lunes, 29 de agosto de 2011

Never Shout Never: creciendo con amor

Christofer Drew, el principito emo-folk, aterriza en Buenos Aires y trae histeria teen, fasito, peace and love.

Tomemos un cantante baby-face capaz de desatar tormentas de estrógeno entre las teenagers, digamos un ¿Justin Bieber? OK, ahora agreguemos un porro, el 40 por ciento de los tatuajes de Travis Barker, el peinado de un emo mal dormido, muchas canciones folk sobre paz y amor y, así, podemos llegar a elaborar una idea aproximada de Christofer Drew, voz, cuerpo y alma de Never Shout Never, que el próximo miércoles 31 llegará a Buenos Aires para dar un concierto en El Teatro Colegiales.
Pero detrás de este imaginario collage de estéticas y estilos que intenta esbozar un perfil, también está el retrato de uno de esos tantos artistas que, siendo muy jóvenes, crecen y maduran sobre el escenario, quemando etapas a la vista de todos y a la hipersónica velocidad del musicbusiness 2.0 actual. Un Google Images vale más que mil palabras.
Desde su Missouri natal, Drew comenzó a ganar popularidad siendo apenas un quinceañero mediante MySpace, donde su nerdy look y las tiernas canciones de (des)amor adolescente en criolla y ukelele cosechaban hasta 15.000 plays por día y dejaban corazones con agujeritos. Al poco tiempo, ya tenía tres EP editados, hasta que el sello Warner descubrió la gran sensibilidad melódica y el arrastre entre las teenyboppers de este principito emo-folk y lo fichó para su catálogo. Bajo la multinacional, el año pasado lanzó no uno, sino dos LP con productores de lujo: What Is Love?, con Butch Walker (hacedor de discos para Avril Lavigne, Weezer y Panic! At The Disco, entre otros) y Harmony, junto a Butch Vig (el hombre detrás del Nevermind de Nirvana y de la batería de Garbage). Sus radiables temas de dos minutos con ingenuas letras sobre amor ("Te quiero uno, y dos, y tres, shoo-bee-doo") y paz ("Iniciamos una guerra, ¿para qué? / Peleamos por la paz") le valieron varios "top" en Billboard, rotación en MTV, más de 2,5 millones de "amigos" en Facebook y 157 millones de reproducciones en redes sociales. Y todo en apenas tres años.
Claro que un suceso tan repentino puede traer conflictos y comportamientos polémicos en alguien tan joven. Drew, de ahora 20 años, confesó haber tenido problemas en aceptar el éxito, "mayormente, una falta de confianza; no tenía una verdadera comprensión de mí mismo y de lo que quiero lograr". Además, desde corta edad es cultor del cannabis ("fumo marihuana todos los días") y experimentó en varias oportunidades con LSD. "No quiero responsabilizar a las drogas del flujo creativo, pero debo decir que me abrieron la cabeza hacia una nueva compresión de la música", reconoce.
Quizás fue esta apertura la que lo llevó a adentrarse en la escena rave de California y encontrar que "hay mucho más en la vida que pretender ser Bob Dylan". Lejos del one-man show basado en acústica y armónica, ahora Never Shout Never es un cuarteto liderado con actitud rocker y sonido sintetizado. Su próximo álbum, Time Travel, definido por el cantante como un "renacimiento" musical inspirado en el dance y la música new-age, saldrá el 20 de septiembre. Ciertamente, el primer corte homónimo, que se puede escuchar en su site, está más cerca de Owl City y The Postal Service que de un presunto Salieri de Robert Allen Zimmerman. "The Times They Are a-Changin'", ironizaría Bob.
Drew, que solo conoce nuestro país porque "usaba el equipo argentino en el FIFA 99", se define: "Nunca quise quedarme estancado tocando la misma canción una y otra vez... Y jamás tenés que evaluarte en función de la etiqueta que la gente te pone. Yo sé quién soy".
Never Shout Never – What Is Love?

