lunes, 29 de septiembre de 2008

JPod, hilarante retrato de la generación Google




El próximo jueves 2, a las 20:00, Cityvibe, canal del paquete Movie City, pondrá en pantalla la serie canadiense JPod, basada en el libro homónimo de Douglas Coupland, autor de Generation X y Microserfs, otra obra cumbre de la cultura geek.
El programa, que en Norteamérica no pasó de la primera temporada, cuenta la historia de Ethan Jarlewski (David Kopp) y otros cuatro compañeros que trabajan en una empresa desarrolladora de videojuegos, recluidos en el sótano de la organización debido a un fallo Y2K en los sistemas que los terminó agrupando solo porque sus apellidos empezaban con J.
Reunidos y, a la vez, aislados por la burocracia corporativa, el equipo es una colección de coloridos personajes marginales con múltiples obsesiones que reparte su tiempo entre la vagancia tech (o, nunca mejor dicho, “webeo”) y la programación de un juego ultra violento sobre skateboarding. Hasta que un nuevo jefe los obliga, por puro capricho e inestabilidad emocional, a incluir el personaje de una amigable tortuga para quitarle el tono gore al videogame.
Al igual que en la novela, la serie (en la que Coupland es productor ejecutivo y guionista de algunos capítulos) muestra la habilidad del autor para construir sentido a partir de un collage de referencias a la cultura masiva contemporánea.
Más que una comedia con guión y fórmulas tradicionales, JPop parece un irónico drama resultado de un web browsing por los lugares más desfachatados de lo cotidiano, que linkea pintorescos personajes para armar pequeñas historias hilarantes repletas de guiños al mundo pop y geek. Así, subastas online, dietas estrafalarias, Apple y jueguitos arcade se mezclan con una madre de suburbio que cultivan marihuana y asesina dealers, un padre que es actor frustrado, un hermano que trafica personas, varios mafiosos chinos y algunos aspirantes a la realeza británica. Un verdadero Cambalache 2.0 que tiene a Google como principal metáfora e instrumento para caricaturizar una realidad donde las relaciones, el sexo, la diversión, el trabajo y la construcción de la personalidad parecen estar intervenidas y tamizadas, a cada instante, por la amoralidad de un clic en la PC. En pocas palabras, la “googlización” de la vida.
JPod es un programa diferente, que puede “dejar afuera” a los espectadores que no están familiarizados al universo techie. Pero si sos de los que piensan que el Historial de tu browser habla más de vos que tu currículum, entonces esta puede ser una serie para agregar a tus Favoritos.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Arrancó el onedotzero 2008

Preview con las exhibiciones más destacadas del evento.



Ayer por la noche se desarrolló un adelanto de lo que será la nueva edición del festival de artes visuales y música, que va por su tercera entrega en Buenos Aires.
Más allá de las presentaciones de Peter Bjorn & John y Hextastic, sin dudas los platos fuertes del evento, y una gruesa grilla bandas locales, lo jugoso del ondotzero pasa por las muestras de arte y, en este sentido, hay una interesante selección que este año apuesta, aún más, por la interactividad.
Por ese lado, una de las exhibiciones que seguramente será la favorita del público es God of Weather, de Proyecto Untitled, grupo multidisciplinario argentino que desarrolló una instalación en la que el visitante puede jugar a ser un Dios del clima, controlando el viento, el cielo, los relámpagos y la lluvia mediante un wiimote.
En clave similar está la obra Dinacity, de Area3 y Diente de León, donde el espectador puede interactuar en la creación de una ciudad imaginaria. Los mismos artistas tienen otra curiosa puesta, un “libro de visitas mágico” donde es posible escribir un mensaje mediante un teclado y ponerlo a flotar en una pantalla con solo soplar un micrófono.
Leo Nuñez explora los sistemas complejos y la forma en que el visitante puede intervenirlos con la obra Game of Life (la cual pueden ver cómo funciona en el video más abajo). Mientras que Augusto Zanela ofrece una de las instalaciones más inmersivas: una suerte de túnel del tiempo donde un circuito cerrado de televisión multiplica la imagen del espectador en tiempo real y la proyecta en una pantalla creando el extraño efecto déjà vu que titula su obra.
Otra de las que apuntan a ser las preferidas es Doodlearth, donde podés volver a tu infancia y ponerte a garabatear con marcadores sobre proyecciones.
¿Querés saber más? Pegate una vuelta hoy, mañana y pasado, que vale la pena (y, en gran parte, es gratarola).

