miércoles, 29 de enero de 2014

Frankenstein: historia, secretos y curiosidades

Cinco cosas que quizás no sabías sobre la creación de Mary Shelley y su relación con el cine, ante el estreno del film Yo, Frankenstein.



1. It’s Alive!
La historia de Frankenstein surge de un desafío entre los autores Mary Shelley (Godwin, por entonces), su futuro esposo Percy Bysshe Shelley, John Polidori y Lord Byron para escribir el cuento más terrorífico, mientras pasaban un aburrido, frío y lluvioso verano de 1816 en la mansión de Villa Diodati, Suiza. Inspirada por conversaciones con sus colegas sobre la teoría del Galvanismo y por un sueño que tuvo sobre un cadáver reanimado, Shelley comenzó a escribir lo que, dos años más tarde, se convertiría (para muchos) en la primera novela de ciencia ficción.
Curiosidad: Aquella competencia veraniega para matar el tiempo dio a luz otra obra precursora de género: El vampiro, publicada por Polidori en 1819, que abrió la puerta de la literatura a los chupasangres y sirvió de gran inspiración para Drácula, de Bram Stoker.

2. Nada que ver
En la novela, el monstruo de Frankenstein se describe como una criatura de casi dos metros y medio, de piel amarillenta y traslúcida, ojos acuosos, pelo y labios negros y grandes dientes blancos. Sabe leer, aprende a hablar en varios idiomas y hasta es capaz de reflexionar filosóficamente sobre su condición ¿humana?
La imagen que se ha popularizado de una bestia torpe, gutural y violenta, de tez verde y de cráneo plano con dos electrodos en el cuello pertenece a la caracterización de Boris Karloff para el célebre film de 1931.
Curiosidad: En realidad, esa famosa cinta es una adaptación de la obra de teatro de Peggy Webling de 1927.

3. Debut electrizante
El film de los años 30 será la versión más famosa, pero la primera aparición de Frankenstein en el cine fue en 1910, en una cinta muda producida por Edison Studios (sí, la compañía cinematográfica del famoso inventor Thomas Alva Edison).
Curiosidad: Esta primera película se creyó perdida durante décadas hasta que fue revelada al público recién en 1970. Acá, la podemos ver completa:


4. Frankenstein es ¡¿Drácula?!
Boris Karloff fue el hombre que inmortalizó la figura del monstruo de Frankenstein en el cine, pero la primera opción para encarnar al personaje en aquella icónica obra de 1931 fue ¡Bela Lugosi!, quien venía de clavarla en la yugular como el Drácula más famoso del séptimo arte.
Parece que el actor húngaro no quiso saber nada con el maquillaje del bicho (dicen que, también, tuvo actitudes de “divo”) y salió del film cuando la producción cayó en manos del director James Whale.
Sin embargo, años más tarde, Lugosi hizo de Ygor en El hijo de Frankenstein (en la que compartió cartel con Karloff) y El fantasma de Frankenstein hasta que, en 1943, accedió a interpretar a la bestia en la extravagante Frankenstein contra el hombre lobo.
Curiosidad: La creación de Mary Shelley también reunió a dos eminencias del terror del otro lado del Atlántico. En 1957, los británicos Peter Cushing y Christopher Lee fueron, respectivamente, el barón científico y su horrible creación en La maldición de Frankenstein.

5. Bizarro
Los personajes de la novela han sufrido muchas y muy raras adaptaciones al cine. Algunos ejemplos son El joven Frankenstein (genial comedia de Mel Brooks); Frankenstein perdido en eltiempo (dirigida por el legendario Roger Corman, en la que un científico del año 2031 viaja a 1817 y conoce a Víctor Frankenstein y Mary Shelley) y Frankenstein’sArmy (una locura en estilo found footage sobre unos soldados rusos de la Segunda Guerra Mundial que terminan combatiendo horribles criaturas creadas por el chiflado doctor).
Curiosidad: Sin dudas, el premio a la bizarreada se lo lleva Frankenstein Conquers the World (1965), film japonés donde un Frankenstein gigante pelea contra Baragon, un dinosaurio enorme onda Godzilla. Denle play y descubran esta monstruosidad.






Yo, Frankenstein – Trailer





lunes, 13 de enero de 2014

¿Inflación, impuestos, tarifazo? Diez canciones sobre el dinero

Acá tenés una decena de motivos para dejar las preocupaciones monetarias de lado y hacer que el dinero, por una vez, sea música para tus oídos.



10. “Mo Money Mo Problems” – The Notorious B.I.G.
Eso de “más guita, más problemas” fue casi un epitafio para Christopher George Latore Wallace. Con un pasado pobre y delictivo, se dedicó a la música y se transformó en ícono del rap de Nueva York. Con solo 22 años, su disco debut (Ready to Die, 1994) le dio fama y fortuna, pero también lo puso al frente de una guerra contra la escena hip hop de la costa oeste, liderada por Tupac Shakur. Ambos fueron asesinados en dos episodios aún irresueltos. “Mo Money Mo problems” fue el segundo single número uno de su álbum póstumo, Life After Dead (1997), hoy un clásico definitivo del género.