miércoles, 24 de agosto de 2011

Columna sobre Wikivotos en "No somos nadie" - FM Rock & Pop

Audio del programa "No somos nadie", por Rock & Pop (FM 95.9), donde comento junto a Juan Pablo Varsky, Lucía Rodríguez Bosch, Santiago Calori y Ana Gerschenson las denuncias del sitio wikivotos.org, que reveló irregularidades en las elecciones primarias del 14/8 a partir del análisis de los telegramas del Correo Argentino con el recuento de votos.

viernes, 19 de agosto de 2011

Cine: Críticas de El planeta de los simios, Cowboys y Aliens y Cerro Bayo

Comentarios de los estrenos cinematográficos de la semana en "Negro Positivo", junto a Alejandro Coccia, Magui Aicega y Martín Altberg, Por ESPN FM 107.9

Google compró Motorola - "No somos nadie" FM Rock & Pop

La ya tradicional columna tecnológica de los miércoles en "No somos nadie", por Rock & Pop (FM 95.9), junto a Juan Pablo Varsky, Lucía Rodríguez Bosch, Santiago Calori, José Del Río y Ana Gerschenson. En esta oportunidad, analizamos la adquisición de Motorola Mobility por parte de Google: implicancias con la pelea de patentes IT e impacto en el negocio de las telecomunicaciones móviles.

martes, 16 de agosto de 2011

Erasure en el Luna Park: puto el que lee (y no fue)

El dúo tecno pop sacó del clóset el placer culposo de toda una generación y lo puso a bailar en un show para el recuerdo; hoy la fiesta del reencuentro continúa: andá, no seas marica.
Foto de Leo Liberman