jueves, 18 de septiembre de 2008

El arte contra las autopistas

Imágenes de parabrisas quebrados como huellas del impacto urbano que provocan los trazados viales.Recientemente visité la muestra Punto Medio del fotógrafo chileno Cristián Silva-Avaria, compuesta por una colección de imágenes de parabrisas fracturados por las acciones de protesta contra las autopistas de alta velocidad que irrumpieron, desde hace algunos años, en la capital trasandina, cambiando violentamente el trazado de muchos barrios.
Con una estética minimalista y pulcra, de tonos grises y azules opacos, las imágenes se constituyen como huellas de un trauma urbano y testimonio de un hábitat quebrado por quienes toman la decisión de articular el espacio en común, alterando el paisaje y la realidad pública y privada.

Más allá del ámbito de denuncia y crítica en la que se circunscribe, la obra también despierta (al menos en lo personal) la reflexión sobre la velocidad y la violencia con la que nos conducimos, no solo detrás del volante.

Punto Medio se podrá ver hasta el 18 de octubre en VVV Gallery, Aguirre 1153, piso 2, Capital, de miércoles a viernes de 16 a 20 y sábados 15:30 a 18:30.
  

lunes, 15 de septiembre de 2008

La nueva comedia web del creador de Family Guy…

…o como auspiciar gags.

Seth MacFarlane, creador de Family Guy y American Dad, anunció a finales de junio una alianza con Google para realizar una nueva comedia de dibujos animados que se vería exclusivamente por Internet a través del sistema AdSense del buscador, en una movida más de su estrategia por distribuir contenido + publicidad.

Bueno, recorriendo Gawker me enteré que ya hay varios webisodios del Seth MacFarlane's Cavalcade of Cartoon Comedy, el nuevo show en cuestión, que es sponsoreado por Burger King.

Acá les dejo algunos clips y, si quieren más, pueden ir al canal exclusivo en YouTube.





domingo, 14 de septiembre de 2008

The Hives en Buenos Aires: criminales


Cual verdaderos mafiosos punk, The Hives te mata rápido y con actitud: 17 canciones en una hora y veinte minutos de un show criminal en calor e intensidad, demostrando que, para dar un buen espectáculo, solo hacen falta una bateria, tres amplificadores y cinco tipos dispuestos a volarte la cabeza.
¿Así se define rock en sueco? Well All Right!

jueves, 11 de septiembre de 2008

MTV y HP estrenan reality de artistas digitales




El lunes, MTV USA estrenará un nuevo reality show (¿¡otro más!?), en este caso de artistas digitales, como diseñadores web, dibujantes, animadores 3D y demás.

Engine Room pondrá a competir a 16 creativos divididos en 4 grupos geográficos, de Europa, Asia, Latinoamérica y Norteamérica, por un premio de 400.000 dólares, bajo un formato que parece ser una mezcla entre The Real World y… ¿Project Runway?

Los equipos convivirán en un loft de New York atiborrado de equipos de la marca Hewlett Packard (HP) que serán las herramientas que usarán para resolver los diferentes desafíos que les propongan, y recibirían las visitas de algunas estrellas como Moby y The Ting Tings, entre otros.

La particularidad del programa (además de poder ver a diseñadores trabajando con PC, ¡por fin!) es que se emitirá en minisodios de 5 a 7 minutos de duración, un formato que parece cada vez más popular en cuanto a entretenimiento y todo un reflejo de la cultura snack que nos toca vivir hoy. Y, por supuesto, se van a poder ver tanto por TV como por la web.

Por otra parte, el reality es otra muestra de hasta qué punto la sponsorización puede (y quiere) transformarse en el contenido en sí mismo. HP no solo banca financieramente la serie y tiene pegado su logo al del programa, sino que gran parte de lo que ocurrirá en Engine Room girará en torno a los fierros de la empresa y todas las posibilidades creativas que estos brindan.