9. “What Do You Do For Money Honey” – AC/DC

¿Quién creó el universo? ¿Hay vida después de la muerte? ¿Y qué hacés por plata, querida? Gracias Brian, Angus y Malcom por sumar interrogantes a las grandes dudas existenciales de la humanidad.



8. “Opportunities (Let’s Make Lots of Money)” - Pet Shop Boys

Yo tengo la cabeza, vos tenés la facha: Vamos a hacer mucha plata”. Incluida en el disco Please (1986), Chris Lowe y Neil Tennant se ríen de la fórmula del éxito y crean un estilo aparte: el $ynth-pop.  



7. “Money’s Too Tight (to Mention)” - Simply Red

Despidos, deudas y bancos que se ríen en tu cara. ¿Te suena? Parece escrita en plena crisis argentina de 2001, pero fue la crítica contra las Reagannomics del dúo norteamericano The Valentine Brothers, en 1982. Tres años después, los ingleses liderados por el colorado Mick Hucknall la convirtieron en su single debut y un verdadero clásico.



6. “She Works Hard for the Money” - Donna Summer

A comienzos de los 80 las cosas no andaban bien para la “Reina del Disco”. El género que la coronó agonizaba y su redescubrimiento de la fe cristiana la llevó a replantear su carrera y romper con Casablanca, el sello que la había comercializado como el “sex symbol” de una era. La situación no mejoró al firmar con Geffen, que despidió a sus colaboradores (Giorgio Moroder entre ellos) y hasta le “congeló” un disco doble durante ¡15 años! (I’m a Rainbow) por no estar de acuerdo con el rumbo musical de la diva. La fortuna (nunca mejor dicho) le llegaría en 1983 cuando, inspirada en una chica que vio limpiando los baños de un bar, compuso su mayor éxito en esa década.


5. “Big Time” - Peter Gabriel

Con el álbum So (1986), el ex Genesis pasó de excéntrico art-rocker a estrella pop. No será estrictamente autorreferencial, pero suena a vaticinio. ¿Quién otro es este hombre camino al éxito que ve cómo su auto, su casa y su cuenta bancaria se hacen más y más grandes?

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4. “Taxman” – The Beatles

Para Revolver (1966), los fabulosos cuatro comenzaba a ver cómo la mayor parte de sus primeros millones quedaban en manos del abusivo sistema impositivo de Gran Bretaña, que retenía hasta el 95 por ciento de las ganancias de personas de altos ingresos (lo cual motivó el exilio de muchos artistas hacia Estados Unidos, en especial).
La bronca de George Harrison fue tal que lo inspiró para crear una de sus primeras composiciones para la banda, en la que se despacha contra Harold Wilson, por entonces líder del partido Laborista y principal impulsor del impuestazo.



3. “Money for Nothing” - Dire Straits

Un pobre empleado en una tienda de electrodomésticos se rompe el lomo moviendo heladeras y microondas mientras los televisores muestran a los nuevos ricos de MTV. “Eso no es trabajo… Dinero por nada y chicas gratis”, ríe Mark Knopfler y se mete en la cabeza de toda una nueva generación con uno de los videoclips más famosos de la historia catódica.


2. “Money (That's What I Want)” - Barrett Strong

Todo bien con el amor, pero “el amor no paga las cuentas: dame plata”. La honestidad brutal de la pluma de Berry Gordy le dio el primer hit para su futuro y famoso sello Motown Records y catapultó al vocalista Barrett Strong, quien después brilló como compositor para Marvin Gaye y The Temptations (“Papa Was a Rollin' Stone”, por ejemplo, es de él). “Money” tuvo decenas de covers a cargo de The Beatles, Roy Orbison, Led Zeppelin, The Smashing Pumpkins y otros. Una de las versiones más raras y exitosas es la del dúo británico The Flying Lizards, que puede escucharse las películas La mejor de mis bodas, Los ángeles de Charlie y El señor de la guerra.



1. “Money” - Pink Floyd

Todos conocemos el color (y hasta el olor) del dinero, pero pasar saber cómo suena hay que viajar al lado oscuro de la Luna. Roger Waters es puro cinismo sobre la capacidad corruptora del vil metal al ritmo de una icónica línea de bajo y del primer ¿loop financiero? de la historia del rock: un patrón a base de sonidos de cajas registradoras y monedas que el músico copió y pegó a mano en una cinta que alcanzó (dicen) más de seis metros. Como no podía ser de otra manera, el single convirtió a The Dark Side of the Moon en un récord de ventas y transformó a los Pink Floyd en millonarios. ¿No dice el dicho que “la plata llama a la plata”?




Por Maximiliano Poter

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