"Yo tenía Wild!", una confesión al paso que escucho en el ingreso al campo. Yo también teníaWild! La mayoría de los que vinimos esta noche teníamos Wild! Quizás, después, terminó en alguna cueva de discos, como canje o parte de pago por Nevermind o el álbum negro de Metallica (porque así son los gustos cuando sos adolescente). O por ahí quedó oculto entre la nostalgia y la vergüenza en la torre de CD de casa (porque así de pudorosos nos ponemos de grandes). Pero todos teníamos Wild! Y hoy, más de dos décadas después, todos vinimos a recuperar algo de ese disco, a asumir aquello que Erasure supo darnos y significó. Y aquí estamos y aquí están ellos, a 14 años de su última y desapercibida visita, ahora sobre las tablas de un Luna Park atiborrado de recuerdos y ansioso por reencuentros. Un regreso con gloria.
Lejos de su look diva electro-trash, con esos trajes que desafían las ventas de garaje de Elton John y Liberace juntas, Andy Bell subió al escenario apenas con un saco de lentejuelas rojo y pantalón negro, acaso el after de la intervención de un Queer Eye for the Camp Guy.Atrás, la inconmensurable figurita de Vince Clarke, firme tras su PowerBook y un controlador, disparando secuencias cual confeti, dando rienda suelta a un kindergarten sonoro para los calientes y frágiles de corazón. La escenografía completó la sobriedad kitsch: un enorme logo de Erasure circa 1991, como pastilla gigante para remediar el desamor con (p)optimismo.
"Hideaway" y "Breath of life" soltaron las primeras alegrías y globos entre un público de fiesta.
"Tengo la boca seca, voy a tomar un poco de té", dijo Bell, en un más que digno castellano, y la infusión calentó una de las mejores gargantas del pop actual que no flaqueó una sola nota en todo el show. Su voz hirvió con "Fingers & Thumbs (Cold Summer's Day)", "Always", la gran balada "Ship Of Fools" y los quemapistas "Victim Of Love", "Chains Of Love" y "Sometimes". ¿Tecno? ¿Dance? Sí, pero "Push me, Shove me", "Knocking On Your Door" y "Who Needs Love (Like That)" demuestran que el código binario de Erasure es, por sobre todo, disco. Celebrate good times, come on!
Afuera, el mundo es una revuelta de violencia, represión y muerte, pero aquí, la tragedia solo la pone el teatro de Andy Bell. El Luna, esta noche, es otro planeta, habitado con personas unidas por tiernas melodías de una banda que invita a "vivir en armonía", "mirarse a los ojos", "mecerse hasta quedar dormido en los brazos" del otro y "enamorarse como niños". Agente, agente: arréstenos pronto por ser tan inocentes.
Esta sensiblería infantil tuvo un especial acento argentino que escapó del usual setlist en esta gira de éxitos: "Breathe", con su primera estrofa cantada en español, y una versión "de fogón" de "When I Needed You", tema que en el extranjero apenas es un lado B del single "Ship Of Fools", pero que en nuestro país la radio Z95 transformó en un hit de igual talla.
Más tarde, llegarían la histeria plástica de "Drama!", el estreno de "Save Me" (espíritu soul y pulso bass beat para lo nuevo del dúo), la ironía de "Love To Hate You" (quizás, el mayor flirteo lírico y musical de Erasure con los Pet Shop Boys), la conciencia green de "Chorus" y "Oh L'Amour", con un público ya devenido en desvergonzados barrabravas del melodrama y "El Palacio de los Deportes" transformado en el emporio del cotillón.
"Stop!" fue la última señal en este viaje en el tiempo y el "Weeeee'll beeee together again." de Bell sonó como invitación final a reencontrarse no solo con una banda, sino con la felicidad de esos momentos de despreocupada desfachatez, de aquel pedo en Bariloche, del blooper casamentero, o del chic@ que te apretaste en algún boliche. El regocijo y orgullo de abrazar fuerte tus debilidades más grasas, la alegría de ponerte esa camisa floreada que amás y dejaste encerrada en el clóset solo por las miradas suspicaces de los demás, junto al placer culposo de disfrutar estas tontas canciones que se te pegaron a la piel como brillantina.
Yo salí a reencontrarme con mi copia de Wild! El 126, acá enfrente, me deja donde la dejé, cerca del Parque Rivadavia. En la parada, con la llovizna calmando la fiebre en los pies, otra confesión al paso acusa, vía celular, el resumen de una noche para el recuerdo:
- ...Estuvo buenísimo. ¿Bolú, por qué no viniste?... Sos un maricón.


sábado, 13 de agosto de 2011

Críticas de Linterna verde, La oscuridad y ¿Diferente de quién? - FM ESPN 107.9

Comentarios de los estrenos cinematográficos de la semana en "Negro Positivo", junto a Alejandro Coccia, Magui Aicega y Martín Altberg.

Entrevista con Vince Clarke: "La mirada de los demás es irrelevante"

La otra mitad de Erasure y figura clave del synth-pop habla de recuerdos, prejuicios, los nuevos discos con Andy Bell y Martin Gore y la fiesta que se viene en Buenos Aires.