“No queremos que sea advertising, queremos que sea real”, dijo un directivo de HP en esta nota del New York Times, una declaración que demuestra cómo la publicidad se confunde con la realidad, al punto que…¡la pucha, el chivo se me coló en el título de la nota! ¿¿Ven lo que les digo??

martes, 9 de septiembre de 2008

Sin sangre: teatro en pantalla grande

Memoria, venganza, violencia y perdón en una impactante obra que apela a la tecnología para intervenir el teatro con el lenguaje del cine.




El teatro es, por excelencia, una de las expresiones artísticas más abiertas a la experimentación. Sin embargo, es poco usual que el género se anime a incorporar la tecnología para ir más allá de las tablas y expandir el formato hacia nuevos lenguajes y expresiones.
Este es el caso de la obra Sin sangre, estrenada ayer en Buenos Aires, a cargo de la compañía chilena Teatro Cinema (Ex La Troppa), que logra fusionar de manera muy original los lenguajes del cine y el teatro por medio de diversos elementos técnicos audiovisuales.
El espectáculo, basado en la novela homónima de Alessandro Baricco, relata la historia de Nina, una pequeña que sobrevive al “ajusticiamiento”, a manos de tres pistoleros, de su hermano y su padre, un torturador conocido como “La Hiena” durante la reciente guerra. 
Medio siglo después, la ahora mujer decide transformarse en verdugo de esos asesinos, hasta que se encuentra con el último de esos hombres para comenzar a atar los cabos sueltos de dos vidas sesgadas por la tragedia.
Entre sus múltiples lecturas (la necesidad de recordar, el deseo de venganza, la culpa y el perdón, la posibilidad de la resiliencia), el libro también guarda relación con la reciente historia chilena y latinoamericana en general: la guerra sucia, los países divididos en bandos y la lucha (y los límites) por los “ideales”.
Los intérpretes interactúan en una puesta conformada por layers o capas de proyecciones, ya sea de escenarios, personajes, objetos o diversos recursos visuales que enriquecen la narración. El resultado es una sorprendente composición en donde los actores reales, en ciertos momentos, se confunden con los digitales, mientras que en otros parecen “salir de la pantalla”, en un logrado efecto 3D.
El lenguaje cinematográfico viste a la obra y le imprime su dinámica al relato, oscureciéndolo en su violencia e iluminándolo en sus partes más evocativas y oníricas, al punto de poner al espectador en un estimulante y nuevo límite: el de no saber si se está ante una suerte de cinematografía corpórea, o ante una teatralización fílmica.
Sin sangre se enmarca en el prelanzamiento de Tecnoescena 08, el festival internacional de teatro, arte y tecnología que se desarrollará del 30 de octubre al 15 de noviembre en el Centro Cultural Recoleta. La obra se desarrolla en el Complejo Cultural Cine Teatro 25 de Mayo, Av. Triunvirato 4444, todos los días hasta el 12 de septiembre y, por si hacia falta aclararlo, es muy recomendable.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Viene The Andromeda Strain

Cuidate: un virus letal llega al videoclub esta semana y contagia de aburrimiento.



Sin Lost hasta el año próximo y prendiendo velas por la pronta llegada de la cuarta y última temporada de Battlestar Galactica, estos son días difíciles para los que necesitamos cierta dosis semanal de misterio y ciencia ficción (aunque, acá entre nos, yo me estoy dando con el animé futurista Ergo Proxy: recomendadísimo).

En este escenario, el arribo de La amenaza de Andrómeda (The Andromeda Strain) directo al videoclub parece algo que puede paliar la abstinencia, y no es para menos: ¿cómo no va a interesar una miniserie basada en un libro de Michael Crichton (Jurassic Park), producida porRidley Scott (Blade RunnerAlien), Tony Scott (The HungerTop Gun), con un póster ondaEternauta y un slogan que dice: "es un mal día para ser humano"?

Esta miniserie de dos capítulos relata la historia de una plaga que se desata en un pueblo de Estados Unidos tras la caída de un satélite portador de un virus que aniquila, en minutos, a toda la población excepto a un anciano y un bebé, que pueden aportar la clave para desarrollar una vacuna. Mientras el ejército intenta poner una zona de cuarentena, se reúne un equipo de científicos especializados en un laboratorio secreto subterráneo para tratar de encontrar una cura.


