los dioses de Krypton, todo se abortó. En el camino, se patinaron 30 millones de dólares.
Años más tarde, Smith reveló a las cámaras sus periplos con este delirio. Denle play y comprueben que la industria del cine es material del mejor stand up.



Por Maximiliano Poter

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