De las cinco o seis bandas en las que se puede resumir el pop electrónico, Vince Clarke formó tres. Y listo: acá podríamos terminar esta presentación. Pero, mejor, detallemos. Fue parte de esa primera e ingenua encarnación de Depeche Mode, allá por 1981. Un año más tarde, demostró que el tecno más elemental podía tener soul y blues en Yazoo, con la brillante vocalista Alison Moyet. Y desde 1985 es, junto a Andy Bell, el 50 por ciento de Erasure, acaso una de las más exitosas manifestaciones del arte camp: 17 singles en el top ten, otros 13 entre los 20 principales, cinco discos seguidos número uno en el Reino Unido y 25 millones de placas vendidas en el mundo.
El dúo también fue un particular suceso en Argentina a fines de los ochenta, cuando sus hits, irradiados desde la célebre emisora Z95, se impregnaron para bien o mal -pero para siempre- en la memoria de todos los que hoy cuentan entre 30 y 40 años. El fenómeno llevó a más de 30.000 personas en 1990 a dejar marcados los compases de "Who Needs Love (Like That)", "A Little Respect" y "Stop!" en el césped de Vélez Sarsfield.
A 21 años de ese hito local de la escena electrónica y a 13 de su última visita, la dupla vuelve al país para presentarse en el Luna Park el lunes y martes próximos, en el marco de una gira que revive aquellas viejas buenas canciones. Pero también hay presente en esta historia. Erasure regresa con un nuevo disco, que saldrá en octubre, producido por un joven exponente actual del sonido que ellos definieron hace décadas, Frankmusik (que, oh casualidad, nació en 1985, justo cuando la banda editaba sus primeros singles). Y Clarke se reunirá con su viejo compañero de Depeche Mode, Martin Gore, en un álbum en conjunto que verá la luz en 2012.
Desde un hotel en San Pablo, horas antes de dar la cuarta de sus cinco presentaciones en Brasil, Clarke recorrió ayer, hoy y mañana de una banda sin tiempo.
En la Argentina Erasure está muy identificado con un momento del país, y el recital que dieron en 1990 fue todo un símbolo de esa época. ¿Qué recordás de aquel show?
Recuerdo que la gente era muy cálida, que recibimos mucho apoyo y el clima durante el concierto fue muy, pero muy festivo.
¿Sabías que "Oh L'Amour" fue adaptado acá como cantito de fútbol? Que los hooligans argentinos canten canciones de Erasure es muy loco.
¡Sí, sí, sabía y me pone muy contento! Ja, en otros lugares es impensable que se haga algo así.
Un tour que recorre los principales hits es una buena manera de reconectarse con el público de Sudamérica y Argentina, que todavía recuerda sus clásicos...
Sí, estamos haciendo una especie de gira de "grandes éxitos", así que vamos a tocar temas de cada uno de nuestros discos. Y vamos a incluir "Save me", un track del próximo álbum. En la mayoría de los casos, el público va a saber la letra y podrá cantar con nosotros. Los shows que hicimos hasta ahora fueron interesantes porque había mucha gente joven que no conocía las canciones, pero que sabía la letra. Así que supongo que anduvieron buscándolas por Internet. Fue muy agradable.
Parece que te reencontraste con tu pasado en los últimos años. Saliste de gira con Yazoo, hiciste remixes para Depeche Mode y ahora estás trabajando con Martin Gore. ¿Por qué pasó esto?
Bueno, Alison [Moyet] me llamó porque se cumplían 25 años de Yazoo. Me preguntó si quería hacer algo y nos pareció adecuado armar un tour aniversario con ese material. En cuanto a la colaboración con Martin Gore, lo que pasó es que yo quería hacer un disco tecno minimalista. Empecé a componer y pensé que Martin tal vez podía llegar a estar interesado en hacer algo así. Así que le mandé un e-mail y me contestó que sí, que quería. Y, bueno, hace seis meses que venimos trabajando juntos. Pero no fue planeado y no es que me pegó la nostalgia: simplemente estas cosas se fueron dando y no dejé pasar la oportunidad.
¿En qué estado está esa colaboración y cómo se va a llamar?
El disco está terminado, todo grabado y tenemos mixes que preparar. Se va a lanzar a principios del año que viene y, por ahora, es "El proyecto sin nombre", je je.
¿Qué nos podés adelantar de Tomorrow's World, el nuevo álbum de Erasure?
Es un álbum muy diferente a lo que hicimos antes. Trabajamos con un nuevo productor, Frankmusik, y suena más pleno, fuerte. Los discos anteriores tenían un sonido muy minimalista, y este es maximalista. Son canciones tradicionales de Erasure, pero con una producción que se siente más grande.
Frankmusik es uno de los mejores herederos del sonido Erasure pero, ¿por qué lo eligieron?
Cuando seleccionás a un productor, buscás a alguien que te saque de tu zona de confort y él lo hizo. Fue muy bueno: nos llevó a Andy y a mí en una dirección en la que nunca habríamos ido de no haber sido por su guía.
Muchos citan a Erasure como influencia, como Scissor Sisters y Hercules and Love Affair. ¿Cuál es tu opinión sobre el tecno pop actual? ¿Te gusta lo que se está haciendo?
Me parece que la electrónica está en un momento muy estimulante, hay muchas más bandas y la gente usa la tecnología como nunca antes. Parte de la razón es que la tecnología no es tan cara como solía ser. Pero, además, la generación que está haciendo esta música ahora no es consciente del tecno de los años ochenta, no tiene referencias. Entonces, para ellos, es todo un campo nuevo.
Erasure tuvo tantos éxitos como, por ejemplo, Oasis. Sin embargo, no goza de la misma reputación o credibilidad entre la prensa y parte del público. ¿Por qué creés que pasa esto? ¿Es prejuicio? ¿Creés que ese estilo camp, la exuberante estética gay, les resta reconocimiento?
No, no lo creo, la verdad. Y, sinceramente, no es algo en lo que nos detengamos a pensar. Al fin y al cabo, hacés música lo mejor posible y para vos mismo. En lo que a mí concierne, la mirada de los demás es irrelevante.
¿Cómo te gustaría que Erasure sea recordado?
Lo más importante para nosotros es ser buenos compositores. Y ser recordados como creadores de buenas canciones sería lo máximo.
¿Alguna recomendación para los recitales de la semana próxima?
No se olviden de traer sus sombreritos de fiesta.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Columna en "No Somos Nadie" (Rock & Pop) sobre "Anonymous"