Bajo el formato de un típico sci-fi thriller, el film intenta ser un update de la novela de 1969 (y del largometraje de 1971) a problemáticas que están a flor de piel en la actualidad, como la conservación ambiental, el bioterrorismo y las conspiraciones militares. Pero cualquier elemento de credibilidad y suspenso muere asfixiado por una epidemia de lugares comunes.


Primero, un elenco de estereotipos: el científico laborioso y ético, el general terco y escondedor, el presidente bueno pero desinformado e influenciado por "el entorno" y el reportero intrépido y drogadicto (¿ven por qué hablo de "dosis" y "darse con" en el primer párrafo? ¡Porque los periodistas somos todos faloperos!).

Segundo, el abuso de una jerga de laboratorio en los diálogos que termina confundiendo y aburriendo.

Y tercero, el empleo de una parafernalia de gadgets "ultra sofisticados" que ya hemos visto en cientos de películas, como computadoras "inteligentes" que hablan, lectores de retinas o tiendas de campaña militares atiborradas de pantallas de plasma (¡como las carpas K pro retenciones, qué modernos!). Así, el resultado es como ver a la tripulación del Enterprise (Star Trek) resolviendo una intriga médica à la Dr. House.


The Andromeda Strain puede calmar las ansias de sci-fi, pero cuidado: como efecto colateral da mucho, mucho sueño.

sábado, 6 de septiembre de 2008

Adelanto IT NOW Septiembre


Portada estilo sci-fi movie poster de los 50 para un tema que no es ninguna ficción y da terror a muchas empresas: tener un plan de continuidad de negocios ante cualquier contingencia técnica o natural. 
Sale en unos días.




miércoles, 3 de septiembre de 2008

Google Chrome: ¿Necesitamos un nuevo browser?


No. Esa podría ser una respuesta al interrogante que titula estas líneas. Las necesidades de navegación están hoy bien cubiertas por los cuatros principales browsers que ofrece el mercado (no nos olvidemos del nunca bien ponderado Opera en esta banda integrada por Explorer, Firefox y Safari).

Ahora bien, ¿el mercado requiere un navegador como Chrome? Sí, absolutamente. De la misma forma en que Firefox quitó de la modorra (y el atraso) al web browsing, o el iPhone le puso pimienta al negocio de móviles (salvando las diferencias y los resultados, claro), la aparición de Chrome le pone más leña a la ya caliente batalla por el control del desktop. Lamento sonar como un vil capitalista, pero más competencia es mejor negocio... para todos. Y, en este sentido, la pregunta que deberíamos hacernos es ¿por qué Google tardó tanto en sacar su propio browser?

Más allá de lo que podamos pensar, este es el momento justo. Nunca la computación dependió tanto de Internet como hoy. El desktop es la web y Google, que lo entendió hace mucho y mejor que nadie, está cimentando su hegemonía en ese escenario ahora con un producto que bien puede correrle la silla del escritorio a Microsoft, aunque no de inmediato.

El elemento fundamental para ello es la simplicidad. Chrome tiene un diseño minimalista, una instalación casi imperceptible, se siente veloz (y algunos test parecen demostrarlo) y ofrece un conjunto de prácticas características (que pueden ver acá y en otros miles de sitios y blogs) centradas en lo que verdaderamente importa de Internet: acceder a contenido online rápida y fácilmente.

Ahora, la empresa de Larry Page y Sergey Brin no solo brinda las aplicaciones web más importantes (mapas, hojas de cálculo, e-mail, mensajería y varios etcéteras): también tiene su propia puerta de entrada a ellas, y no pensada tanto en los usuarios actuales, sino en la nueva generación de internautas.

Por supuesto que hay otros interrogantes: ¿deberíamos preocuparnos que una compañía que controla las búsquedas y el marketing alrededor de ellas también quiera (y pueda llegar) a monopolizar la navegación? ¿Es congruente alinear Chrome con la iniciativa open source pero no ofrecer desde el vamos una versión para Linux (que llegará "en los próximos días", según anunciaron)?

El tiempo, las movidas empresariales y (por suerte) los usuarios irán despejando estas y otras dudas (además de, espero, crear otras más interesantes). Por el momento solo resta decir una cosa: Gooelcome.