La ya tradicional columna tecnológica de los miércoles en "No somos nadie", por Rock & Pop (FM 95.9), junto a Juan Pablo Varsky, Lucía Rodríguez Bosch, Santiago Calori, José Del Río y Ana Gerschenson. En esta oportunidad, recorrimos la historia de Anonymous, el colectivo de hackers y ciberactivistas que amenazó con destruir Facebook el próximo 5 de noviembre.

viernes, 5 de agosto de 2011

Las peores y ¿mejores? adaptaciones de dibujos animados

Se estrena Los Pitufos y hacemos un recorrido por lo malo y lo menos malo que nos dejó el paso del cartoon al live action en la pantalla grande.



Antes que nada: El historial de adaptaciones de dibujos animados al cine “vivo” es tan, pero tan catastrófico, que resultó imposible seleccionar cinco películas y calificarlas como “mejores” de este rubro. Por eso, las agrupamos como “las menos malas”. Hecha la aclaración, pasemos a la discusión.


Lo menos malo

5. El inspector Gadget (1999)

El dibujito del detective cyborg mezcla del Inspector Clouseau y Maxwell Smart (Don Adams incluso le puso la voz original) tuvo su versión de carne y bits en la interpretación de Matthew Broderick que, vamos, fue lo más decoroso de esta producción de Disney. Pese a las pobres críticas, el film generó lo suficiente como para hacer una secuela en 2003 que fue directo al video. Ya era un nuevo milenio y tiempo de decirle “Go, Gadget, go away”.




4. Los Pitufos (2011)
Si bien tienen su origen por fines de los 50 en el cómic del dibujante belga Peyo, los suspiritos azules lograron fama mundial gracias a la serie animada de TV de Estados Unidos producida por Hanna-Barbera en los 80. Los pequeñitos, ahora revitalizados por la magia del cine digital y 3D hollywoodense, escapan de su utópica aldea socialista perseguidos por Gargamel y terminan en Nueva York, donde descubren las bondades del capitalismo moderno: Pitufina se entera de que puede tener más de un vestido, Gruñón endulza su mufa con M&M’s y todos entonan la insoportable pituficanción al compás del Guitar Hero Aerosmith. ¿Vieron, chicos? Al final, los comunistas siempre se venden.



3. Casper (1995)
Una simpática comedia ATP protagonizada por Christina Ricci y Bill Pullman que resultó un buen ejemplo de cómo se puede recuperar un personaje olvidado de los años 40. El gag de “Gasparín” imitando a Schwarzenegger vale que la vuelvas a alquilar (si es que encontrás un videoclub fantasma).




2. Las tortugas ninja (1990)
Leonardo, Donatello, Miguel Ángel y Rafael nacieron en la historieta, se hicieron populares en la TV y fueron un suceso mundial en el cine con esta película que no caducó en el tiempo y demuestra cuánta magia hay en los efectos especiales tradicionales. Una masa (y no de pizza).




1. Transformers (2007)
Pueden decir lo que quieran del pirotécnico cine de Michael Bay (Armageddon, Pearl Harbor), pero su trilogía sobre la lucha entre Autobots y Decepticons es un festival para los ojos (además de una de las franquicias más exitosas de la historia). Claro, los guiones patinan y lo único que te puede hacer carburar son los camiones de Megan Fox y Rosie Huntington-Whiteley, pero, para mí, ya es mérito suficiente que la película haya resuelto los dos grandes misterios del dibujo animado: ¿Por qué si Megatron era del mismo tamaño que otros transformers cuando se convertía era tan grande como un revólver? ¿Y dónde corno se metía el trailer de Optimus Prime cuando se transformaba? ¿Eh? ¿¿Eeeehh??




Lo peor

5. Aeon Flux (2005)

Buenas intenciones, grandes locaciones, pésimo casting. La bella Charlize Theron resultó algo rellenita y carente de malicia pícara para darle vida a la fibrosa y elástica terrorista sadomaso creada por el genial dibujante Peter Chung, para ese gran ciclo de animación llamado Liquid Television que daba MTV en los 90. Quizás Uma Thurman teñida de morocha hubiera sido una mejor opción (más después de ver su gimnástica y sangrienta performance en Kill Bill).




4. Masters of the Universe (1987)
Este traspaso a la pantalla grande de la popular línea de juguetes y serie animada de He-Man seguramente aniquiló la infancia de cualquiera que hoy tenga entre 30 y 40 años. Aparentemente, el poco presupuesto del film se gastó en aceite para el cuerpo de Dolph Lundgren y dicen que ningún tigre accedió a pintarse de verde para hacer de Cringer / Battle Cat y ser parte de este bochorno. Frank Langella zafó porque se consiguió una careta de Michael Jackson para personificar a Skeletor. Se rumorea que, por culpa de este film, Eternia dejó de dar visa a los humanos…




3. El último maestro del aire (2010)
La serie animada original es uno de los productos más exitosos de Nickelodeon, sobre un niño capaz de controlar las fuerzas de la tierra, el agua, el aire y el fuego en un mundo dividido en esas cuatro naciones. Pero Night Shyamalan (El sexto sentido, Señales) mostró su poder para hacer humo una potencial franchising con el peor y más caro film de su decadente carrera. Un fiasco artístico y comercial que, al menos, obtuvo varios premios Razzie (los anti-Oscar), incluido el de peor película.



2. Scooby-Doo (2002)
OK, debo reconocer que tengo un problema personal con este film. Por aquel tiempo, llevé a mi sobrinito a ver Mercano, el marciano, pero ese día no la daban y la única opción era meterse en esta adaptación de los detectives de lo sobrenatural ideados por Hanna-Barbera allá por 1969. Desde entonces, él es un chico algo retraído y nunca más me dirigió la palabra. Lo entiendo: es lo menos que se merece cualquier persona que haya sometido a una criatura a semejante sufrimiento.




1. Los Picapiedras (1994)
Esto se resume muy fácil: vean el trailer y, luego, el de la versión porno. Díganme ustedes cuál película tiene más dignidad.






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